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Salida de Guillermo Larraín de BancoEstado abre un flanco incómodo para Rodrigo Valdés

Salida de Guillermo Larraín de BancoEstado abre un flanco incómodo para Rodrigo Valdés

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El ministro de Hacienda dejó claro que la renuncia de Larraín no fue voluntaria. Al menos dos fuentes afirman que Valdés estaba al tanto de las negociaciones y que estas incluían pago de bono de término de conflicto. Hubo varias bilaterales en los días previos que fueron escalando en tono y que terminaron con la salida de un histórico de la Concertación y fiel aliado del proyecto de la Nueva Mayoría. La Moneda habría influido. Polémica abrió debate acerca del poder de los sindicatos justo en medio de discusión de reforma laboral.


“El reajuste completo fue más allá del marco que habíamos puesto”, con esas palabras el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, despejaba cualquier duda acerca de las circunstancias de la sorpresiva salida de Guillermo Larraín de la presidencia de BancoEstado: no fue una renuncia voluntaria.

Tener que salir a explicar no fue fácil para el ministro que actualmente es el con más responsabilidades del gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet.

Valdés está llevando la batuta en las negociaciones sobre la polémica reforma laboral y se prepara a presentar uno de los presupuestos más austeros en años, en medio de una economía creciendo a su menor ritmo en seis años y con pocas señales de repuntar.

Para explicar que la salida de Larraín estaba vinculada al actual clima, el ministro dijo que “en momentos en que la economía crece menos de lo esperado, en que el precio del cobre está bajo, y que hemos tenido un montón de calamidades que son caras, y que tenemos prioridades como la educación y la salud, tenemos que tener particular cuidado en los otros ámbitos del Estado”. El mensaje era claro: repartir el 91% de la utilidades del banco del primer semestre en un bono para evitar una huelga, no era aceptable.

En ese sentido, Valdés dijo que hay que «tener las prioridades claras en que los recursos tienen que orientarse a eso», añadiendo que «creo que en estos tiempos es muy importante mantener señales claras en cuanto a la austeridad”.

Pero la desordenada salida de Larraín deja una serie de interrogantes y abre un flanco incómodo para el responsable de la billetera fiscal.

La primera es que hay versiones que dicen que Valdés estaba al tanto de las negociaciones y que estas incluían pago de bono de término de conflicto. Al menos dos fuentes que son parte del actual Gobierno afirman que Larraín negoció con el sindicato siguiendo las instrucciones que salieron de Hacienda y que el mensaje era que había que evitar la huelga. Donde las versiones difieren es en si efectivamente al presidente de BancoEstado le dieron parámetros específicos y que él los habría excedido.

Las mismas fuentes señalaron ayer a El Mostrador que en los últimos días el escenario se movió rápido y que el lunes por la tarde Larraín se dio cuenta que estaba en terreno vulnerable y habría preguntado a La Moneda y Hacienda si tenía un problema en sus manos. Las respuestas no habrían sido las que él quería escuchar y el mensaje de Valdés fue que efectivamente la mejor opción era que renunciara.

En el gobierno ya sabían que La Tercera tendría un reportaje para el lunes y que el Diario Financiero también estaba armando una nota sobre el pago del bono, por lo que se instaló una sensación de que se le venía una nueva crisis justo cuando subía el tono del debate en torno a las indicaciones que introdujo el Gobierno a la reforma laboral.

En La Segunda el senador UDI y miembro de la comisión de Hacienda, Juan Antonio Coloma, dijo hay que saber “cuánto sabía Hacienda” de las negociaciones. En el mismo medio, el vicepresidente de la CUT, Norberto Díaz, dijo que “le cuestra creer que Larraín haya actuado sin la autorización de Rodrigo Valdés”.

Ayer el titular de Hacienda confirmó que hubo varias bilaterales con Larraín en los días previos que fueron escalando en tono y que terminaron con la salida de un histórico de la Concertación y fiel aliado al proyecto de la Nueva Mayoría.

El hecho de que la polémica explotara justo en medio de las discusiones sobre la reforma laboral no es menor para el ministro.

Críticos del proyecto de ley del Gobierno opinan que es un ejemplo del poder de los sindicatos y lo que podría pasar con la reforma.

La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, descartó esas críticas y dijo que los bonos de BancoEstado los instauró el Gobierno de Piñera.

A juicio de la ministra, esta negociación colectiva está dentro de los marcos que contempla la actual legislación laboral y que no tiene relación con el proyecto de reforma laboral, después de que algunos sectores la leyeran como un anticipo de conflictividad en un nuevo escenario de relaciones laborales.

El sindicato de BancoEstado «es uno de los sindicatos más importantes del país, un 98% de los trabajadores sindicalizados, y por tanto creo que lo que ha ocurrido ahí es algo que hay que analizar. No mezclemos peras con manzanas. Esta situación se dio en un contexto en que hay legislación vigente y la legislación vigente enfrenta una negociación colectiva que ha terminado como ha terminado y creo que habría que preguntarles a los actores sobre ella en particular. Pero no se ha dado en un contexto de una reforma aprobada, sino en una reforma que está en discusión», dijo la ministra.

Por su parte, el sindicato del banco, a través de un comunicado, aseguró que «estos logros son absolutamente coherentes con los excelentes resultados obtenidos por nuestra empresa, durante el ejercicio del año 2014 y primer semestre de 2015», y en ese contexto agregaron que los bonos son «fruto del esfuerzo y cohesión de los trabajadores de BancoEstado».

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