Publicidad
Rodrigo Wagner y su cruda radiografía de la economía chilena: “Hace 150 años teníamos el 50% del PIB de Australia y seguimos igual”

Rodrigo Wagner y su cruda radiografía de la economía chilena: “Hace 150 años teníamos el 50% del PIB de Australia y seguimos igual”

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
Ver Más

”Chile fue un país exitoso en construir un Estado, pero no hemos sido tan eficientes en construir una nación”. En entrevista con ‘La Mesa’, el economista de Harvard y académico de la U. de Chile es escéptico sobre el impacto que tendrán las actuales reformas. Estima que las de los últimos 30 años han sido buenas, pero que eso nos pone al nivel que nos “corresponde, que es la mitad de los australianos. Si queremos avanzar más allá, tenemos que hacer otras cosas”, precisa.


Tiene un doctorado en Harvard, enseña en la Universidad de Chile y es experto en productividad y emprendimiento.

Rodrigo Wagner tiene opiniones fuertes acerca de cuáles son los desafíos de la economía chilena. Estima que hemos creado un mito acerca de que estamos a las puertas del desarrollo, es escéptico acerca del impacto que tendrán las actuales reformas y opina que, frente a la oficina de la Presidenta, debería haber “un asesor top que trabaje temas de productividad a largo plazo”.

El economista hizo ruido hace un par de años con una controvertida columna en La Tercera, “Manhattan vs. Sanhattan. ¿A qué colegio fuiste?”, en que cuenta su experiencia personal de una entrevista laboral con un banco de inversión en Wall Street y la que tuvo a su vez en Chile con un banco local.

La usó para mostrar el provincialismo que aún prevalece en las elites locales y como ejemplo de los cuellos de botella que bloquean nuestro desarrollo.

En una extensa entrevista en ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados, Wagner opina que el boom de los últimos 15 años se debe principalmente al cobre y que los problemas que enfrentamos ahora se deben en gran parte al desplome de la inversión relacionada con la minería y no necesariamente con la llegada de Michelle Bachelet a La Moneda.

“Parte del crecimiento que tuvimos desde el 2010 hasta el 2013 se explica por lo siguiente: el precio del cobre está más alto, entonces somos más ricos, corre más plata en la economía, y eso se agrega en todos los sectores, no tan solo en minería, también en servicios, etcétera, pero que no era sostenible en el tiempo”.

Agrega que “los proyectos estaban ahí porque subió el precio, y eso se iba a acabar a lo mejor no el 2013, pero sí el 2015 o 2016, o tal vez el 2017, pero lo que pasó es que el precio del cobre bajó antes. Para tener en consideración, ¿cuándo hay un ajuste mayúsculo de la bolsa chilena? Es en enero o febrero de 2013, y alguna gente dice que fue el aterrizaje de Michelle Bachelet, pero si miras la bolsa de Perú, tiene un ajuste enorme exactamente en la misma fecha, y sin la visita de ninguna candidata chilena, y obviamente es porque ambos países están súper expuestos al ciclo minero, que ya ajustó sus expectativas de largo plazo en ese periodo. Ese es como el fenómeno de coyuntura de primer orden”.

Dice, asimismo, que las reformas y el progreso asociado en los últimos 30 años han sido positivos, pero que no han cambiado de manera radical lo que ha sido históricamente la economía chilena.

“Hace 150 años teníamos más o menos el 50% del PIB per cápita de los australianos, que es un país más o menos como nosotros”, pero afirma que “en términos gruesos, esto no ha cambiado mucho. No es que las reformas no hayan funcionado. Yo creo que las reformas de los últimos 30 años son buena ideas. Pero eso nos pone al nivel que nos ‘corresponde’, que es la mitad de los australianos. Si queremos avanzar más allá, tenemos que hacer otras cosas”.

Explica que “si tú tienes un experimento medio marxista y de capitalismo de vuelta, y con crisis económicas brutales sin cierto control básico, lo que tú tienes es que la gente no invierte en largo plazo. Pero ahora ya se solucionaron las tonteras tanto macro como micro que hicimos en la historia, y convergimos a lo que siempre debimos haber tenido, que es el 50% del ingreso de Australia, y hasta ahí nos alcanza. No hacer estupideces económicas es tremendamente importante para crecer, pero eso nos sirve a nosotros para llegar al 50% de Australia. Cuando hacemos tonteras estamos por debajo del 50% de Australia”.

El economista sostiene que la idea de que tenemos la capacidad de crecer regularmente a 5% es una falacia que no corresponde a la capacidad de una economía como la chilena.

“Había estimaciones hechas por colegas, todos respetables, pero que yo hasta cierto punto no entendía. Uno era hasta ahora del Comité de Hacienda, que es un comité abierto, no tan solo de Hacienda, pero estaba esta idea de que nosotros íbamos a crecer permanentemente al 5% como crecimiento potencial. Y en las perspectivas de crecimiento del Banco Central, hasta hace poquitos meses, eran como de 4,5%, estaban escritas ahí como en mármol, y era casi como de mal gusto decir que era menos, porque veníamos del 7% de los años 90, mira ahora cómo vamos a llegar a menos que eso. Pero la verdad es que si uno mira la experiencia comparada, hay cosas que no calzaban por ningún lado”.

Dice que los países del ingreso per cápita de Chile crecen 3% o 3,5% en promedio, “y hay un segundo efecto que no estaba en las proyecciones, que es que en general, cuando las miras a 5 u 8 años, si ahora tú las ves en cinco, en 5 años más, es como medio punto menos, porque los países más ricos crecen más lentos, esa es casi una ley de la macroeconomía, que se llama convergencia, y eso no estaba en la predicciones de crecimiento”.

Wagner señala que no todo el mundo puede pretender ser Corea, “sobre todo si no tenemos una estructura productiva ni una educación que nos permita compararnos a Corea. No podemos tener estas tasas de crecimiento por tanto tiempo y tan largas. Lo que hemos tenido es un boom de inversión, postcrisis del 82, un boom de inversión en los 90, un boom de inversión en cobre, sobre todo en 2010 y 2013, pero es eso”.

Y acto seguido, da como ejemplo la expansión del acceso a la educación secundaria o terciaria de los últimos 30 años. “Nosotros sistemáticamente en los últimos 40 años, según las bases de datos, nuestra fuerza de trabajo tiene más años de educación terciaria por ejemplo que Italia, pero Italia sigue produciendo mucho mejor que nosotros, y no estamos hablando de economías del norte. No, estamos hablando de Italia”.

“Yo creo que hasta cierto punto la educación puede ser algo que iguale las cosas, pero la educación no es sólo un problema financiero. En Chile nos acostumbramos a que en Chile uno paga y alguien aparece y te vende mejor educación. No es fácil armar un sistema de educación de calidad. Los países que construyeron grandes sistemas de calidad en su educación, no estaban tanto pensando en productividad. La evolución de los grandes sistemas de educación en Alemania o en Italia eran parte de construir una nación, porque antes los tipos decían que construir una nación que hablara el mismo idioma te ayudaba esencialmente a ganar guerras, o cosas así”, agrega.

Falta de visión país

Wagner afirma que a través de la historia no hemos tenido visión de país como sí ha sucedido en los países que efectivamente llegaron al desarrollo. «Chile fue un país exitoso en construir un Estado, pero no hemos sido tan eficientes en construir una nación. Y yo creo que parte de eso nos pasó la cuenta en calidad de educación. Entonces, la educación era una cosa periférica que no era tan central para el rol del Estado”.

Explica que es partidario de pensar políticas públicas que puedan mover la aguja: “Aquí nadie sabe cómo hacer un país que crece porque, si no, estaría haciendo la consultoría directamente o comprando acciones de esas cosas. Pero sí hay ciertas estrategias para buscarlo. Yo creo que es razonable pensar que en países más aislados de los mercados globales hay ciertas fallas de mercado en descubrir nuevos sectores. Yo creo que uno puede pensar en maneras un poquito más creativas de cómo organizar nuevas industrias que antes no existían”.

El economista estima que es urgente meter el tema de la productividad en La Moneda. “Frente a la oficina de la Presidenta debería haber un asesor top que trabaje temas de productividad a largo plazo. Así funciona en todos lados”, asegura.

“Hubo un programa hace algunos años, de atracción de inversiones que tuvo Corfo, que se llamaba InvestChile. No era muy grande y para mi gusto tenía inversiones tecnológicas, pero a mí me gustaría también que trajeran inversiones que son más intensivas en empleo digamos menos calificado, porque mucha gente necesita una pega en una empresa que funcione. El Estado de Bienestar no se construye con Pymes de 10 personas, sino con empresas grandes que le dan empleo a la gente», detalla.

Y luego concluye: «Parte del problema de la Reforma Laboral es que asume que nosotros tenemos una estructura productiva y que todos trabajamos en empresas grandes. Gran parte de la desigualdad en Chile viene porque hay gente en autoempleo, en empresas muy chicas o poco productivas”.

Para ver la entrevista completa haga clic acá o entre a El Mostrador TV.

Publicidad

Tendencias