La nueva austeridad de Rodrigo Valdés sigue en marcha, en el marco del «realismo sin renuncia» que encauzó el camino del Gobierno durante el año pasado.
El ministro de Hacienda, que busca cuadrar los números con tal de financiar el plan de reformas gubernamental, ya había anunciado en septiembre un acuerdo para congelar los sueldos en los cargos públicos más altos, siendo en este caso los más emblemáticos los salarios de parlamentarios y ministros de Estado, hasta por lo menos fines de 2016.
En ese sentido, la semana pasada el titular de Teatinos 120 comenzó una mesa de trabajo encabezada por los presidentes de la Cámara de Diputados –Marco Antonio Núñez– y el Senado –Patricio Walker–, para revisar el sistema actual de reajuste de dietas parlamentarias.
De acuerdo a Hacienda, el plazo de funcionamiento de esta mesa tripartita será de cuatro meses.
Sin embargo, ya se registró el primer movimiento que generó sorpresa en el Congreso, según señala La Tercera.
La semana recién pasada, a través de un oficio del Consejo de Asignaciones del Parlamento, los diputados y senadores se enteraron que tras la aprobación de la Ley de Presupuestos de 2016, se rebajó el ítem de traslado de los honorables de $108.873 a $76.704 diarios.
Este ajuste, que bordea el 30%, también se aplicará de manera proporcional a los demás cargos públicos.
