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Por qué no se disparó el dólar cuando levantaron el «cepo cambiario» en Argentina

Por qué no se disparó el dólar cuando levantaron el «cepo cambiario» en Argentina

La moneda argentina unificó su tipo de cambio sufriendo una devaluación del 41%, pero ubicándose por debajo de los valores al que se adquiría el dólar en el entonces mercado ilegal (llamado «blue» localmente). Contra los peores pronósticos de una escalada hasta los 20 pesos, se mantuvo en un rango de entre 13 y 14 pesos, en el que aún permanece.


Confianza: un elemento que por momentos parece provenir más del mundo de los alquimistas que del financiero, es el que tienen los economistas para explicar la salida sin sobresaltos del cepo cambiario que rigió en Argentina desde 2011.

Aunque advierten que la estabilidad lograda en el primer mes todavía constituye un «equilibrio endeble», como lo describe Miguel Kiguel, especialista en macroeconomía y mercados.

-¿Qué es la confianza en materia económica?
-Confianza significa que le creen al gobierno lo que va a hacer -le responde, contundente, a BBC Mundo Mario Blejer, expresidente del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA) y ex asesor del Banco de Inglaterra.

El «Día D»

El «Día D» para el fin de las restricciones cambiarias fue el 16 de diciembre de 2015, una semana después de la asunción de Mauricio Macri como presidente de Argentina y en cumplimiento de una promesa de campaña.

La moneda argentina unificó su tipo de cambio sufriendo una devaluación del 41%, pero ubicándose por debajo de los valores al que se adquiría el dólar en el entonces mercado ilegal (llamado «blue» localmente).

Contra los peores pronósticos de una escalada hasta los 20 pesos, se mantuvo en un rango de entre 13 y 14 pesos, en el que aún permanece.

«Abrir el cepo generó confianza y mucha gente que compraba dólares no fue corriendo a sacarlos del banco sino que los dejaba», explica el economista Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres y Asociados.

Miguel Kiguel destaca también la «seguridad» del ministro de Economía Alfonso Prat Gay al hacer el anuncio y la existencia de un equipo económico y un Banco Central en sintonía, para que «en vez de salir entraran dólares».

Equilibrio endeble

Sin embargo, en Argentina, un país sujeto a crisis crónicas acompañadas generalmente por altos niveles inflacionarios, la confianza suele otorgarse a cuentagotas a menos que se demuestre lo contrario.

Y los problemas aún irresueltos de la economía que debe encarar el nuevo gobierno pueden deparar nuevas presiones sobre el tipo de cambio, siendo una espiral inflacionaria o la necesidad de nuevas devaluaciones los más graves temores.

Los desafíos a resolver están centrados en el déficit fiscal -uno de los mayores desde el regreso a la democracia en 1983- y en la inflación, que el equipo económico se ha propuesto reducir a entre 20% y 25% en el transcurso de 2016.

«La sensación es que la inflación no explotó pero todavía tenemos un equilibrio endeble, y la negociación con los gremios (por aumentos de sueldos) es el test que se viene», anticipa Kiguel.

En este tema, los expertos coinciden en que si el alza salarial supera la inflación recrudecerán las presiones sobre el tipo de cambio.

«Riesgo controlado»

Para Mario Blejer «está controlado» el riesgo de que la economía demande nuevas devaluaciones, como sí ocurrió luego de la depreciación de la moneda ejecutada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a principios de 2014.

Pero señala la importancia de conseguir un crédito internacional de US$6.000 o 7.000 millones, que el gobierno prometió al anunciar el fin del cepo pero aún no se ha materializado. Aunque los críticos temen que esto aumente el endeudamiento externo del país.

En el horizonte inmediato de la economía acechan, además, las consecuencias del fuerte aumento en las tarifas energéticas de más del 300% anunciado este miércoles, que de seguro tendrá incidencia en los precios.

El gobierno de Macri apuesta a aliviar algo de esa carga con la eliminación de distorsiones en impuestos a las ganancias en los salarios de la clase media o con la reducción del IVA a los alimentos.

El refugio del dólar

Pero todo ocurre en un país donde refugiarse en el dólar se ha convertido en un hábito.

«Lo que vemos es que en los últimos 40 años las crisis fueron cada vez más agudas, siempre con alta inflación y el refugio en el dólar es en realidad la huida del peso», dice Kiguel, autor del libro «Las crisis económicas argentinas».

«El dólar es la moneda de ahorro, la moneda anticrisis de los argentinos», agrega Spotorno, «porque si ahorran en pesos sus ahorros no sobreviven ni a una parte de su vida laboral».

Con este contexto histórico de comportamiento frente al dólar, la delicada ingeniería que demandarán los desafíos económicos pendientes no parece estar exenta de turbulencias.

«Si las medidas se toman en un esquema que la gente ve que cierra y que no habrá escasez de divisas para quien las quiera, entonces nadie va a a correr a acumular dólares. Pero eso depende nuevamente de la confianza», concluye Blejer, devolviéndonos al punto de partida: la confianza.

«Creer o reventar», dice un dicho popular argentino.

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