El banco de Álvaro Saieh le dio un nuevo crédito por $7 mil millones a la caja de compensación, en las mismas condiciones que el préstamo que se pagó anticipadamente en noviembre pasado ante el deterioro financiero de la sociedad. Así es como se liberó de un frente complejo y quedó sin enemigos –como la caja y los bancos acreedores– en esta polémica.
A CorpBanca no le faltan los problemas. En medio de la disputa con la Sbif por la multa de US$30 millones que le aplicó el regulador por los créditos otorgados a las sociedades cascada sobre SQM, el todavía banco de Álvaro Saieh ha tenido que sortear otras coyunturas. No solo la caída en su índice de Basilea, el cual en noviembre se mantuvo por debajo del 10%, sino además la pelea que tenía con otros actores de la banca tras el polémico pago anticipado que se hizo de los créditos otorgados a la caja de compensación La Araucana, un asunto que hoy definitivamente parece quedar atrás.
Su decisión desató la furia de Banco de Chile, que respondió cerrando las líneas de crédito que tenía CorpBanca, y levantó la amenaza de eventuales acciones legales que ejercería en su contra La Araucana. Sin embargo, el banco de Saieh echó pie atrás y ayer pudo flamear banderas de paz.
A fines de enero el banco había logrado un principio de acuerdo con la caja para restituir los cerca de $7 mil millones que le había prestado, pero este se materializó ayer, tras concretar un nuevo crédito en condiciones idénticas al que se había pagado anticipadamente en noviembre. El préstamo se restituyó el viernes y ayer se formalizó con el recibo de pagarés en La Araucana. Según informó la caja de compensación, CorpBanca colocó nuevamente $6.967,4 millones, con un interés de 0,66% mensual.
Antes de ello, sin embargo, el banco se aseguró de no tener frentes abiertos. Por un lado, fuentes vinculadas a la entidad explicaron que, en el marco del acuerdo alcanzado, todos los bancos acreedores firmaron una carta en la cual renunciaron a seguir cualquier acción contra CorpBanca. Es que no solo Banco de Chile tomó represalias, sino también trascendió que BancoEstado habría optado por suspender la compra de sus depósitos a plazo.
Como se informó en diciembre el pago anticipado que se hizo CorpBanca, se dio en medio de un acuerdo “pari passu” (igualdad de condiciones), en el cual se establecía que los bancos actuarían en bloque frente los US$640 millones en deudas de La Araucana. El banco de Saieh actuó por su cuenta, generando la reacción inmediata del resto de sus competidores, quienes a través de una carta le exigieron “la devolución inmediata y sin condiciones” del total de los fondos que el banco había retirado.
Por otra parte, además de lograr el compromiso de que los bancos ya no ejercerán acciones en su contra, CorpBanca se aseguró de que el nuevo crédito otorgado ayer no quede al final de la cola en caso de que el desenlace de La Araucana no termine en buen puerto.
Esto último, considerando que una vez que un banco le da un crédito a una empresa que se acogió a la ley de insolvencia, su crédito es “sub valista”, lo que implica que sería el último en cobrarse. La junta de acreedores tenía la opción de categorizar al banco de Saieh como un acreedor de segunda clase, sin embargo, en el teje y maneje el banco logró que esta nueva colocación sea considerada como “valista”, pudiendo quedar en las mismas condiciones que el resto de los acreedores.
Según sostienen fuentes vinculadas a la negociación, el pie atrás que echó CorpBanca se puede explicar por los distintos frentes abiertos que tiene el banco de Saieh. Este sería uno de los menos relevantes para la compañía y habría optado por cortar por lo sano, en virtud de la disputa judicial que enfrenta con el regulador bancario. Sin embargo, igual metió mucho ruido por la dura respuesta que provino de Banco de Chile, a pesar de que los montos en cuestión alcancen la cifra de US$10 millones. En un contexto donde los medios de comunicación vinculados al controlador de CorpBanca han tenido una amplia cobertura del caso Caval, el cierre de las líneas de crédito por parte del banco de los Luksic fue visto por algunos como una pasada de cuentas.
Como sea, hoy el banco que prontamente espera ser absorbido por Itaú, puede respirar un poco más tranquilo.
