Excluyendo fondos money market, la administradora vio salir $302 mil millones en los fondos que administra, mientras que su participación de mercado cayó desde el 4% al 2%, una situación que pretende revertir tras anunciar nuevos nombres en la presidencia y la gerencia general, para así dejar atrás la crisis que produjo la detención del ex controlador de la matriz brasileña, André Esteves.
Más que convaleciente se encuentra BTG Pactual Chile de la crisis que en noviembre produjo el arresto de su ex CEO y controlador, André Esteves, tras verse salpicado por el sonado escándalo de Petrobras en Brasil. Sin embargo, ya en marzo la compañía suma fuerzas para iniciar una temporada más que desafiante (o desoladora) para el mercado de capitales.
La semana pasada la firma comunicó la salida del 16% de su plana (unos 58 ejecutivos), reduciendo así el número de trabajadores a la mitad desde que en 2012 los brasileños comunicaron con bombos y platillos la compra de Celfin. Si antes eran 600 empleados, hoy son alrededor de 300. Pero los cambios persisten.
La administradora general de fondos, filial que ha sufrido una dura estampida de capital tras la crisis que afectó al ex dueño de BTG, anunció ayer nuevos nombres. Por un lado, Luis Oscar Herrera asume como nuevo presidente, mientras que en la gerencia general fue designado Carlos Saieh, en reemplazo de Rodrigo Nader.
Este último arribó en 2012 a la compañía, tras haber estado a cargo de la gerencia de inversiones de AFP Capital. Su llegada se produjo tras la comentada salida de Cristián Moreno en dicha posición.
Ambos asumen estos cargos con la misión de revertir una tendencia complicada para el negocio de la AGF, pues en 12 meses la administradora experimentó la salida de $302 mil millones (excluyendo fondos money market), reduciendo su patrimonio bajo administración a $319 mil millones. Mientras que su participación de mercado, en el mismo período, cayó desde el 4% al 2,05%.
Sobre la base de cifras aportadas por Morningstar, si bien esta situación es negativa dista bastante de la pesadilla que ocurre en Brasil, donde experimentaron el éxodo de $15.509 millones de reales brasileños, reduciendo el capital administrado a $22 mil millones de dicha moneda (excluyendo fondos money market), situación que derivó en una caída desde el quinto al undécimo puesto en el ranking de administradoras.
En todo caso al interior de la compañía hay ánimo por revertir el actual panorama y hay confianza en los nuevos nombres. Desde adentró afirman que nombrar a Herrera y Saieh como presidente y gerente general, respectivamente, es una apuesta agresiva en un negocio que en Chile es competitivo y seguirá creciendo.
Herrera, quien se mantendrá como economista jefe para la Región Andina y Argentina, será un presidente activo al ser la cara visible ante los clientes de la sociedad.
En cuanto a Saieh, hay varias fichas puestas. Antes de su arribo a BTG en 2011, trabajaba en Consorcio y se ganó una beca para un MBA en la escuela de negocios de Wharton, una de las top 5 del mundo (Universidad de Pennsylvania). Sus conocedores sostienen que cuando renunció a Consorcio, la empresa ofreció pagarle el postgrado de dos años a cambio de que a su vuelta se comprometiera a trabajar con ellos por un mínimo 50 meses. Dijo que sí.
A los pocos meses de su regreso a Chile, BTG lo contactó y para “levantarlo” tuvo que pagar un «transfer fee» para que lo dejen ir, como se estila entre los cracks del fútbol.
