El Presidente argentino anunció una amnistía para fondos no declarados que están fuera del país y con los que espera pagar deudas a jubilados y contribuir a financiar un multimillonario programa de infraestructura. Con la medida, el gobierno tratará de imitar a Chile, donde el año pasado una amnistía similar atrajo US$1.500 millones, más de 10 veces el monto pronosticado
El presidente argentino Mauricio Macri anunció una amnistía para US$500.000 millones de fondos no declarados que están fuera del país y con los que espera pagar deudas a jubilados y contribuir a financiar un multimillonario programa de infraestructura.
Los fondos pagarán un impuesto de entre cero y 15 por ciento según el monto y el momento en que se los reingrese al país, dijo el gobierno en una declaración. El gobierno necesita 47.000 millones de pesos (US$3.400 millones) para pagar sentencias judiciales favorables a jubilados, así como otros 75.000 millones de pesos por año para pagar jubilaciones más altas en el futuro.
«Esta ley es un instrumento que estamos enviando al Congreso que busca reparar años de injusticia. Nos encontramos con muchas situaciones de jubilados que ganaron juicios y el Estado utilizó cualquier chicana (artimaña) para no pagarles. Vamos a terminar con décadas de estafa», dijo Macri en un discurso televisado.
Macri tendrá que superar la desconfianza de la población en las autoridades argentinas para que el blanqueo de capitales tenga éxito. Durante el cese de pagos de 2001, el gobierno restringió los retiros de los bancos y convirtió a pesos los ahorros en dólares de la gente, mientras la moneda local se derrumbaba 75 por ciento. De todos modos, un acuerdo impositivo internacional que entrará en vigencia en 2017 hará que a los argentinos les resulte mucho más difícil seguir ocultando fondos en el exterior, dijo el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay.
Con la amnistía impositiva “es la primera vez que se premia a los que siempre estuvieron al día”, dijo Prat-Gay el viernes. “Ofrecemos esta última oportunidad porque a partir de enero el gobierno va a tener todos los instrumentos que nunca tuvo de preguntar dónde está ese dinero».
Los argentinos tenían en 2012 alrededor de US$400.000 millones en activos en el exterior, según cálculos del Centro Económico y Financiero para el Desarrollo de Argentina (CEFIDAR). Es probable que la cifra haya aumentado a 500.000 millones, aproximadamente lo mismo que el producto interno bruto anual, según Jorge Gaggero, fundador de la Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe.
Argentina tratará de imitar a Chile, donde el año pasado una amnistía similar atrajo US$1.500 millones, más de 10 veces el monto pronosticado. Brasil inició un plan similar el mes pasado. Prat-Gay se negó a proporcionar estimaciones sobre cuánto podría reunir Argentina, pero dijo que sería menos que la cifra de unos US$60.000 millones que barajaron medios locales.
La población también puede cumplir con la amnistía mediante una inversión en bonos del Tesoro argentino o con inversiones a largo plazo en proyectos de infraestructura, vivienda, hipotecas o pequeñas y medianas empresas, según la declaración. Todos los ingresos producto de la amnistía fiscal se pagarán directamente al fondo estatal de pensiones conocido como Anses.
