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Presión populista podría ocasionar estanflación estilo años 70

Presión populista podría ocasionar estanflación estilo años 70

El riesgo, conforme los países se vuelven hacia adentro y proliferan las ineficacias, podría ser un retorno a los viejos y malos tiempos de la década de 1970 y comienzos de la de 1980, cuando las economías sufrían de una mezcla tóxica de estancamiento de la producción e inflación elevada, dicen algunos analistas.


Se ha convertido casi en un concepto de la sabiduría tradicional entre los economistas que los banqueros centrales han estado jugando un papel demasiado grande en el manejo de la economía global. Pero si otros estrategas salieran del segundo plano para desempeñar un rol más importante en el aspecto fiscal, todo se arreglaría en el mundo.

Bueno, tal vez no. Después del voto británico para romper con la Unión Europea, crecen las probabilidades de que los gobiernos se vean empujados a actuar por las crecientes presiones populistas de todo el mundo. El peligro, sin embargo, es que los pasos que den terminen siendo desfavorables para el crecimiento –pensemos en el proteccionismo–, antes que un apoyo a este.

El riesgo, conforme los países se vuelven hacia adentro y proliferan las ineficacias, podría ser un retorno a los viejos y malos tiempos de la década de 1970 y comienzos de la de 1980, cuando las economías sufrían de una mezcla tóxica de estancamiento de la producción e inflación elevada, dicen algunos analistas.

“En el más largo plazo, hay un creciente riesgo de un ambiente estanflacionario”, dijo en un correo electrónico Joachim Fels, asesor económico global para Pacific Investment Management Co.

El proteccionismo “eleva los precios de las importaciones y beneficia (a los productores locales) menos eficientes” y más costosos, dijo Fels, cuya compañía gestiona activos por valor de US$1,5 billones. “Mayores barreras a la inmigración reducen la competencia por trabajadores nacionales y así conducen a un más rápido crecimiento salarial”, de modo que se alimenta una inflación indeseada.

Los inversores en mercados de bonos han comprado la parte que hace alusión al estancamiento en el escenario de Fels e hicieron bajar los rendimientos a niveles mínimos sin precedente, ya que prevén una economía global posterior al Brexit más débil todavía. Pero son escépticos respecto del pronóstico de una corriente inflacionaria, como lo demuestra el flojo desempeño de los títulos protegidos de la inflación.

Baja demanda, dólar fuerte

Fels concordó en que tanto el crecimiento global como la inflación se mantendrían bajos en los próximos seis a 12 meses, puesto que una demanda deprimida y un dólar más fuerte limitarían las presiones de precios. No obstante, sostiene, en el más largo plazo, la inflación podría acelerarse como resultado de cambios de políticas propugnados por el populismo.

El ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan identificó una característica económica clave común tanto a la década de 1970 como a la actualidad: una productividad deficiente. Esta restringe la rapidez con que pueden crecer las economías sin generar presiones inflacionarias.

“Lo que está haciendo es crear un estancamiento general en los países desarrollados, el cual causa desesperación entre sus electorados”, como lo ejemplifica la votación británica del 23 de junio para separarse de la Unión Europea, dijo Greenspan en una entrevista con Bloomberg Surveillance el 27 de junio en Washington.

En un correo electrónico posterior, Greenspan dijo que Estados Unidos se encaminaría con el tiempo a la estanflación si el crecimiento de la oferta monetaria se sigue intensificando como en tiempos recientes. Pero agregó que no tenía un marco temporal para determinar cuándo podría ocurrir esto.

“No me sorprendería ver que la siguiente medida inesperada se tomara por el lado de la inflación”, dijo el ex presidente de la Fed.

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