Ministro pidió que avance en gratuidad se asocie a mayores recursos y así poder garantizar calidad
Un día después de haber revelado que los ingresos fiscales “están disminuyendo, son casi cero” y que la economía va en camino a registrar su segundo mayor déficit fiscal en 25 años, el ministro de Hacienda señaló que el Gobierno ha gastado “ya bastante más de lo proyectado en las reformas educacionales” y se atrevió a afirmar que el esfuerzo que se está realizando “es por lejos la mayor reforma que se ha hecho” probablemente en la Historia de Chile.
El ministro de Hacienda Rodrigo Valdés no la tiene fácil o, como ha dicho él en varias ocasiones, “le tocó bailar con la fea”.
Se refiere al complejo escenario económico que enfrenta ante el desplome de los ingresos fiscales, el derrumbe de la inversión y un precio del cobre muy debilitado.
El lunes fue a la Comisión Mixta del Parlamento para explicar con cifras y gráficos la seriedad de la situación que enfrenta la economía y preparar el camino a un presupuesto para 2017 que será uno de los más austeros en mucho tiempo.
Valdés reveló que los ingresos fiscales “están disminuyendo, son casi cero” y que la economía van en camino a registrar su segundo mayor déficit fiscal en 25 años. De paso, volvió a recortar las proyecciones de crecimiento.
Ayer le tocó volver al Congreso.
Esta vez a explicar cómo el Gobierno planea financiar el proyecto de ley de educación superior ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. Y aprovechó para confirmar algo que ya más o menos se intuía: la Reforma Tributaria no alcanza para financiar Reforma Educacional.
Valdés señaló que el Gobierno ha gastado “ya bastante más de lo proyectado en las reformas educacionales” y se atrevió a afirmar que el esfuerzo que se está realizando “es por lejos la mayor reforma que se ha hecho” probablemente en la Historia de Chile.
Agregó que un país serio “cuadra gastos e ingresos, no podemos vivir más allá de las posibilidades que tenemos”.
El ministro de Hacienda detalló que avanzar en gratuidad universal en educación superior implica recursos por 1,6% del PIB, equivalentes a US$3.600 millones. Y a eso hay que sumar recursos ya comprometidos en educación parvularia y escolar, equivalentes a 1,9% del PIB.
Cabe recordar que la Reforma Tributaria prometió recaudar 3 puntos del PIB, de los cuales entre 1,5 y 2 puntos se destinarían a educación.
Valdés explicó que el desplome del cobre se traduce en dejar de percibir el equivalente de 1% del PIB en ingresos fiscales, y otro punto adicional debido a menor recaudación por el bajo crecimiento potencial.
“Enfrentamos un escenario de menores recursos de lo que se pensaba en 2013. Esa es una realidad compleja. Y hemos gastado ya bastante más de lo proyectado en las reformas educacionales que hemos hecho”, explicó el ministro.
En su presentación, Valdés confirmó que a 2018 la gratuidad en educación superior llegará tan solo al sexto decil. Mayores avances dependerán del aumento en los ingresos estructurales del fisco. Ante la pregunta de cuándo se podría llegar a gratuidad universal, el ministro respondió que era “un ejercicio inconducente ponerle tiempo a esto”.
“El proceso va a depender de los recursos que tengamos. Y los recursos que tengamos van a depender del avance del país en crecimiento, en poder allegar recursos al Estado”, explicó.
Y enfatizó que es necesario “compatibilizar avanzar rápido en gratuidad con tener otros fondos para la educación superior, porque si no es pura sustitución, pura brecha, cero calidad. De ahí la importancia de hacer un proceso coordinado de las dos cosas, y por eso se ata a la capacidad del Estado también de inyectar dinero”.
Dijo que entiende a los que presionan para ir más rápido, pero hizo hincapié en que la realidad es que “hemos gastado más, los ingresos son menores, pero es importante poner en perspectiva que lo que gastamos nosotros hoy día, para nuestra carga tributaria o nuestros ingresos estructurales, es casi 20% en educación superior”.
