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Merkel haría concesiones ante riesgo de perder a Renzi por crisis de la banca italiana

Merkel haría concesiones ante riesgo de perder a Renzi por crisis de la banca italiana

La canciller alemana estaría dispuesta a apoyar una interpretación flexible de las reglas de la UE para ayudar al premier italiano, y aceptar cierta compensación del gobierno para los inversores con el fin de limitar las consecuencias políticas, pese a que Merkel ha destacado en varias ocasiones después de la crisis financiera que los contribuyentes no deben rescatar a los bancos.


La canciller alemana Angela Merkel podría estar dispuesta a proteger al primer ministro italiano Matteo Renzi de un daño político si éste rescata a los bancos italianos.

Con la Unión Europea sacudida por el Brexit, un estado de emergencia en Turquía y populistas cobrando fuerza en el continente, Merkel quiere evitar cualquier tipo de inestabilidad que pudiera surgir de los intentos de Renzi para resolver la crisis de la banca italiana, dijeron tres funcionarios del gobierno alemán que pidieron no ser identificados.

Renzi está tratando de cumplir con las normas de la Unión Europea que establecen que los acreedores deben cubrir parte del rescate de bancos al tiempo que intenta proteger a los pequeños inversores de las secuelas – algo que podría costarle su puesto en un referéndum que se celebrará el próximo otoño en Italia.

Merkel, que ha destacado en varias ocasiones después de la crisis financiera que los contribuyentes no deben rescatar a los bancos, está consciente del dilema que enfrenta Renzi y está dispuesta a apoyar una interpretación flexible de las reglas de la UE para ayudarlo, según los funcionarios. Esto podría significar aceptar cierta compensación del gobierno italiano para los inversores minoristas con el fin de limitar las consecuencias políticas, dijeron.

«Este es el precio que la señora Merkel tiene que pagar», dijo en una entrevista telefónica Carsten Brzeski, economista jefe de ING-Diba AG en Fráncfort. «No pueden darse el lujo de ver caer a Renzi en los próximos meses y enfrentar el peligro de un gobierno populista en Italia. Harán muchas concesiones para evitar un escenario así».

Encuestas

El líder italiano está luchando para mantener el impulso de sus primeros meses en el poder en 2014 ahora que la economía se ha rezagado y los votantes esperan que cumpla sus promesas de reformas drásticas. Sus ambiciones para reformar Italia enfrentan a una prueba crucial en el otoño, cuando se celebrará un referéndum sobre la reforma constitucional para acabar con la historia italiana de gobiernos que cambian constantemente limitando el poder del Senado para derrocar a los primeros ministros.

Renzi ha prometido renunciar si pierde esa votación, y la popularidad del Partido Demócrata al que pertenece ha caído en las encuestas de opinión más recientes. Un alto funcionario italiano que habló a condición del anonimato dijo la semana pasada que la reforma era tan central para los planes del primer ministro que no tendría otra opción más que dimitir si fallaba.

Una encuesta de opinión elaborada por el instituto IPR Marketing este mes mostró que 52 por ciento de los encuestados se oponía a la propuesta de Renzi y 48 por ciento estaba a favor.

Antes de esa votación, Renzi tiene que apuntalar un sistema bancario atribulado con unos 360.000 millones de euros (US$397.000 millones) en créditos vencidos que frenan el crecimiento económico. Los prestamistas italianos tienen unos 59.000 millones de euros en deuda subordinada pendiente que podría acabar en pérdidas. Alrededor de la mitad de esa cantidad está en manos de inversores minoristas.

Cuando los acreedores junior sufrieron pérdidas en un rescate anterior en 2015, la medida generó protestas de los ahorristas, una ola de ventas de deuda bancaria en todo el país y un suicidio.

El vicepresidente de BlackRock Inc., Philipp Hildebrand, ha argumentado que el sector bancario europeo requiere un saneamiento masivo como el Programa de Alivio de Activos en Problemas (conocido como TARP por sus siglas en inglés), que fue implementado en Estados Unidos en 2008. De hecho, el propio Renzi dijo este mes que otros prestamistas con exposición a derivados representan un mayor peligro para el sistema financiero europeo que la morosidad en Italia.

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