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Super de Pensiones evalúa cambios en comunicación de AFP a afiliados tras polémicas cartas en medio de debate previsional Las secuelas de las cartas de Habitat

Super de Pensiones evalúa cambios en comunicación de AFP a afiliados tras polémicas cartas en medio de debate previsional

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Osvaldo Macías reconoció que hay una zona gris en este tema, recalcó que las cifras promedio para 10 millones de personas “no representan a nadie” y advirtió que a las AFP se les ha conferido por ley el acceso a direcciones, correos y teléfonos de afiliados, por lo que deben usar esa información “con criterio”. Adelantó que podría exigirse a las gestoras entregar datos personalizados.


La polémica desatada en las últimas semanas a propósito de las cartas enviadas por algunas AFP, donde incluyen su opinión crítica sobre las medidas anunciadas por la Presidenta Bachelet para reformar el sistema de pensiones, está teniendo consecuencias.

Ayer el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, reveló que están analizando incorporar nuevas normativas para regular las comunicaciones de las administradoras con sus afiliados en los canales directos, pues –a su juicio– existen zonas grises en esta materia.

“Es probable, pero no seguro, que sea bueno regular esto, porque hoy la regulación es bastante difusa, por eso sacamos el oficio para imponer que las personas actúen con criterio. Quien administra ahorros de los chilenos debe ser una persona muy criteriosa, saber muy bien lo que está haciendo cuando se comunica con el afiliado. Jamás hemos pretendido una ley mordaza o algo así, pero puede ser necesario regular. Estamos pensando en eso, estamos estudiando cambios pero no está decidido”, advirtió Macías.

La autoridad explicó el origen de la preocupación que ha generado este tipo de comunicaciones, en particular la de Habitat, ligada a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que abrió la polémica, pues hacía claros planteamientos políticos sobre el discurso de Bachelet el 9 de agosto pasado.

“Lo que hemos dicho es que hay un canal de comunicación entre administradora y afiliado que debe ser prístino y debe ser usado responsablemente. Las AFP tienen direcciones, correos y teléfonos de 10 millones de afilados, eso les ha sido conferido por ley, no para que hagan cualquier cosa. Deben entregar información correcta y objetiva para que puedan tomar las mejores decisiones. Hemos visto que las personas, después de 30 años, saben muy poco, pero si tienen los canales para comunicarse lo que debemos buscar es que la comunicación sea adecuada. Lo que nos preocupa es que se envían cartas que muchas veces no tienen que ver exactamente con lo que a la persona les correspondería recibir: cómo le ha ido a la AFP (a los fondos), qué hacer para mejorar la pensión, etc. Ese tema nos preocupa mucho, jamás hemos pensado censurar a alguien, no nos corresponde y no podemos hacerlo. Los gerentes y presidentes pueden hacer comunicados y conferencias, lo que quieran, lo que hemos dicho es que, cuando use el canal de comunicación con los afiliados, sea muy cuidadoso. Ahora, esto es muy complejo, porque está en un área gris. ¿Dónde está el límite? Lo que nos preocupa es que se ha ido corriendo el cerco. La pregunta es cuál era la próxima carta”, continuó Macías.

El superintendente comentó que está revisando las referidas cartas, que tuvo reuniones esta semana con el área técnica de su repartición y que están pidiendo antecedentes adicionales a las gestoras ”para saber si lo que han dicho se ajusta a la verdad, si es correcto o no lo que dicen”. “Cada carta está siendo analizada, cuando terminemos definiremos lo que haremos”, indicó Macías.

AFP y el 5%

Macías participó del seminario “Cómo mejorar las pensiones en Chile”, organizado por el Departamento de Dirección y Gestión de Empresas de la Facultad de Economía y Empresas de la Universidad Diego Portales.

En el encuentro participó también la académica de Instituto de Políticas Públicas de dicha casa de estudios y quien integró la Comisión Bravo, Claudia Sanhueza, además del gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, y el profesor de la UDP, Marco Morales.

En la instancia se generaron diferencias importantes entre los expositores, en particular entre Larraín y Sanhueza. Esta última indicó que, si bien se deben mejorar las pensiones, el debate que se está generando lo desencadenaron las miles de personas que marcharon por “No + AFP” hace algunas semanas y que provocaron un hecho político que ha obligado a discutir no solo números sino también a hacer una revisión mayor de lo ha ido pasando en el país en las últimas décadas.

Sanhueza sostuvo que antes de mejorar las pensiones hay que definir qué sistema de seguridad social queremos tener como chilenos y chilenas, rebatiendo, de paso, algunos de los argumentos que cuestionan la idea de que los 5 puntos porcentuales que subiría la cotización en los próximos diez años, de cargo del empleador, vayan a un fondo solidario y no a cuentas individuales.

Justamente este último punto fue al que más puso atención Larraín cuando le correspondió exponer. En su discurso hizo un ferviente llamado a no aceptar propuestas “populistas» que sigan solo “consignas” y no lo que él llamó “buenas reformas”.

En particular, dijo que si los cinco puntos no van a las cuentas individuales, 2,5 millones de afiliados –que ganan al menos $ 500 mil– no verán ningún beneficio, en línea con la crítica de las AFP, que exigen que dichos nuevos aportes vayan a las cuentas individuales que ellos gestionan y que hoy acumulan más de US$ 170 mil millones, equivalentes a casi el 70% del PIB. «Tendrán el mismo problema con las pensiones que tienen hoy», afirmó.

Consultado sobre esos comentarios, Macías los relativizó. “Depende de cómo se diseñe eso, porque hay dos cosas por definir: uno, quién administra y lo otro es qué se hace con los recursos. Están los componentes intra e inter. En el inter es para mejorar las pensiones ahora, el intergeneracional, porque los que están trabajando mejoran las pensiones de quienes no; va a cubrir a la clase media, hay que ver a quiénes cubre y a quiénes no. El componente intra es el (que establece) que parte de esa cotización corresponde a los actuales cotizantes. Hay que diseñar si va a cuenta individual y cómo va a expresarse la solidaridad a los más vulnerables, que podrían recibir una mayor cantidad e ir bajando”, indicó.

Consultado por si es efectivo que todos los afiliados van a recibir algún beneficio, respondió que espera que sea así, pero que depende del diseño. “Sería ideal que así fuera, pero es el diseño que se está efectuando, hay que tomar decisiones, hay alternativas y modelos, finalmente los que toman las decisiones son ministros, sectores políticos y el Congreso, pero ese esquema se está diseñando”.

Seguidamente, cuando se le preguntó si cree que pudiera ocurrir que algunos afiliados no reciban ningún beneficio derivado de esos cinco puntos porcentuales adicionales, afirmó que “es muy difícil”, aunque evitó discutir abiertamente los dichos de Larraín.

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