“La afirmación habitual de que las medidas de política monetaria aumentan la desigualdad no puede ser demostrada”, según la investigación publicada el lunes en el informe mensual del banco central de Alemania. “Esta deriva de observaciones basadas en generalizaciones poco confiables y de no tomar en cuenta los efectos de distribución retrasados, y tampoco está basada en los parámetros de referencia adecuados”.
Las afirmaciones de que una política monetaria flexible provoca una mayor desigualdad son “muy dudosas”; de hecho, las bajas tasas de interés podrían reducir las disparidades de ingresos, según revela un estudio del Bundesbank.
“La afirmación habitual de que las medidas de política monetaria aumentan la desigualdad no puede ser demostrada”, según la investigación publicada el lunes en el informe mensual del banco central de Alemania. “Esta deriva de observaciones basadas en generalizaciones poco confiables y de no tomar en cuenta los efectos de distribución retrasados, y tampoco está basada en los parámetros de referencia adecuados”.
Los resultados no serán de fácil lectura en Alemania, hogar de algunos de los mayores opositores de las medidas monetarias ultra flexibles del Banco Central Europeo, donde los críticos alegan que las bajas tasas de interés expropian a los ahorradores y conducen a la pobreza durante la vejez. El ministro federal de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, dijo a principios de este año que el régimen de política monetaria actual ha hecho que la desconfianza de las instituciones europeas aumente y que también ha servido de alimento para los grupos populistas.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, uno de los dos alemanes que forman parte del Consejo de Gobierno del BCE, recordó anteriormente a sus compatriotas que no solo son ahorradores: también son empleados, contribuyentes y deudores, y que como tales, se benefician de los bajos niveles de las tasas de interés.
Parte del problema en hacer afirmaciones acerca de la influencia de las políticas sobre la desigualdad, según el estudio, es que los bancos centrales en general, responden a parámetros económicos dados, por lo que es imposible distinguir qué efectos derivan de sus acciones, y cuáles son causados por la economía. Entender el impacto también requeriría saber cómo la situación podría haberse desarrollado sin las medidas de política monetaria.
Mediante el uso de una serie de estudios, el Bundesbank intenta demostrar que la política monetaria por lo general tiene un débil impacto sobre la desigualdad, y que a veces las bajas tasas de interés incluso contribuyen a disminuir la brecha de ingresos.
Las personas que operan activamente en los mercados financieros podrían beneficiarse de los ajustes de las tasas de interés, mientras que los hogares que cuentan con una gran cantidad de dinero en efectivo podrían salir perdiendo. Al mismo tiempo, la disminución del desempleo que normalmente acompaña a la política expansiva beneficia en particular a los grupos de ingresos más bajos. Los préstamos más baratos también benefician a los deudores.
El informe indica que la igualdad de ingresos no puede estar dentro de los objetivos de un banco central que tiene la obligación de garantizar la estabilidad de los precios, pero tampoco es algo que se pueda ignorar.
“La situación de la distribución afecta la eficacia de las medidas monetarias”, afirma el documento. “Es muy poco probable que las medidas expansivas de política monetaria hayan provocado el aumento de la desigualdad general durante los últimos años”.
