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El debate sobre las pensiones: Andrés Velasco y Alejandro Ferreiro atacan a los políticos, Bachelet y el sistema de reparto Hablaron en seminario en víspera de nueva marcha por No+AFP

El debate sobre las pensiones: Andrés Velasco y Alejandro Ferreiro atacan a los políticos, Bachelet y el sistema de reparto

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Ambos ex ministros del primer Gobierno de la actual Presidenta dicen respaldar subir edad de jubilación y cotización, obligar a cotizar a independientes, al tiempo que rechazan ideas vinculadas a alguno de los modelos de pensiones como los que priman en gran parte de Europa. Alertan contra soluciones populistas y a las AFP no las tocan.


Dos ex ministros del primer Gobierno de Michelle Bachelet se sentaron a la mesa de discusión del seminario “Cómo mejorar las pensiones”, organizado por el grupo colombiano Sura, dueño de AFP Capital, y la Asociación de Periodistas Económicos (Aipef).

El debate tuvo poco de tensión, pues tanto el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, como el ex titular de Economía, Alejandro Ferreiro, desplegaron la misma pluma, sustentada en los números y el análisis “racional”.

El diagnóstico de ambos es que con la baja de las tasas de interés en el mundo, la rentabilidad esperada para la inversión de los fondos de pensiones será muy inferior a lo que se vio en las primeras décadas del sistema de pensiones de capitalización individual creado en 1981. Y, junto con ello, que el aumento de la expectativa de vida de los chilenos ha crecido y, por ende, se necesita financiar más años de vejez que antes, situación que irá en aumento.

También coincidieron en gran parte de las medidas necesarias para solucionar el problema.

Por un lado, elevar la edad de jubilación de las mujeres (hoy de 60 años, a diferencia de los hombres, que es de 65), elevar la tasa de cotización (de 10% actualmente y que el Gobierno propone llevar a 15% en 10 años con cargo al empleador), junto con obligar desde ya a los trabajadores independientes a cotizar, medida aprobada en 2008 y que los gobiernos han venido postergando, incluyendo el actual de Bachelet, que la llevó al 2018, cuando ya no estará en La Moneda.

Sin embargo, el diagnóstico y las soluciones, según ambos, chocan con la política y, en esa línea, los dos panelistas dibujaron un oscuro panorama, cuestionando abiertamente las demandas de quienes han movilizado a casi un millón de chilenos en las últimas dos marchas con la consigna No+AFP.

Según Ferreiro, la tormenta perfecta que implica la baja de las tasas de interés y el aumento de las expectativas de vida genera un escenario en que se podría terminar tomando “malas” decisiones, pues “la lógica de la acción política de corto plazo se parece muy poco a la lógica que debe prevalecer en el largo plazo”. A juicio de Ferreiro, el camino a tomar es claro: aumentar el sacrificio de ahorro actual para mejorar los ingresos en la vejez.

“Todo lo que hay que hacer ahora es sacrificio de consumo presente, al ahorrar más y así mejorar nuestra capacidad de consumo futuro. Esa lógica intertemporal, de mirada de largo plazo, por definición, no coincide para nada con la mirada prevaleciente de la acción política. Es fácil: no me hable de sacrificios de corto plazo, no me hable de beneficios que se van a percibir más allá de la próxima elección. El riesgo que tenemos es que tomemos decisiones efectistas, que inciden en el corto plazo, de una manera perceptible por las personas, pero que no sean sostenibles en el largo plazo”, expresó el también ex superintendente de AFP y de Valores y Seguros, advirtiendo que no se trata de los políticos chilenos sino de la clase política en general en el mundo.

Para ponerle aún más condimento a su alocución, Ferreiro advirtió que el escenario actual lleva a que se enfrente la necesidad de reformas como “una oportunidad para corregir”, pero al mismo tiempo “como una amenaza”. Y, dicha amenaza, Ferreiro la graficó duramente.

“Hay gente a la que le saliva la boca miles de millones ahorrados en los fondos y se imaginan que nos podemos dar una fiesta con esos fondos, mejorando las pensiones. ¿Y después que? No importa, yo no voy a estar”, sostuvo.

Por ello, Ferreiro apuntó directamente a lo que considera uno de los grandes riesgos del debate actual. “Hay que tener cuidado, hay que someter las propuestas no solo al juicio del impacto político efectista de corto plazo, sino a cómo se ven esas reformas, cuando nuestros hijos y nietos tengan que pagar el costo de las reformas que estamos decidiendo hoy”, apuntó.

En ese sentido, el ex ministro de Economía señaló que espera que el objetivo de Bachelet de llegar a un gran acuerdo nacional sea efectivo, y que el debate “salga de la trinchera política, polarizante, centrífuga, propia de una campaña electoral”.

Sin embargo, su percepción es que no será así, lamentando que un análisis como el que ambos plantearon no sea la norma. “Me temo que hoy hay una campaña en torno al sistema de pensiones, (donde) este tipo de debate más sesudo, racional, con números arriba de la mesa, no va a ser el tipo de conversaciones. Aquí lo que vamos a tener es un debate polarizante, buscando chivos expiatorios, gente pagando las culpas propias y las ajenas, porque nada le gusta más a la naturaleza humana que encontrar a un gran culpable de todo, especialmente cuando ese gran culpable nos permite omitir las responsabilidades propias”, lanzó.

Las palabras de Velasco

Andrés Velasco no se quedó atrás. “Comparto el temor. Personas como las que estamos aquí tenemos la responsabilidad pero también la oportunidad, antes que nada, de explicar. Uno de los datos más reveladores del informe (de la Comisión) Bravo (es que) la verdad es que los chilenos en general no tenemos la menor idea de cómo funciona el sistema de pensiones y eso permite que haya gente que ande por la vida diciendo leseras”, afirmó Velasco.

Y lo dijo apuntando al economista de Cenda, Manuel Riesco, quien ha representado públicamente a la economista polaca que constituyó el único voto en la Comisión Bravo que apoyó volver al sistema de reparto. Y, de paso, atacó duramente a los gobiernos peronistas de Nestor Kirchner y su mujer Cristina Fernández.

“Aquí voy a mencionar a uno con nombre y apellido, mirándolo a la cara: cuando gente como Manuel Riesco se ampara en su apellido vinoso para decir cosas como que al sistema le entra más plata de la que sale y, por tanto, sugiere que alguien se la está robando, todos sabemos que (respecto de) la esencia de un sistema de ahorro que consiste en que entra más plata de la que sale, si no fuese así, deberíamos estar preocupados. La única manera de que no fuera así, es que a los fondos de los ahorrantes les peguen un zarpazo. Pasó en un país vecino, en que había decenas de miles de millones de dólares que eran de los cotizantes, y los peronistas se las llevaron para la casa y todavía las andan buscando. Entonces se dicen cosas que no resisten el menor análisis, pero como suenan bien, aparecen en un titular. Hay un novelista británico que me gusta mucho (que dice): la vida es la guerra contra el cliché», expresó.

Y añadió: «Yo diría que es la guerra contra el cliché y las mentiras”.

Ambos también hicieron críticas al gobierno. Ferreiro aseguró que le faltó “coraje político” al Gobierno de Bachelet al no obligar a los independientes a cotizar y Velasco cuestionó que una medida necesaria para compensar a las mujeres que cotizan menos al cumplir, junto con su desempeño laboral, el rol de madre, como es la Ley de Salas Cunas, no la haya realizado Bachelet. “Uno esperaría que un gobierno dirigido por una mujer lo hiciera”, dijo, apuntando a su ex jefa.

Luego Velasco dispararía nuevamente contra Bachelet cuando se le preguntó por qué no subieron la edad de jubilación de las mujeres cuando él fue ministro de Hacienda. “Yo compartía esa idea, la Presidenta no”, afirmó.

Consultados sobre el rol del Estado –garantista o subsidiario– en el sistema de capitalización, tampoco tuvieron diferencias. Al igual que respecto del costo que tendría para el fisco mejorar las pensiones.

Ferreiro dijo que el Estado debe regular bien el sistema de ahorro administrado por los privados, labor que –a su juico– ha hecho “razonablemente bien” y “establecer, conforme a las preferencias políticas y la capacidad económica, derechos sociales garantizados como se hizo en 2008, con el pilar solidario”.

En su opinión, el pilar solidario debe ser aumentado y, para ello, apuntó que el Estado gasta casi 3 puntos del PIB en pensiones, aunque casi la mitad de eso va a las Fueras Armadas, que beneficia a casi 200 mil personas, mientras que el pilar solidario, que destina menos de 1 punto de PIB, beneficia a 1,3 millón de chilenos y chilenas. Y aunque ambos consideran que no debe haber trinchera política, apuntando a ideologización del debate, Ferreiro definió su propia mirada sobre rol “subsidiario” que debe tener el Estado.

“Para mí, subsidiario no es una palabra negativa. Vengo de una visión política en que esa palabra es una virtud, no es un problema. Y subsidiario es que las personas puedan resolver aquello que puedan resolver y el Estado intervenga activamente en resolver aquello que no puedan resolver. Quien pueda ahorrar, que lo haga, estimulando, forzando; quien, con todo, no haya podido acceder a una pensión digna, el Estado subsidiariamente… a través de un pilar que en Chile va a crecer de manera significativa para estar más o menos a la par de países del mismo nivel de desarrollo”, explicó.

Velasco, en tanto, respaldó el rol del Estado, aunque criticó la labor que muchas veces realiza. “Primero, hacen promesas de campaña, lo que es normal, pero es malo para legitimidad democrática. La Constitución nos garantiza a todos un medioambiente limpio y miren ustedes por la ventana y se van a dar cuenta de que esa es una promesa que el Estado de Chile hace en vano. Por lo tanto, cualquier discusión productiva acerca del Estado tiene que preguntarse no solo qué dice el Estado sino qué hace y, en especial, cómo financia lo que quiere hacer”, señaló el ex titular de Hacienda.

Luego explicó, con el caso de Europa, lo que a su parecer no debe ocurrir en Chile. “El problema en Europa es que el Estado dice algo, pero no le alcanza la plata para hacer lo que dice. En la reciente crisis europea, en un país como Grecia, que entró en crisis fiscal total, lo que el Estado tuvo que hacer fue recortar las pensiones cuando la gente y la economía estaban en las peores condiciones, y los parientes jóvenes de los viejos estaban sin pega y no podían ayudar. Eso es exactamente lo que no queremos. Como dijo Alejandro, lo que pasa es que como en Europa esas obligaciones no están documentadas, no se puede decir la magnitud. Si uno hace el cálculo, los estados europeos nunca van a cumplir estas obligaciones y, por eso, el debate en Italia, España y muchos países es ‘qué hacemos, hicimos una promesa, no se puede cumplir hoy, alguien va a tener que pagar la cuenta o, en su defecto, la promesa debe alterarse’. Y eso es lo que no nos puede pasar”, expresó.

Su segunda crítica al rol del Estado apuntó al financiamiento a las pensiones de las Fuerzas Armadas con las ventas de Codelco, lo que –en su opinión– debe ser revertido para que exista un solo sistema de pensiones en el país.

Al ser consultados por el costo que tendría que asumir el Estado para mejorar las pensiones, Velasco advirtió que se requerirá aumentar el gasto actual entre 1 punto y 1 punto y medio del PIB. Según él, no se puede esperar que Chile gaste lo mismo que en Europa (más de 6 puntos del PIB), pues en esos países como España hay más porcentaje de la población en edad de jubilar y por eso debe destinar más dinero. “Es comparar peras con manzanas”, aseveró.

Ferreiro planteó un elemento adicional y polémico, advirtiendo que se debe focalizar el aporte del Estado en los sectores más pobres, asegurando que no son los actuales pensionados los de menores ingresos. “Donde hay menos pobreza relativa no es en la tercera edad, algo ocurre que ingresos disponibles más bajos no son de la tercera edad, y eso es importante al momento de tomar la decisión política de la asignación del gasto público, porque, por otro lado, qué hacemos con el Sename, no protestan los niños. Hay un tema de asignación de prioridades. Junto con debatir sobre pensiones hay que hacer el ejercicio estadístico (…) debemos concentrarnos en otros segmentos etarios”, apuntó.

La excepción a la regla en el debate la desplegó Velasco, quien propuso que las AFP traspasen parte de sus comisiones a las cotizaciones, sin especificar la vía. Ante los periodistas explicaría, luego, que apoya la idea de que las licitaciones de afiliados se apliquen para todos, no solo para los nuevos.

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