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SVS fiscalizó parcialmente este año los dos polémicos fondos que tienen a Aurus Capital en el ojo del huracán Mercado plantea duda acerca de la profundidad de supervisión del regulador

SVS fiscalizó parcialmente este año los dos polémicos fondos que tienen a Aurus Capital en el ojo del huracán

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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¿Habrá sido suficiente? Es la pregunta que surge luego de que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) revisara parte importante de la información financiera provista por la AGF sobre los fondos Insignia y Global. En mayo el regulador revisó los estados financieros y la cartera de inversiones de Insignia, solo reconociendo anomalías contables. En el segundo fondo, la SVS advirtió en febrero que sus folletos informativos contenían información que podría inducir a error a los aportantes. Todos, antecedentes que, en apariencia, no dieron pie para anticiparse al presunto fraude montado por Mauricio Peña.


Aún está por verse si la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) eventualmente tomará cartas en el caso Aurus. Hace dos semanas la administradora de fondos de inversión reconoció que había sido víctima de un fraude maquinado por Mauricio Peña –su ex gerente de inversiones y socio de la compañía–, causándole un perjuicio económico al patrimonio de ambos fondos que se estima hoy en US$35 millones. Esto, por haber maquillado antecedentes que, en alguna medida, fueron revisados por la SVS.

Los fondos Insignia y Global –los dos vehículos afectados– fueron motivo de inquietudes por parte del regulador. Aunque esas dudas aparentemente fueron insuficientes para haber advertido los engaños de Peña, que en todo caso son bastante recientes. Mientras en el primer vehículo el regulador advirtió en mayo anomalías contables –tras haber fiscalizado sus estados financieros y su cartera de inversiones–, en el segundo instruyó a Aurus a corregir sus folletos informativos, ya que estos podían inducir a error al mercado, según expresó en febrero de este año.

La administradora general de fondos (AGF) sostiene que la labor de la SVS en ambos casos solo respondió a la información pública provista por Aurus, en consecuencia, no era lo suficientemente profunda como para anticiparse a los fraudes que hoy investiga el Ministerio Público. Desde la SVS, en tanto, no hubo respuestas a las consultas planteadas por este medio.

Los activos de Insignia

En mayo pasado, la SVS informó a Aurus que revisó los distintos dictámenes de auditoría que había en sus estados financieros correspondientes a 2015. Esa labor se hizo en relación con los fondos Renta Inmobiliaria –el más importante de Aurus, con aportes que superan los US$120 millones– e Insignia.

Aurus había adquirido ese año cuotas de su propia emisión, registrándolas como activos financieros en su cartera y valorizándolas al valor de mercado por $588 millones, sin embargo, la readquisición de instrumentos de patrimonio propio (cuotas de propia emisión) se debían deducir del patrimonio (aportes) por no corresponder a un aumento efectivo de estos. Esta situación fue reconocida por la auditora Ernst & Young, razón por la cual emitió una opinión con salvedades al balance de dicho fondo.

“En nuestra opinión, excepto por los efectos del asunto descrito en el párrafo anterior de ‘Base para la opinión con salvedades’, los mencionados estados financieros presentan razonablemente, en todos sus aspectos significativos, la situación financiera de Aurus Insignia Fondo de Inversión al 31 de diciembre de 2015, y los resultados de sus operaciones y los flujos de efectivo por el año terminado en esa fecha de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera”, sostuvo la auditora.

Por ello fue que el regulador revisó los estados financieros y la cartera de inversiones del fondo, según refiere un oficio enviado el 20 de mayo de este año. En ese proceso constató lo siguiente: “En el Estado de Situación Financiera en la cuenta ‘Activos Financieros a Valor Razonable con efecto en Resultados’ y en la cartera de ‘Inversiones en valores o instrumentos emitidos por emisiones nacionales’ de ambos fondos, se reconocieron y registraron saldos correspondientes a cuotas de propia emisión. Asimismo, en el referido estado se observó que en la composición del patrimonio de los referidos fondos, no se dedujeron ni revelaron saldos por dicho concepto”.

Tras ello, la SVS instruyó a Aurus a que proceda a efectuar dichos ajustes y que efectúe las gestiones necesarias para proporcionar a Ernst & Young los estados financieros corregidos, con tal de que la auditora pueda “emitir una nueva opinión sin salvedades, a la mayor brevedad posible”.

Dicho error contable no sería grave, explican desde el mercado. De hecho, esta labor recaía en Compass, al haberse encargado de la contabilidad del fondo Insignia, pero plantea la duda sobre la profundidad de la supervisión de la SVS, considerando que esta revisó los balances y la cartera de inversiones de Insignia.

En el entorno de la administradora explican, como se señaló, que el regulador solo se nutrió de información pública, por tanto, era imposible anticiparse a las jugadas de Peña.

Este medio también consultó a la SVS sobre los alcances de dicha supervisión, pero no hubo respuestas.

Los cuestionados “fact sheets” del fondo Global

Los folletos informativos relacionados con el fondo Global de Aurus, los mismos que informaban la rentabilidad maquillada por Peña, también fueron objeto de revisión por parte de la SVS. Incluso el regulador advirtió que la información provista por la administradora podría inducir a error al mercado, considerando una serie desprolijidades que había en esos documentos.

Una primera alerta ocurrió en febrero, producto del “fact sheet” de enero de ese fondo. El regulador cuestionó algunos aspectos formales, como el hecho de que se señalara que su inicio de operaciones se informara como el 21 de septiembre de 2015, en circunstancias que estas partieron el 16 de noviembre de ese año. También cuestionó que la comisión por administración para algunas series no incluyera el IVA y, quizás lo más importante, que la información presentada en la sección «Desempeño Nominal Acumulado (USD)» no indicara la serie particular a la cual correspondía la información respectiva.

“La publicación en cuestión podría haber inducido a error, equívoco o confusión de los inversionistas respecto de las características esenciales del Fondo establecidas en su Reglamento Interno, motivo por el cual esa sociedad deberá procurar que cualquier información o característica del Fondo que se publicite y que forme parte de lo establecido en su Reglamento Interno, deberá corresponder a lo estipulado en aquél”, señaló la SVS.

A pesar de que en ese mismo documento la Superintendencia de Valores y Seguros dictaminó que sus observaciones deberán considerarse “para futuras publicaciones de esta naturaleza que la misma efectúe de los fondos bajo su administración”, volvió a la carga en junio pasado.

A fines de ese mes, el regulador le solicitó mayores antecedentes con respecto al folleto informativo del fondo, particularmente el que correspondía a la serie I. En este le pidió que sustente de mejor manera cómo calculaba las mejores y peores rentabilidades de los últimos cinco años.

En concreto, la SVS le pidió que remita información que posibilite sustentar la peor y mejor rentabilidad nominal mensual y anual de dicha serie y de la industria, informando además el criterio de agrupación de fondos, así como la nómina de estos. Asimismo, requirió que Aurus reporte antecedentes y la fuente utilizada para determinar la tasa anual de costos de dicho fondo y detalles respecto de los beneficios tributarios.

Todas estas inquietudes fueron respondidas por Aurus y, desde entonces, no recibió nuevas interrogantes por parte de la SVS.

Consultado el regulador sobre cómo se gestó la supervisión a estos “fact sheets” y si contrastó lo informado por Aurus con otras fuentes de información pública, tampoco hubo respuestas. Sí, desde la administradora, explicaron que estas últimas dudas respondían a observaciones formales planteadas por la SVS y que tampoco eran del todo suficientes para advertir que estos folletos informativos eran el resultado del manejo en Photoshop que tenía Peña.

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