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Los bancos centrales y el rebalse Opinión

Los bancos centrales y el rebalse

Joaquín Aguirre
Por : Joaquín Aguirre Economista jefe de Munita, Cruzat y Claro.
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«Si las tasas están bajas afuera, lo estarán adentro. El rebalse de liquidez ha encarecido todos los productos y el resultado es una caída en las tasas locales y una subida en las cotizaciones bursátiles. El IPSA coquetea con los máximos locales de los últimos 3 años, y las tasas del Banco Central a 5 años solo entregan un 1% más que la inflación y habría que sumarle solamente 90pb más para bonos corporativos de Rating AA local, lo que es bajo y afectará su ahorro y, por qué no decirlo, su vejez».


¿Sabía usted que prestarle plata a EE.UU. a 10 años apenas le devuelve la inflación?, pues el mercado dice que los norteamericanos no podrán comprar más productos en el futuro si deciden invertir en bonos de su país a 10 años.

Peor aún. Si los habitantes de Japón o Alemania les prestan recursos a sus gobiernos, se empobrecerán, ¡pues los retornos son negativos! Esto quiere decir que se destruye valor al invertir en estos títulos. La riqueza no solo habrá disminuido porque la cantidad de bienes que con esos ahorros se podrán comprar será menor, sino que, en términos nominales, sus ahorros caerán.

Esta locura es un regalo de los bancos centrales de los países desarrollados, pues son los principales compradores de deuda corporativa y soberana. De esta forma inyectan dinero y bajan las tasas, y a diferencia de los inversionistas racionales, no se guían por consideraciones de riesgo y retorno al invertir, sino que la meta es la tan ansiada inflación. Entonces, el rol del mercado para determinar las tasas está totalmente distorsionado, y aunque los estímulos en EE.UU. ya están en retiro, en Europa y Japón están disparando a mansalva.

La búsqueda de la inflación ha sido a costa de una hiperinflación de los bonos. El problema es que los agentes económicos no solo consumen tomates o leche, también consumen activos (ahorran), por lo que sacarles trote a los recursos es una tarea hercúlea con estas tasas. Casi todos los días aparece en las noticias financieras algún ojeroso administrador de pensiones manifestando esta preocupación.

Le entrego algunas cifras. Los bonos a 2 y 5 años de Alemania rentan en base anual – (menos) 0,65% y -0,44% y los de Japón -0,25% y -0,21%, respectivamente. Además, de acuerdo al semanario The Economist, el balance agregado de los seis principales Bancos Centrales (EE.UU., Suiza, Eurozona, Inglaterra, China y Japón) ha aumentado desde USD 2 trillones (millones de millones) el año 2002 a USD 18 trillones hoy.

Si cree que esta situación no tiene repercusiones en sus ahorros, se equivoca. Si las tasas están bajas afuera, lo estarán adentro. El rebalse de liquidez ha encarecido todos los productos y el resultado es una caída en las tasas locales y una subida en las cotizaciones bursátiles. El IPSA coquetea con los máximos locales de los últimos 3 años, y las tasas del Banco Central a 5 años solo entregan un 1% más que la inflación y habría que sumarle solamente 90pb más para bonos corporativos de Rating AA local, lo que es bajo y afectará su ahorro y, por qué no decirlo, su vejez.

En este contexto, los aversos al riesgo toman decisiones de portafolio muy distintas a las óptimas en escenarios normales. Gracias al estuco de los bancos centrales, ahora las inversiones feas vuelven a verse lindas y aumentamos el riesgo para raspar lo poco que queda en la olla. Esto en parte explica (junto con el rebote de algunos commodities) la caída de 330 puntos base del rendimiento de los bonos corporativos latinoamericanos durante el año.

La renta fija está cara y los inversionistas pueden caer en la tentación de comprar bonos más riesgosos y aumentar la ponderación en acciones para mejorar los ahorros. Puede que les vaya muy bien jugando a la silla musical antes de que la música se detenga, pero se habrán movilizado de perfil de riesgo casi sin darse cuenta. Téngase cuidado.

Joaquin Aguirre
Economista FinEcon

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