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El peso de Compass: presta servicios de back office a un tercio de las administradoras de fondos que hay en Chile Varios de los fondos cuentan con inversiones de las AFP, las que hasta el minuto no han planteado reparos

El peso de Compass: presta servicios de back office a un tercio de las administradoras de fondos que hay en Chile

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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En el marco del caso Aurus y las explicaciones que dio CG Servicios Financieros sobre su rol al Ministerio Público, expuso que, de las 48 administradoras generales de fondos que hay en el mercado local, tiene contratos con 15. En total son 69 fondos que delegan en esta compañía su back office. Por otro lado, ayer Aurus informó acerca de los resultados de la auditoría de Deloitte: daño patrimonial alcanza US$34,6 millones.


Hace poco menos de un mes se ventilaron las desavenencias entre Aurus Capital y CG Servicios Financieros, la filial de Compass que se dedica a prestar servicios de back office a distintos fondos de inversión, entre estos los dos vehículos que tienen a la primera de estas compañías en la cornisa.

A través de un hecho esencial, la afectada AGF quería subsanar dudas sobre el conflicto de interés que suponía valorizar sus propios activos. En ese contexto, explicó que gran parte de dicha labor descansaba en Compass, firma que no tardó en responder públicamente sobre su rol, haciéndolo días después ante la Fiscalía.

Lo anterior, considerando el manto de duda que se posaba sobre la labor de la filial de un pez gordo del mercado chileno, la cual –según detalló al Ministerio Público– le presta servicios de back office a casi un tercio de las administradoras del mercado local, pues tiene contratos con 15 compañías de un total de 48 inscritas en los registros de la SVS.

En suma, son 69 fondos los que tienen tercerizados los servicios de back office en CG Servicios Financieros, con más de 30 personas y sistemas computacionales para desarrollar las funciones que sus clientes le externalizan.

En varios de estos fondos invierten las AFP. A pesar de que Compass no quiso confirmarlo, hasta ahora ninguna administradora previsional ha planteado inquietudes respecto de la labor de CG Servicios Financieros.

En general, dichos servicios consisten en prestar soporte administrativo y procesamientos mecánicos de información financiera y de mercado. Lleva el registro de las transacciones y valorización de portafolios (sin incluir la valorización económica de los activos del mismo portafolio), la contabilidad y el cálculo del valor de la cuota de los fondos sobre la base de parámetros predefinidos.

Para esto último utiliza como fuente los precios informados por Bloomberg, bolsas de valores y Risk America, como ya lo detalló en el marco de la áspera discusión que se generó públicamente con Aurus, haciendo hincapié en que, para instrumentos ilíquidos y derivados sin información de fuente pública, los precios se obtienen directamente del cliente.

El rayado de cancha a Aurus

Compass entregó todos estos detalles hace unos días al Ministerio Público, rayándole la cancha a Aurus. Pues en esa ocasión le adjuntó al fiscal Carlos Gajardo al menos dos correos electrónicos que demostrarían que esta AGF administraba los modelos de valorización de los activos de los fondos Insignia y Global, los dos vehículos objetos de fraude por parte de Mauricio Peña, ex socio y portfolio manager de la firma.

En concreto, Compass detalló ante el Ministerio Público que Aurus adoptó la decisión de externalizar ciertos procesos o funciones mecánicas y de apoyo a su negocio, específicamente registros de transacciones de activos de los fondos y valorización de portafolios (que no incluye la valorización económica); conciliaciones; recepción y carga al sistema computacional de precios de activos; cálculo de valor cuota y los procesos contables (hasta la elaboración de borradores de estados financieros).

CG Servicios Financieros había suscrito tres contratos con Aurus, el primero en septiembre de 2013 y el último en noviembre de 2015. Según expuso la firma, su rol estaba bastante delimitado, pues enfatizó que nunca tuvo mayor “injerencia” en las decisiones de inversión y en la valorización económica de los activos en los que invertía Peña.

En la presentación que entregó a la Fiscalía, explicita que “no tiene injerencia en las decisiones comerciales del giro de la empresa mandante o en las decisiones de inversión de la ‘mesa de dinero’; injerencia en las políticas de la misma (por ejemplo, de inversión o rescate); injerencia en la valorización económica de los activos de los portafolios de inversión o de los activos subyacentes; injerencia o participación en los procedimientos de gestión de riesgos, control interno o compliance; participación en las labores de tesorería; participación en la definición de las estructuras internas o políticas de gobiernos corporativos; injerencia o apoyo en las labores del directorio de Aurus; y no cumple labores de auditoría externa respecto de materia alguna relacionada a los fondos”.

Informe de Deloitte sin sorpresas

En la tarde de ayer Aurus informó la conclusión de la valorización de activos que le encargó a la auditora Deloitte para los fondos Insignia y Global. Esta no arrojó mayores diferencias a los cálculos internos que había hecho la AGF.

En definitiva, cifró en US$34,6 millones el daño patrimonial de sus fondos. De acuerdo al informe, al 3 de octubre, el fondo Insignia contaba con US$64,978 millones, y el fondo Global US$11,236 millones, los cuales se comparan con los US$ 95,621 millones y US$15,185 millones que registraba la contabilidad de los respectivos fondos, una diferencia negativa de 32% y 26%, respectivamente.

Tras este resultado, el presidente de Aurus, Antonio Cruz, comunicó lo siguiente: “Nuestro compromiso, desde el primer día, ha sido actuar con la mayor diligencia y transparencia, para aclarar los hechos y reducir al máximo la incertidumbre que esta estafa, de la que fuimos víctimas junto a nuestros aportantes, ha generado en ellos y en el mercado en general. A la fecha, hemos entregado información oportuna, completa y certera, para que nuestros clientes y el mercado tomen decisiones correctas (…). Estamos trabajando con dedicación exclusiva para enfrentar este problema y darles una solución de mercado a aquellos aportantes que fueron afectados por el fraude cometido por este ex ejecutivo”.

En cuanto al perjuicio estimado contra los aportantes de ambos fondos, la cifra oscila alrededor de los US$20 millones. En el informe de Deloitte se detalla que, en el caso del fondo Insignia, la diferencia se generó principalmente por instrumentos sin respaldo de custodia, diferencias de precio y cantidad de cuotas –en el caso del Fondo MBI Perú–, diferencias de precios de instrumentos y de conciliaciones bancarias. En el caso de Global, en tanto, el daño se generó básicamente por diferencias de precios de instrumentos.

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