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Rodrigo Valdés y su advertencia a los empresarios acerca del peligro de caer en la política de la «posverdad» El fantasma de la campaña de Donald Trump hace su aparición en Enade 2016

Rodrigo Valdés y su advertencia a los empresarios acerca del peligro de caer en la política de la «posverdad»

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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La revista The Economist describe el concepto como «una confianza en afirmaciones que se ‘sienten verdad’ pero no se apoyan en la realidad». Las victorias de Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. y del Brexit en Gran Bretaña hicieron que el Diccionario de Oxford la eligiera como la palabra del año. Ayer el ministro de Hacienda hizo alusión al fenómeno y advirtió acerca del peligro que genera el “clima beligerante” en el debate público. Dando rienda suelta a una frustración acumulada, dijo que las exageraciones son nocivas, usando como ejemplo el debate sobre la reforma al Código de Aguas, el cual es perfectible, admitió, pero «está muy lejos de la campaña que hemos visto de algunos actores». Y, en tal sentido, añadió: «De nada sirven esas exageraciones. Lo mismo pasa respecto del debate, ya viejo debate, sobre el efecto de las reformas en la desaceleración».


La «posverdad» aterrizó en Casa Piedra ayer y tomó un rol protagónico en la clausura de la Enade 2016.

La revista The Economist describe el concepto como «una confianza en afirmaciones que se ‘sienten verdad’ pero no se apoyan en la realidad».

Las victorias de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. y del Brexit en Gran Bretaña hicieron que el Diccionario de Oxford la eligiera como la palabra del año.

En la campaña presidencial de Trump el concepto se convirtió en protagonista a medida que era más y más evidente que los hechos objetivos «eran menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal».

«Trump es el máximo exponente de la política ‘posverdad'», sostuvo The Economist.

Ayer el ministro de Hacienda hizo alusión al fenómeno. Primero, con un elaborado pero divertido chiste y, después, con una dura advertencia acerca del peligro que genera el “clima beligerante” en el debate público.

Dando rienda suelta quizás a meses de frustración acumulada, Valdés dijo a los cientos de empresarios presentes que las exageraciones son nocivas, usando como ejemplo el debate sobre la reforma al Código de Aguas, el cual es perfectible, admitió, pero «está muy lejos de la campaña que hemos visto de algunos actores». Y, en tal sentido, añadió: «De nada sirven esas exageraciones. Lo mismo pasa respecto del debate, ya viejo debate, sobre el efecto de las reformas en la desaceleración». Y cerró la idea señalando que «ver todo en blanco o negro no ayuda a avanzar. Necesitamos seriedad y altura de miras en el debate”.

Apeló, asimismo, a tener una cabeza fría, a no sobrerreaccionar y a utilizar la información adecuada. Usó como ejemplo la economía peruana, con la que los empresarios parecen estar enamorados. Valdés mostró con cifras y gráficos que la inversión ha caído con más fuerza en Perú y que el PIB no minero crece más en Chile. Y Perú no puede culpar a las reformas de Michelle Bachelet.

Apoyo de Paulmann

El empresario Horst Paulmann, invitado de honor a la Enade este año, tuvo palabras de apoyo a las frustraciones del ministro de Hacienda.

«El ministro es un 7 o un 10 en Alemania, ha hecho cosas muy buenas. Demostremos que tenemos confianza en nosotros y este país irá para arriba», aunque, al mismo tiempo, descartó que el empresariado esté paranoico. «No hay una paranoia, estamos medio confundidos y estamos mirando al otro como si nos quisiera hacer algo. Sabemos que a este país hay que echarlo para arriba y eso es lo que tenemos que hacer”, afirmó.

“El precio del cobre obviamente le ha golpeado fuerte a Chile. La posibilidad de que Chile vaya por mal camino es muy remota. De que puede estar mejor, siempre puede estar mejor”, agregó el controlador de Cencosud.

Valdés le devolvió la mano: «Paulmann siempre ha sido comprometido con invertir en Chile».

Por su parte, Guillermo Tagle –ex presidente de Icare y ahora máximo responsable de IM Trust Credicorp Capital– trató de ponerle paños fríos a lo expresado por Valdés. Dijo que “el crecimiento y la inversión son elementos que se van construyendo con expectativas, mirando el futuro. En el inicio de 2014 hubo una expectativa sobre la magnitud de cambios que hizo que la gente esperara. Después se empezó a avanzar en una línea más gradual y en ese sentido las empresas han ido ajustando sus planes de inversión. Las inversiones hay que mirarlas a 10 años plazo o 15 años, por sobre los distintos ciclos de los distintos gobiernos. Hubo un temor inicial en los primeros meses de Gobierno, ahora la mirada apunta a los próximos cinco años”, puntualizó.

Estrechez fiscal

El ministro de Hacienda Rodrigo Valdés aprovechó de apelar a que las propuestas electorales reconozcan la realidad de las cuentas públicas y los principios básicos de la responsabilidad fiscal. “Este es un activo que hemos construido entre todos en Chile y que debemos cuidar”, indicó.

En dicho marco, agregó que la única forma de responder a las demandas ciudadanas es con crecimiento. “Se juega al final del día en cómo compatibilizamos las crecientes demandas ciudadanas con los recursos e instrumentos escasos que tenemos para darles respuestas. Puede haber al final del día múltiples fórmulas, pero yo estoy convencido de que sin un mayor crecimiento, ese camino se vuelve mucho más difícil, pedregoso e incluso peligroso. Trabajemos juntos por más crecimiento y más entendimiento”, planteó.

Reiteró, asimismo, que el Presupuesto 2017 que se aprobó “es responsable con esta generación y con las generaciones futuras. Nos permite ir adaptándonos a la realidad de menos ingresos que enfrentamos. Uno lo puede hacer gradualmente, pero no puede dejar de adaptarse. Además, incluye un acuerdo transversal para seguir avanzando en educación. Qué bien le hizo a la discusión del Congreso tener ese acuerdo”, afirmó.

Crecimiento

El ministro de Hacienda se mostró optimista acerca del próximo año, a pesar de las magras cifras sectoriales que se publicaron esta semana. Dijo que Chile se ha estado acomodando bien ante la fuerte caída en el precio del cobre, que ha significado un fuerte descenso en los ingresos del fisco, lo que se traduce en la pérdida por 4 puntos del PIB. “Y para qué decir del Imacec que nos espera el lunes”, añadió.

Valdés apuntó a una serie de señales para que tanto la inversión como el crecimiento repunten y que Chile retome un mayor dinamismo. Afirmó que el ajuste en la inversión y producción minera debería estar llegando a su fin. Hizo hincapié en los índices de confianza empresarial y aseguró que la culminación de reformas importantes “con acuerdos y concesiones por lado y lado, han permitido reducir la incertidumbre”.

Agregó que los datos en empleo que muestran estabilidad también son positivos.

El ministro manifestó que “en mi opinión todavía falta más empuje privado, más momentum, como se dice en esta Enade. Falta creer y tener confianza en que este es un buen país para invertir, con bases sólidas, que no están sujetas a los vaivenes de la coyuntura”.

Valdés también se refirió al debate sobre las pensiones. En dicho contexto, expresó que “tenemos una demanda transversal, ciudadana y bien fundada por mejores pensiones. Y abordarla exige un trabajo riguroso y voluntad de diálogo para construir un acuerdo que haga viable cualquier cambio”.

Ese acuerdo se está forjando en torno a los siguientes principios: que los cambios sean sostenibles en el tiempo, incentivos correctos para que la gente «trabaje, cotice, desincentivos a la informalidad”.

Y, finalmente, el titular de Hacienda dijo que “necesitamos elementos que agreguen solidaridad o menos individualismo que el sistema actual, si no, este sistema políticamente no es viable”.

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