La que viene será la de la reunión de la Reserva Federal en la que se espera que haya una revisión al alza de las tasas de interés de referencia, lo que puede restar algo del dinero que fluye al parqué neoyorquino.
Wall Street tuvo hoy un empacho de ganancias, con el duodécimo récord del Dow Jones de Industriales desde las últimas elecciones, que si sigue así no tardará mucho en llegar a los 20.000 puntos.
El Dow Jones, el principal indicador del mercado, subió 1,55 % y terminó con 19.549,62 puntos. Durante la sesión llegó a ganar 306 puntos, aunque luego tuvo un ligero descenso y sólo avanzó 295 enteros.
Si tiene un par de empujones como el de hoy, este indicador llegará a los 20.000 puntos.
Todo parece indicar que la tendencia sigue siendo al alza, por lo menos en lo que resta de esta semana.
La que viene será la de la reunión de la Reserva Federal en la que se espera que haya una revisión al alza de las tasas de interés de referencia, lo que puede restar algo del dinero que fluye al parqué neoyorquino.
Wall Street, sin embargo, ya ha digerido por anticipado esa posibilidad, y ha dejado de preocuparle.
Hoy se anotaron récords el Dow Jones y el selectivo S&P 500, el preferido por muchas firmas de inversión, pero el índice compuesto del mercado Nasdaq, que subió 1,14 %, se quedó a cinco puntos de un nuevo récord.
Pero sí alcanzaron marcas históricas las empresas de pequeña y mediana capitalización del Nasdaq, lo que es buena señal para ese mercado bursátil, en el que cotizan los principales grupos tecnológicos.
Fue un empacho de ganancias en el parqué bursátil nada más. Los bonos y el dólar retrocedieron en sus respectivos mercados, y también lo hizo materias primas como el petróleo, que bajó por segunda vez.
Pero también hubo notables perdedores hoy en Wall Street: el sector de salud perdió 0,84 % y el de biotecnología cayó casi 3 %.
Ello se comprueba en los treinta títulos incluidos en el Dow Jones, ya que los únicos tres que bajaron fueron los tres vinculados al sector de salud: Pfizer perdió 1,17 %, Johnson & Johnson cedió 0,86 % y Merck bajó 0,36 %.
Aunque en este tema sólo hay un culpable: el presidente electo, Donald Trump.
Y es que hoy apareció una entrevista en la revista Time en la que, muy esquemáticamente, Trump anunció su intención de buscar una rebaja en los precios de los medicamentos cuando llegue a la Casa Blanca, el 20 de enero.
«No me gusta lo que está pasando con los precios de los medicamentos», se quejó Trump, que suele lanzar avisos parecidos para meter miedo, antes de adoptar alguna decisión.
Que no le guste eso a Trump no parece una gran revelación, porque tampoco le gusta al resto de los estadounidenses, para quienes la industria farmacéutica probablemente sea la más odiada. EFE
