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Grupo de expertos de la U. de Chile recomendó al Banco Central recortar a 3,25% la tasa y «evitar que las expectativas e inflación caigan bajo el rango meta»

Grupo de expertos de la U. de Chile recomendó al Banco Central recortar a 3,25% la tasa y «evitar que las expectativas e inflación caigan bajo el rango meta»

Previo a la reunión de enero que llevará a cabo este jueves el Consejo del Banco Central, los economistas señalaron que «nuevas reducciones en la tasa rectora dependerán de cómo evolucionen las expectativas y proyecciones de inflación y, en particular de como el ajuste monetario en los Estados Unidos afecte el valor del dólar».


El Grupo de Política Monetaria de la Universidad de Chile recomendó este miércoles al Banco Central, de forma unánime, bajar la Tasa de Política Monetaria en 25 puntos base a 3,25%.

El grupo compuesto por los economistas Raphael Bergoeing, Carlos Budnevich, Tomás Izquierdo, Guillermo Le Fort y Gonzalo Sanhueza, apuntaron a esta opción «con el fin de evitar que las expectativas y la tasa efectiva de inflación caigan por debajo del centro del rango meta».

La propuesta del GPM es acorde a las expectativas del mercado, que espera un recorte en la reunión que llevará a cabo este jueves el Consejo de la entidad rectora, así como por lo menos otro recorte durante el primer trimestre de este 2017.

En ese sentido, los expertos de la U. de Chile indicaron que «nuevas reducciones en la tasa rectora dependerán de cómo evolucionen las expectativas y proyecciones de inflación y, en particular de como el ajuste monetario en los Estados Unidos afecte el valor del dólar».

A través de un comunicado, detallaron que «la inflación en 12 meses se ha reducido bajo el centro del rango meta, tanto para el IPC como para distintos indicadores subyacentes. Además, el tipo de cambio peso/dólar se ha estabilizado en un nivel que implica una tasa de depreciación anual negativa ya desde hace varios meses. Al
mismo tiempo los indicadores de salarios siguen mostrando una desaceleración todo lo que sigue contribuyendo a la reducción de las presiones inflacionarias».

Cabe destacar que la inflación de diciembre fue negativa (-0,2%), con lo que la tasa de inflación en 12 meses cayó por debajo del centro del rango meta del Banco Central (3%).

Respecto a la economía global, indicaron que los indicadores sugieren que en el actual curso de cosas 2017 sería un mejor año que 2016 en materia de crecimiento, «gracias a los esfuerzos desplegados por años para superar los efectos de la crisis sub prime».

Ponen énfasis en que los mercados están a la espera de las posibles sorpresas que deparará la nueva administración de los Estados Unidos.

Del «efecto Trump», señalan que las iniciativas más temidas son las que tengan que ver con restricciones comerciales ya sea contra China, Europa o los socios del NAFTA. «Esto podría tener efectos muy nocivos sobre la
inversión al ampliar la incertidumbre y reduciría el comercio internacional, con el consecuente impacto de menor crecimiento norteamericano y global en el mediano plazo. Por el contrario, las iniciativas que impulse el nuevo gobierno que tengan que ver con empuje fiscal a la demanda agregada, ya sea programas de inversión en infraestructura o recortes de impuestos, reforzaría la recuperación ya en marcha, con impactos expansivos que también se verterían a nivel global, incluyendo por cierto sobre el precio del cobre y sobre el valor del dólar».

En el ámbito local, señalan que «a pesar de la desaceleración de la actividad de 2,1% en 2015 a 1,6% en 2016, el empleo apenas se ha desacelerado de 1,5% a 1,3% en el mismo lapso, implicando una tasa de crecimiento del empleo
demasiado alta para el ritmo de expansión de la actividad. Esto en buena parte responde a una fuerte expansión del empleo informal o por cuenta propia que difícilmente se sostenga, y ha resultado en una tasa de desempleo promedio de 6,5% en 2016, solo 0,3 puntos porcentuales por sobre el promedio del año anterior. Existen fundados riesgos de que en 2017 la desaceleración del empleo se intensifique y con ello se incremente la tasa de desempleo y se reduzcan las presiones de costo laborales».

Apuntan a que la tendencia estable del valor del dólar en los últimos 6 meses «ha reducido la tasa de depreciación en 12 meses a valores negativos del orden de -5% anual. Esto de continuar generaría presiones des-inflacionarias adicionales que podrían llevar la tasa de inflación en 12 meses hacia el límite inferior del rango meta», añadiendo que «esta situación podría revertirse sin acción del Banco Central si el valor internacional del dólar subiera bruscamente, pero nada garantiza que ello ocurra, lo que hace oportuno actuar, pero seguir observando la evolución de las condiciones externas y sus efectos sobre el tipo de cambio».

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