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Masvida en tratamiento intensivo: Clínica Las Lilas revela millonario ajuste negativo en su patrimonio Las isapres se están quedando sin opciones

Masvida en tratamiento intensivo: Clínica Las Lilas revela millonario ajuste negativo en su patrimonio

Pocos días después de que Southern Cross informara al directorio de Masvida que las negociaciones se encontraban en punto muerto, Clínica Las Lilas –uno de los principales activos del holding– reveló al regulador de Salud un ajuste patrimonial negativo por más de $23 mil millones, sumándose a los graves problemas de contabilidad que afectan a Clínica Las Condes. En esta ocasión, su gerente general asume que la situación es insostenible, tomando medidas extremas. A los pocos días, el superintendente dio una entrevista en la prensa, en la que no se refirió a la carta. Ernst & Young es señalada como la auditora que no advirtió anomalías en sus balances. Análisis que podrían afectar la situación financiera de Masvida incidieron para que Southern Cross no siguiera con la operación.


Más que compleja es la situación para Masvida. La estrecha situación financiera del holding dueño de la isapre y de la red de clínicas más grande del país, está cada vez más lejos de encontrar una solución. No solo por la inminente caída de la operación con Southern Cross (SC) –fondo de inversión que se haría con el 55% de la sociedad a cambio de $60 mil millones– sino también por contingencias recientes que afectan a uno de sus principales activos: Clínica Las Lilas.

A pocos días de que Clínica Las Condes revelara graves problemas de contabilidad, pudiendo haber entregado información falsa al mercado por cerca de ocho años, su par de Las Lilas dio a conocer hace solo unos días que sus balances tampoco se corresponden con la realidad.

Esto, por información que durante los primeros días de enero le fuera reportada a la gerencia, poco después de que Southern Cross diera por muerta la negociación con Masvida.

El 28 diciembre, el fondo manejado por Raúl Sotomayor y Norberto Morita le informó al directorio que se analizaron situaciones que podrían afectar la situación financiera de la empresa, a la vez que esta tampoco cumplió las condiciones precedentes establecidas en el due diligence, según consignó El Mercurio el sábado pasado.

Se suponía que el 5 de enero ingresaría SC a su propiedad mediante la capitalización de la compañía, pero lo cierto es que ni siquiera se firmó un acuerdo marco, el cual estaba fechado para el 24 de noviembre del año pasado. Lo anterior, a pesar de que hace solamente unos días, el 20 de enero, Masvida informó en su web que las tratativas con SC seguían vigentes.

Ahora surge una nueva contingencia para el holding. Eduardo Serradilla, gerente general de Clínica Las Lilas, le entregó a la Superintendencia de Salud nuevos datos reveladores de la fragilidad financiera de la firma, producto de un ajuste patrimonial negativo de $23.770 millones que afectaría a los balances de ejercicios anteriores.

Ello, como resultado de la “re-expresión” de los estados financieros para 2015 y 2014, por parte de la auditora Ernst & Young (E&Y), consultora con la cual cortaron servicios el año pasado tras contratar a Deloitte, pues E&Y venía auditando la clínica en los últimos cinco años.

La revisión de estos balances ocurrió después de la contratación de una auditoría forense de Grant Thornton, una vez que se detectaran provisiones de deudores por ventas sin justificación ni cobrabilidad por parte de la gerencia anterior. El resultado de este proceso concluyó que hubo “una serie de egresos no justificados por prestaciones de servicios y ejecuciones de obras en tres empresas instrumentales que determinaron fueron creadas para obtener recursos con cargo al Patrimonio de Clínica Las Lilas. Ello derivó en una querella criminal por fraude o estafa contra quienes resulten responsables”.

El detalle dice así: “Ernst & Young, el auditor anterior, trabajó en la re-expresión de los Estados Financieros al 31 de Diciembre de los años 2015, 2014 y 1 de enero del 2014. Recientemente, el pasado 9 de enero del 2017, se me informó que el ajuste Patrimonial negativo será de $23.770.255.537 lo que deja actualmente nuestro Patrimonio negativo en $4.903.120.450. Los resultados al 31 de Diciembre de 2015 arrojaron una pérdida de $3.544.671.000. El ajuste principal obedece a ingresos por ventas que no fueron realizadas y que suman $19.026.967.342 y por pasivos financieros de Factoring que no registrados contablemente por $8.014.268.224” (sic).

“Menciono y doy fe, que de todo lo anterior el Directorio de Clínica Las Lilas no tuvo hasta conocimiento, ya que toda la información entregada e informada era adulterada (…). Existiendo además una auditoría externa de los últimos cinco años de estados financieros sin observaciones realizada por los auditores Ernst & Young”, dijo textualmente Serradilla a la Superintendencia de Salud.

Las Lilas en la UTI

La carta enviada por el ejecutivo se produjo un día después (18 de enero) que el titular de la Superintendencia, Sebastián Pavlovic, afirmara a la prensa que no han recibido señales de un inminente quiebre de Masvida.

En el documento, Serradilla advierte sin rodeos que “Clínica Las Lilas presenta graves problemas que podrían comprometer su funcionamiento ya que actualmente no podemos seguir sosteniendo esta situación con Isapre Masvida y que también les perjudica a ellos porque no podemos a su vez pagar nuestra deuda con ellos y MV Financial”, otra filial del conglomerado dirigido por Claudio Santander.

“Como una medida de contingencia, hemos llegado al extremo de decidir modificar la metodología de cobro a pacientes hospitalarios de Isapre Masvida, haciendo que estos paguen el monto total de la cuenta al momento de recibirla, excepto cuando se trate de una atención GES, y posteriormente tramiten su reembolso en la Isapre”, prosigue.

Son varias las deudas que arrastra la clínica con distintos acreedores. Un grupo lo constituyen los propios médicos, a los cuales se les paga honorarios “contra recupero de la cuenta, no obstante lo anterior, ha sido muy complejo para las finanzas de la Clínica regularizar la deuda por honorarios médicos que se arrastraba producto de la errónea política que se practicaba”.

A septiembre, había atrasos cercanos a los cuatro y cinco meses en los pagos a los médicos, por cerca de $2.100 millones, cifra que se pactó regularizar en tres cuotas, siendo estas a fines de octubre, noviembre y diciembre, respectivamente. La última cuota de diciembre fue imposible de realizar, adeudándose a la fecha $700 millones.

A Isapre Masvida le adeuda otros $12.431,4 millones. La isapre representa el 70% de los ingresos por ventas de la clínica. Además, le debe a MV Financial préstamos por $15.125.581.457 que no ha podido pagar.

Por su parte, Isapre Masvida le adeuda a la clínica, por prestaciones otorgadas y no bonificadas fuera del plazo legal, $1.059.274.132 y, adicionalmente, $6.723.498.347 por prestaciones facturadas y no pagadas.

Con proveedores de insumos y medicamentos, las deudas ascienden hasta los $4.555 millones.

Una solución es compleja, ya que desde agosto pasado que la isapre tampoco puede inyectarle recursos a la clínica, considerando la prohibición de poder saldar deudas a entidades relacionadas, a cambio de obtener flexibilidad en las garantías exigidas por el regulador.

“Isapre Masvida solamente ha podido pagar montos mínimos, producto de que con la liberación de garantía tiene prohibido pagar a entidades relacionadas, ya que los prepagos adeudados por Clínica Las Lilas superan la deuda de Isapre Masvida con la Clínica en $7 mil millones”, se dice al respecto.

Por ello es que Serradilla pidió “que así como se aprobó el pago de facturas de empresas relacionadas con cargo a la liberación de garantía de Honorarios médicos, solicito encarecidamente evaluar hacer esta misma excepción para pago de nuestras facturas en un monto equivalente que nos permita solo pagar los medicamentes e insumos que han sido utilizados exclusivamente para la atención directa de nuestros pacientes”.

“Esto además tiene doble beneficio, ya que los proveedores no subirán sus precios y los pacientes no serán perjudicados por aumento en sus cuentas; asegurando la continuidad en los suministros de medicamentos e insumos”, añade.

Fuentes afirman que la realidad que afecta a la clínica no fue un factor que incidiera en la fallida negociación con Southern Cross.

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