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Wall Street esperanzada con plan de Trump de desmantelar regulación impuesta para evitar que se repita crisis de 2008

Wall Street esperanzada con plan de Trump de desmantelar regulación impuesta para evitar que se repita crisis de 2008

Trump suscribió el viernes dos decretos destinados a comenzar el proceso para deshacer el sistema regulatorio erigido después de la crisis financiera. Entre los blancos están las normas que protegen contra las prácticas crediticias predatorias, obligan a los corredores a reducir las comisiones para los jubilados y prohíben la operación bursátil por cuenta propia.


Justo cuando Wall Street estaba comenzando a preguntarse si el presidente Donald Trump realmente sería bueno para los negocios, la nueva administración está cumpliendo los deseos de los banqueros y haciendo que las acciones de las grandes entidades financieras se disparen.

Trump suscribió el viernes dos decretos destinados a comenzar el proceso para deshacer el sistema regulatorio erigido después de la crisis financiera. Entre los blancos están las normas que protegen contra las prácticas crediticias predatorias, obligan a los corredores a reducir las comisiones para los jubilados y prohíben la operación bursátil por cuenta propia.

Líderes del sector financiero como Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs Group Inc., y Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase & Co., vienen presionando desde hace años para que se efectúen ese tipo de cambios, argumentando que el sistema impuesto por la Ley Dodd-Frank de 2010 limitaba demasiado al sector. Después de que Trump se concentrara durante sus primeras dos semanas al mando en restringir el comercio y la inmigración -políticas a las que muchos en el sector financiero se oponen- la firma del presidente pone en marcha un proceso de desmantelamiento de las normas que a ellos más los irritaban.

“Vamos a atacar todos los aspectos de la ley Dodd-Frank”, dijo el viernes en una entrevista en Bloomberg Television Gary Cohn, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca. “Vamos a comprometer a la Cámara de Representantes, vamos a comprometer al Senado. Ellos están igualmente interesados en reformar parte de los procesos regulatorios. Podemos hacer bastante sin ellos, pero mientras más ayuda tengamos del Congreso, en mejor posición vamos a estar todos”.

Acción en el Congreso

Conseguir la aprobación en el Congreso de cualquier cambio a la ley Dodd-Frank no será fácil. La mayor parte de la legislación requeriría el respaldo de al menos ocho demócratas en el Senado para evitar mecanismos de obstrucción. Los republicanos podrían intentar apuntar a partes de la legislación, lo que no requeriría ni un voto demócrata, pero eso requiere demostrar que determinadas cláusulas de la ley Dodd-Frank son un gasto fiscal innecesario.

Los republicanos de la Cámara -liderados por el presidente del Comité de Servicios Financieros, Jeb Hensarling- planean presentar en las próximas semanas un proyecto de ley que reemplace la ley Dodd-Frank. El Comité de Banca del Senado no ha propuesto su propia legislación.

Los mercados bursátiles estadounidenses, que habían caído en la semana en medio de la controversia migratoria, subían el viernes, aproximándose a los recientes máximos récord, con las acciones financieras a la cabeza. El índice S&P 500 Financials, compuesto por 63 compañías, ascendía 1,8 por ciento a las 12:43 a.m. en Nueva York. Goldman Sachs subía 4,1 por ciento y Morgan Stanley escalaba 5,2 por ciento, la mayor alza desde el 9 de noviembre, el día después de la elección.

Cohn, quien hasta hace poco era el segundo en Goldman Sachs, y Steven Mnuchin, el ex banquero que Trump designó secretario del Tesoro, están asesorando al presidente sobre los cambios a la norma. Antes de suscribir el decreto ejecutivo, Trump planea reunirse con Dimon y los otros miembros de su panel de asesores económicos, liderados por el CEO de Blackstone Group, Steve Schwarzman.

Dimon y otros de sus pares se han quejado de que las normas inmovilizan recursos que de otro modo podrían usarse para aumentar el crédito y ayudar a estimular la economía.

Las restricciones no han impedido un aumento de los créditos nuevos. Los bancos comerciales estadounidenses tenían US$9,19 billones en créditos y leasing (préstamos con compromiso de compra) en circulación a fines del año pasado, según datos compilados por Bloomberg de las estadísticas de la Reserva Federal. Eso equivale a un aumento de US$558.000 millones, o 6,5 por ciento, en 2015, según los datos. De ese monto, US$2,1 billones corresponden a créditos para empresas, un 7,3 por ciento más que el año anterior.

Los préstamos a pequeñas empresas y agricultores cayeron por varios años después de la crisis de 2008, pero han crecido de manera constante en un promedio trimestral de 2 por ciento desde 2013, según datos del Fondo de Garantía de Depósitos de Estados Unidos.

En JPMorgan, el mayor banco del país, los créditos crecieron 10 por ciento a US$806.200 millones el año pasado, con aumentos en cada categoría incluidas las tarjetas de crédito y la deuda mayorista.

Especial atención recibirá la llamada norma Volcker que restringe a los bancos la posibilidad de hacer apuestas especulativas con fondos propios, dijo Cohn. Se espera que Trump también firme un memorando ejecutivo para detener la norma fiduciaria -que entraría en vigencia en abril- que, según la administración de Obama, protegería a millones de jubilados de ser orientados hacia a inversiones inapropiadas que dan más ganancia a los corredores.

“Hay tanto en la Dodd-Frank que simplemente no tiene sentido”, dijo Robert Albertson, estratega jefe y director de Sandler O’Neill & Partners LP. “El diálogo entre las firmas financieras y los reguladores tenía que cambiar”.

El presidente señaló que quiere un cambio de dirección en la Oficina de Protección al Consumidor Financiero. Cohn dijo a Wall Street Journal que una manera de hacerlo sería reemplazar a su director, Richard Cordray. Ello podría generar una disputa legal si Cordray se niega a renunciar.

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