Actores de la huelga se atrincheran sobre ese punto y congelan las conversaciones
Es ese el punto que tiene enfrentados con uñas y dientes a BHP Billiton y el sindicato de Minera Escondida, no el bono de $ 25 millones. Para los trabajadores es un punto intransable. Pero, desde su postura, para la minera también. Fuentes revelan a este medio que ya en noviembre del año pasado se habría tomado la decisión en Australia respecto a que sobre ese punto no se negocia y que están dispuestos a asumir el costo. Abogados laborales señalan que ambas partes tendrán que ceder en su postura o terminarán todos perdiendo.
Un turbio panorama.
Ese es el que se proyecta tras las congeladas conversaciones entre el sindicato de los trabajadores de Minera Escondida y la empresa australiana BHP Billiton, actores en la huelga que mantiene hace 22 días paralizado al yacimiento minero de cobre más grande del mundo.
El diálogo entre la compañía y los dirigentes sindicales de la minera se ha declarado, al parecer, desierto por ambas partes. Ello, porque, más allá de las diferencias en el monto del bono de fin de las negociaciones –el sindicato pide $25 millones y la empresa estaría dispuesta a entregar $8 millones– o el reajuste que piden los obreros del 7%, ambos actores se han atrincherado en defender sus posturas respecto al tratamiento y los beneficios otorgados a trabajadores antiguos y nuevos. Y es ese el punto que amenaza con transformar la huelga en una de las más conflictivas de la historia de la minería chilena.
BHP no está dispuesta a extender los beneficios a los futuros trabajadores que ingresen a Minera Escondida después de firmado este nuevo convenio colectivo. Fuentes cercanas a la compañía australiana revelaron a este medio que en noviembre esta tomó la decisión de que ese punto no sería negociable y asumiría los costos de una larga huelga. Su argumento es que estamos en otro escenario, los números no dan y los mineros de Escondida seguirán siendo los mejor pagados del rubro.
En tanto, desde el sindicato reconocen que es el punto “más duro y brígido” de la negociación. Los trabajadores acusan a la compañía de intentar imponer una cláusula en el nuevo contrato colectivo, que califican de “discriminatoria y anticonstitucional”, pues mantendría los beneficios entregados por la empresa minera –entre los que destacan educación o cobertura en salud del 100%– solo a los trabajadores que estén presentes en la firma de este nuevo contrato colectivo. Por lo tanto, los futuros funcionarios de Escondida serían excluidos de la obtención de tales beneficios.
Punto de quiebre para el Sindicato N°1, el cual “no está dispuesto a tratar con trabajadores de primera y segunda clase”, ni menos expondrían a la organización sindical para que desapareciera, ya que no tendrían cómo defender los beneficios de un nuevo trabajador si este no los tiene y, sin ello, se motivaría al trabajador a no afiliarse.
Incluso el vocero del sindicato, Carlos Allendes, deslizó que la estabilidad laboral de los más antiguos se vería afectada, porque la firma podría traer gente nueva con menos beneficios y menos sueldo, y así todos los trabajadores antiguos con buenos beneficios podrían ser cancelados para renovar la mano de obra. “¡Eso pasó en Codelco!”, se lamenta.
En una entrevista la semana pasada, Allendes defendió el bono de $ 25 millones y rechazó que a BHP los números no le den: “Nuestro convenio vale aproximadamente US$45 millones y las utilidades son de US$3.200 millones, es la nada misma”.
Cabe recordar que Escondida tiene el récord de haber entregado el bono más alto de la historia en Chile. En 2013 lo hizo con unos $23 millones a cada trabajador.
