En junta de accionistas celebrada este miércoles, el gerente general de BBVA Chile ratificó el objetivo para los próximos años de acelerar el proceso de transformación hacia los servicios tecnológicos.
La apuesta por los medios digitales le está dando frutos al BBVA.
Este miércoles en la junta de accionistas del banco, el gerente general de la entidad en Chile, Manuel Olivares, señaló que durante 2016 hubo avances en cada uno de los cinco pilares del plan estratégico de BBVA Chile: experiencia de cliente, impulso de las ventas digitales, óptima asignación de capital, eficiencia y equipo.
En este sentido, destacó la implantación de nuevos modelos comerciales y de relación con los clientes para mejorar la experiencia, donde detalló que en 2016 un 34,5% de las ventas totales del banco se realizó por canales digitales, mientras que un 33% de los clientes operó en forma regular a través del teléfono móvil.
El máximo ejecutivo de BBVA Chile manifestó además que el proceso de transformación en marcha persigue un nuevo estándar de servicio en la banca, mediante soluciones convenientes y sencillas, y la utilización de la tecnología para crear más y mejores oportunidades para los clientes. Además de un decisivo impulso a las ventas digitales.
“Queremos cuidar el tiempo valioso y escaso de nuestros clientes y poner a su alcance las oportunidades de esta nueva era. Esto a través de soluciones útiles y simples de utilizar, facilitando sus finanzas a través de la tecnología y acompañándolos para que puedan tomar las mejores decisiones financieras… Porque ellos son los grandes beneficiados con la transformación del banco”, indicó.
En cuanto a la prioridad estratégica de óptima asignación de capital, el gerente general de BBVA Chile indicó que uno de los logros del periodo fue la sustancial caída en la prima de riesgo y la morosidad, lo que permitió al banco una importante mejora en sus ratios de solvencia.
Añadió que en términos de eficiencia sobresalió la reducción en los tiempos de respuesta a los requerimientos de los clientes en todos los canales, tanto digitales como físicos, y los menores reparos en el curse de operaciones.
En cuanto a los resultados, se señaló que en un contexto de bajo dinamismo económico, estancamiento de la inversión, moderado crecimiento de las colocaciones bancarias y una nueva reducción de la rentabilidad del sistema financiero, BBVA Chile obtuvo una utilidad consolidada de $ 80.504 millones. Este resultado es un 9,7% inferior al alcanzado en 2015 como consecuencia de las provisiones extraordinarias que se realizaron en el ejercicio por el “caso Inverlink”. Sin dicho extraordinario, el beneficio neto habría crecido un 2,9%, evolución que se compara favorablemente con la caída de 11,3% en las utilidades del sistema financiero en el mismo periodo.