Publicidad
Mélenchon ‘el rojo’ lleva a ricos de Francia a pensar en exilio Elecciones francesas comienzan a acaparar atención de inversionistas alrededor del mundo

Mélenchon ‘el rojo’ lleva a ricos de Francia a pensar en exilio

Las encuestas muestran que Marine Le Pen del Frente Nacional de extrema derecha y Jean-Luc Mélenchon Mélenchon, admirador declarado de Hugo Chávez, reunirían alrededor del 40 % del voto en primera vuelta, lo que reflejaría las mismas tendencias populistas y anti-establishment que dieron como resultado el voto a favor del Brexit en el Reino Unido y la elección de Donald Trump en los Estados Unidos. Sin embargo, los dos candidatos franceses generan preocupación de maneras levemente distintas: Le Pen, con una postura hostil a la inmigración y al euro, quiere retirar a Francia de la Unión Europea y tiene una agenda nacionalista, mientras que Mélenchon, también hostil a las instituciones de la UE, se centra más en la redistribución de la riqueza.


En el elegante Bistro Volnay, muy cerca de las joyerías de Place Vendôme, el candidato presidencial comunista Jean-Luc Mélenchon es el nombre que más se menciona en las conversaciones de los parisinos ricos mientras hincan el tenedor en su terrina salteada de manitas de cerdo y mollejas de ternera.

Algunos de los clientes del restaurante están pensando en exiliarse si Mélenchon, admirador declarado de Hugo Chávez de Venezuela, conquista la presidencia, tal como la perspectiva de una victoria del socialista François Mitterrand en 1981 llevó a muchos millonarios a abandonar el país ante los comentarios, en parte en broma, de que los tanques soviéticos avanzarían por los Campos Elíseos.

«La gente dice que se irá si Mélenchon gana y estoy seguro de que tarde o temprano yo también tendré que buscar una salida», dijo Philippe Marques, de 45 años, cuyo restaurante está cerca de joyerías como Cartier, la sede central de Chanel, las oficinas de J.P. Morgan y el hotel Ritz. «No hay economía posible con Mélenchon en la presidencia. Sus planes en materia de impuestos, límites a los salarios… serán un golpe más grande para la economía que los ataques terroristas».

Marques, que tiene de clientes en su restaurante al diseñador de zapatos de lujo Christian Louboutin y al entrenador del equipo de fútbol Arsenal, Arsène Wenger, expresa la creciente preocupación de los más ricos del país y su comunidad de negocios por el furtivo ascenso del líder del partido Francia Insumisa en las encuestas. El candidato de extrema izquierda de 65 años podría surgir como uno de los dos contendientes que ganen la primera vuelta electoral el domingo, lo que lo habilitaría para participar en el balotaje del 7 de mayo y le daría la oportunidad de llegar a la presidencia.

Candidatos populistas

Las encuestas muestran que Marine Le Pen del Frente Nacional de extrema derecha y Mélenchon reunirían alrededor del 40 por ciento de los votos en la primera vuelta, lo que reflejaría las mismas tendencias populistas y anti-establishment que dieron como resultado el voto a favor del Brexit en el Reino Unido y la elección de Donald Trump en los Estados Unidos

Sin embargo, los dos candidatos franceses generan preocupación de maneras levemente distintas: Le Pen, con una postura hostil a la inmigración y al euro, quiere retirar a Francia de la Unión Europea y tiene una agenda nacionalista, mientras que Mélenchon, también hostil a las instituciones de la UE, se centra más en la redistribución de la riqueza.

Mélenchon provoca temor en el corazón de muchos votantes ricos que recuerdan los primeros años de la década de 1980, cuando Mitterrand fue candidato con el apoyo de los comunistas y prometió nacionalizar los bancos. Ganó las elecciones el 10 de mayo de 1981. Los tanques soviéticos nunca llegaron a París, pero algunos de los más ricos de Francia huyeron. El máximo ejecutivo de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, el multimillonario Bernard Arnault, se trasladó a los Estados Unidos como también Nathaniel de Rothschild. Otros se mudaron a Suiza.Mélenchon quiere limitar la remuneración de los ejecutivos a 20 veces la del empleado con salario más bajo, prohibir que las empresas paguen dividendos si han despedido a trabajadores por razones económicas, imponer controles de capital para combatir el fraude fiscal y ampliar la base de los que pagan el actual impuesto a la riqueza.

«Hemos inventado el impuesto universal», dijo Mélenchon en un discurso en Dijon el martes. “No vale la pena huir. Habrá agentes fiscales hasta en el infierno”.

Publicidad

Tendencias