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MBI, los defensores de la cartera propia El primer trimestre ganaron US$11,2 millones, versus US$7 millones de LarrainVial

MBI, los defensores de la cartera propia

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Es por lejos la corredora de bolsa más rentable de la industria y con amplia ventaja. Su estrategia es administrar su cartera propia, un patrimonio que ronda los US$100 millones y que está invertido en distintos instrumentos, entre ellos, fondos de la AGF del grupo. Mientras para el resto de la industria la cartera propia va en bajada, sus socios no hacen eco del discurso imperante y, al contrario, dicen utilizarlo a su favor. Hacen sus propios análisis de las empresas en que invierten y ahora comienzan a apostar a la renta fija.


No les gusta ser considerados como corredores de “vieja escuela”, pero de algún modo lo son. Es el tipo de intermediaria en la que sus dueños operan desde ahí, contestando teléfonos a sus clientes y transando su propio patrimonio desde la corredora y no a través de otras sociedades de inversión. Toda una estrategia que la tiene como la de mayores utilidades del mercado, sin ser filial de un grupo poderoso ni vinculada a un holding bancario.

Son dos las cabezas detrás de la corredora de MBI: Arturo Claro y Germán Guerrero, quienes la fundaron en 1998. Partieron con $1.000 millones y hoy su patrimonio alcanza $64 mil millones. Es este el capital que se invierte y del cual se recaudan mayormente las ganancias de la firma.

En el mercado las corredoras que roncan son siempre BTG Pactual y LarrainVial y poco más atrás pican las bancarias, pero las utilidades de MBI más que duplican al corredor que la secunda. El año pasado obtuvo utilidades por US$28 millones, mientras BCI US$14 millones. El primer trimestre de este 2017 obtuvieron ganancias por US$11,2 millones, versus los US$7 millones de LarrainVial. A veces les toca bailar con la fea, pero en magnitudes menores, pues en 2015 perdieron $160 millones, cifra que en todo caso sigue siendo muy inferior a los casi $6.000 millones en ganancias de 2014.

Y todo gracias a la cartera propia, un tema discutido por los conflictos de interés que genera, ya sea con los departamentos de estudios o los equipos de finanzas corporativa de la banca de inversión. Un discurso del cual MBI no hace eco. Al contrario, prefieren sacarle provecho a esa diferencia. Su publicidad es de las primeras que se ven en el Aeropuerto cuando los pasajeros llegan a Chile, con un lema que dice: “Co-invertimos con nuestros clientes”.

«Que no se deben al oficio de corredor», al no ser los ingresos por comisiones su principal negocio, o las dudas que despierta el hecho de que su principal estrategia sea siempre ganarle al mercado, son algunas de las interrogantes que se plantean otros corredores que miran con escepticismo sus utilidades.

-¿No les complica que su negocio sea, básicamente, rentar su cartera propia?

-El problema no es tener cartera propia. Si estos US$100 millones estuvieran invertidos en depósitos a plazo, igualmente sería cartera propia y, con un retorno de 5% anual, ganaríamos $3.500 millones solo por cuenta propia. La única manera de no tener cuenta propia es no tener capital, pero que los partícipes del mercado financiero estén capitalizados es una fortaleza importante. Si Aurus hubiera tenido $60 mil millones de pesos, no habría sido tema.

Lo anterior es lo que dice Germán Guerrero, ex Celfin, ex Citi y fundador de MBI.

Guerrero y Claro son, a su vez, socios de las otras empresas coligadas del grupo, la administradora de fondos y MBI Inversiones. La primera administra un patrimonio de US$900 millones, mientras que la segunda asesora a clientes –principalmente family offices, aunque se incluyen institucionales–, cuyo patrimonio suma unos US$2.000 millones más. En ambas sociedades, Guerrero y Claro no participan de su administración, solo de su propiedad junto a cuatro socios más: Karin Küllmer, José Manuel Ugarte, Humberto Muñoz y Jorge del Puerto.

“Sí hay conflictos de interés, pero que ya están bastante normados. Por eso no me gusta que se diga que somos de vieja escuela, porque hace 30 años no había ni una regulación y el patrimonio de los corredores era básicamente la acción de la bolsa. El de nosotros debe estar entre los cinco más grandes de la industria”, indica Guerrero.

-Pero hay corredoras que con el afán de ser y parecer eliminan la cartera propia, justamente para paliar conflictos de interés.
-Ese es el discurso. Pero si yo tengo el 30% del patrimonio invertido en fondos administrados por MBI y soy socio con mis clientes, no veo un conflicto de interés. Habla bien de lo que nosotros hacemos, ya que creemos que los fondos, en los cuales tenemos una participación pero no controlamos, son buenos y estamos dispuestos a poner parte relevante del capital de la empresa en esos fondos, que son públicos, transan en la bolsa y los puede comprar cualquiera. Más que conflicto de interés me parece una señal de compromiso al negocio.

– ¿Y qué pasa si una orden de ustedes se topa con la de un cliente?
-Mira, podría haber un conflicto de interés si dijera que voy a vender y mañana me llama un family office para vender también. ¿Qué podría hacer? ¿Vendo primero? No, saco mi orden. Ya nos ha pasado que se nos ha ordenado algo con anticipo y hemos tenido que retirar una orden nuestra. Ya tendríamos muchos problemas si no nos debiéramos al cliente.

Son principalmente family offices y extranjeros los clientes de la corredora y también cuentan con alguna participación de institucionales. Todos tienen acceso a la plataforma MBI Trading, la cual les permite invertir y transar directamente en la rueda sin pasar por la mesa. Según Guerrero, se trata de una apuesta a futuro que hoy no genera muchas ganancias, pero que esperan que sí lo haga en unos años más.

Y entonces, ¿cómo se rebelan frente al discurso imperante? ¿Solo es algo políticamente correcto? “Así de transparente, como te lo comento a ti, sin nada nada que ocultar”, afirma Guerrero.

Todos tienen cuenta propia

El 30% del patrimonio de la corredora está invertido en fondos de la AGF; el 50% en acciones locales y extranjeras que responden a inversiones mayormente pasivas, con plazo a cinco años. Guerrero explica que las inversiones de MBI son de mediano y largo plazo, eso explica la compra de casi el 10% de Volcán, sociedad en la cual eligieron un director. El resto de su patrimonio es renta fija.

Sin embargo, a propósito de esta conversación sobre la cartera propia, la discusión sobre la misma y la relevancia que tiene para las utilidades de MBI, Guerrero sostiene que le sacan provecho a su existencia, sincerándola, y potencia esta idea de que “coinvierten con clientes”, pues no es lo que podría hacer el resto, cuyos dueños tienen sociedades de inversión separadas y cuyas inversiones no se transparentan en balances.

“Por ejemplo, la matriz de un banco que tiene una corredora en Chile puede transar directamente papeles soberanos del país, pero si lo hace es porque responde a una decisión que se toma en su base, no acá. Todos tienen cuenta propia, pero no utilizan la corredora como vehículo, nosotros sí. La cartera de inversiones de Álvaro Saieh, por ejemplo, es fruto de decisiones de sí mismo y no del operador de acciones de CorpBanca y, eventualmente, si el operador es brillante, Saieh se lo lleva a CorpGroup», afirma Guerrero.

«¿Andrónico Luksic no tiene cartera propia? La corredora podría no tener, pero el grupo controlador sí y el vehículo en los cuales transa no es la corredora, sino sociedades aguas arriba. La diferencia con nosotros es que acá estamos en el día a día. Yo contesto el teléfono en la corredora, nos parece mucho más transparente, dado que estamos involucrados y hacemos un disclosure de lo que hacemos”.

Y añade Guerrero: “No necesitas tener cartera propia para tener conflictos de interés. La industria está llena de conflictos de intereses, el punto es cómo se controlan. Las aperturas a bolsa pueden generar más conflictos. Si el principal comprador es un fondo mutuo relacionado a la corredora que hizo la operación, ¿hay conflicto de interés? Puede que no, puede que sí”.

– ¿Y cómo es que su apuesta sea siempre ganarle al mercado?
-Warren Buffett tiene 92 o 93 años. Es el segundo hombre más rico del mundo y, si ves los resultados de Berkshire Hathaway, puedes ver que ha ganado 20% al año durante los últimos 60 años. ¿Es imposible ganarle al mercado?

– No, pero Warren Buffett supone una excepción…
-Yo no podría apostar de cabeza que sí le vamos a ganar al mercado, no puedo, pero mirando para atrás sí le hemos ganado. El fondo de acciones chilenas de MBI, que partió en 2004, ha rentado un 305% desde entonces y el IPSA un 160%, casi el doble, incluyendo comisiones de administración y comisiones de transacción. Nuestro objetivo ha sido maximizar el retorno sobre el patrimonio de todos los negocios que hacemos. No estamos en la pelea de ser los más grandes, los que más transamos, esa es nuestra definición estratégica y eso provoca que varios negocios se eliminen. Hay corredoras que están en el negocio de market share sin estar realmente en la competencia de la banca de inversión.

Al respecto, Guerrero profundiza: “Nosotros estamos en el negocio de la rentabilidad. Hemos tratado de crecer donde sí creemos que hay utilidad”, dice. Por eso la creación de la plataforma MBI Trading, pero no es la única incursión. También afirma que han apostado por la transacción de renta fija, ya que allí hay márgenes mejores que en el mercado accionario y para ello se han abocado a captar nuevos clientes, sobre todo institucionales, entre estos AFP.

“¿Qué es más transparente? ¿Que saquemos el patrimonio y, a través de una sociedad, por el lado compramos y vendamos? Si alguien me convenciera de que eso es mejor, nos demoramos un día, repartimos un dividendo, achicamos el patrimonio de la corredora y creamos una sociedad de inversión, pero me parece más transparente utilizar la corredora, pues en todas nuestras Fecus se pueden ver nuestras inversiones”.

Un tema ineludible es la sanción por “operaciones irregulares” de $180 millones que hace 11 años, en agosto de 2006, le aplicó la SVS, entonces dirigida por Alberto Etchegaray. Pero Guerrero no tiene muchos comentarios al respecto. Asunto, en todo caso, que para él resulta muy añejo, pues en ese entonces la AGF administraba US$60 millones, no los US$900 millones actuales, por ejemplo.

Y, finalmente, el socio de MBI asume con cierto orgullo su rol de analista en la empresa. Es ese perfil el que le ha servido para aumentar el patrimonio de la corredora: el saber dónde poner las fichas. Cierra el mercado y se pone a leer balances, no se fija en todo, solo en algunas compañías. Parece ser que ha tenido buen ojo hasta ahora.

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