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La guerra oculta que sepultó al Popular y costó a Andrónico Luksic US$120 millones Legionarios contra Opus Dei

La guerra oculta que sepultó al Popular y costó a Andrónico Luksic US$120 millones

Antonio Del Valle, seguidor de Marcial Maciel, habría desestabilizado la cúpula del banco y forzado la salida del entonces presidente, Ángel Ron, por venganza. Solo así se entiende que el multimillonario mexicano haya perdido 550 millones de euros. Para ello recibió la ayuda de una supernumeraria que pasó de ser una heroína a una traidora para varias familias españolas que lo perdieron todo.


En un nuevo capítulo de la teleserie en la que se ha transformado la venta del Banco Popular, en la cual el empresario Andrónico Luksic perdió cerca de 120 millones, medios españoles esbozan una singular tésis: “Detrás de la desaparición de sexto banco español hay una guerra de poder entre dos facciones católicas ultraconservadoras: el Opus Dei y los Legionarios de Cristo”.

El artículo relata que la Obra, que ha tutelado el banco a lo largo de sus casi 90 años de historia, ha visto cómo esta congregación mexicana, fundada por el pederasta Marcial Maciel y sustentada por magnates aztecas como Antonio del Valle, maquinaba para arrebatarles el control. Hasta que lo consiguió. Y lo hizo desde dentro, con el apoyo de consejeros hasta entonces fieles a la Obra, como la ex supernumeraria Reyes Calderón o del gallego José Antonio Arias, ex presidente del Popular y de la opusina Fundación Barrié de la Maza. Unos traidores para las familias históricas del Opus que lo han perdido todo, precisa el semanario de economía español “El Nuevo Lunes”.

El rotativo español sostiene que más allá de los fallas de gestión, tanto en la era de Ángel Ron como en la última etapa de Emilio Saracho, el ingreso en el capital de varios magnates mexicanos liderados por Antonio del Valle es el punto de inflexión que marca el inicio del fin del Popular, señalan fuentes desde el interior del Banco Popular. Su objetivo: arrebatar el control del banco a la Obra.

Durante las dos legislaturas en las que gobernó José María Aznar, los Legionarios de Cristo vivieron su edad de oro, consiguiendo, entre otros hitos, la homologación en 2001 de la Universidad Francisco de Vitoria, intentando imitar, pero sin alcanzarlo, la influencia de la Universidad de Navarra adscrita al Opus. Entre sus próximos objetivos en España estaba hacerse del Banco Popular.

La publicación española precisa que el grupo de inversores mexicano encabezado por Antonio del Valle, invirtió 475 millones de euros para comprar el 6% del banco en 2014 a través de un intercambio de acciones con el banco mexicano BX+. Los socios mexicanos reforzaron su inversión en la ampliación de capital de 2015. En total, controlaba un 4,28% del banco.

La pregunta que expone el semanario es, ¿por qué hace caer el Popular siendo que él también es accionista? La venganza parece estar detrás de la obsesión del multimillonario mexicano por acabar con el banco del Opus en España. Sólo así se entiende que Del Valle haya perdido 550 millones.

Según fuentes cercanas a la Obra, consignadas en el medio europeo, Antonio del Valle había pasado por las manos del Opus Dei y “salió muy atormentado y traumatizado”. Después entró en la órbita de Maciel y de esta orden religiosa, donde conoció quién sería su amigo y socio en el grupo Elementia, el también multimillonario Carlos Slim.

Incluso a Antonio del Valle, se lo acusa de desestabilizar la cúpula del banco y forzar la salida de Angel Ron del consejo de administración.

Tras un tira y afloja, el grupo de inversores mexicanos, junto con la aseguradora alemana Allianz y la francesa Credit Mutual dueños de un porcentaje del banco cada uno, fuerzan la dimisión del presidente. Así, sale electo Emilio Saracho, quien había sido vicepresidente mundial de la banca norteamericana JP Morgan.

Parecía que el mexicano había logrado sus objetivos y se preparaba para dominar el banco, pero según explican fuentes de Cremades Calvo Sotelo, que asesoran a la Sindicatura de Accionistas, propietaria del 9,5% de las acciones y formada a su vez por la Sociedad de Gestión Inmobiliaria (Sogefi), el asunto se le acabó yendo de las manos, precisa el semanario.

“En el mercado se desconoce si mantuvo su participación en el banco o, por el contrario, vendió el resto de su participación en los últimos días”, agrega la publicación.

Los abogados que defenderán a la Sindicatura de Accionistas ya preparan una querella criminal contra el mexicano y también contra la vallisoletana Reyes Calderón, pieza clave en la caída del Popular, consejera independiente y ex presidenta de la comisión de Nombramientos. Les acusan de actuar movidos por intereses contrarios al banco. Además, Del Valle no podría haber derrocado a Ron sin su ayuda; consejera que, por cierto, fue la primera mujer que introdujo el mismo Ángel Ron en el máximo órgano de gobierno de la entidad. La misma que después le iba a traicionar.

La acción Del Valle habría contribuído a la ruina de la Sindicatura de Accionistas, que aglutinaba las participaciones accionariales de importantes familias españolas vinculadas a la prelatura de Jose María Escrivá de Balaguer y que han visto esfumarse 1.611 millones d al igual que la Fundación Universidad de Navarra vinculada a la Obra, que ha perdido otros 558.000 millones.

Con la desaparición del Popular, estas familias ven desaparecer todo el dinero invertido en el banco. No es extraño que, según las fuentes consultadas, estén muy enfadadas con Reyes Calderón por su papel en la salida de Ron y la llegada de Emilio Saracho. “La consejera independiente ha pasado de heroína a villana para muchas familias de la Obra”, señalan estas fuentes.

Mientras tanto el Grupo Luksic, cuya participación en el banco alcanzaba un 3,45 % del capital y que perdió 113 millones de euros en la operación, ve con esperanza el nuevo panorama que se abre con la nueva valoración que dio a conocer Deloitte del banco español y que no fue dada a conocer en forma pública.

Dato importante, considerando que el fondo de rescate español (FROB) detalló que el Popular valía entre -2.000 y -8.000 millones de euros y omitió que en el escenario más favorable tendría un valor de 1.500 millones, una cifra que el Frob no ha dado a conocer.

Según Deloitte, sus participaciones tenían un valor que les ha sido arrebatado.

Cabe destacar que el grupo Luksic presentó ante la justicia española un recurso por la decisión de amortizar a cero las acciones del Banco Popular y venderlo por un euro al Santander, atendiendo a una decisión de la Junta Única de Resolución (JUR) y tiene previsto recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la decisión de la JUR, que derivó en la amortización de las acciones del Popular con valor cero.

Con esta demanda se busca anular el acuerdo por el que finalmente el Popular fue vendido al Santander por un euro, a objeto de que finalmente se pueda revertir el control del banco a los antiguos accionistas, según medios españoles.

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