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Argentina pierde brillo por endeudamiento y riesgo electoral

Argentina pierde brillo por endeudamiento y riesgo electoral

Los bonos internacionales del país se cuentan entre los de peor desempeño en los mercados emergentes en las últimas tres semanas, el peso sigue bajando a niveles récord y esa volatilidad cambiaria llevó a una de sus mayores empresas de energía a desistir de una venta de deuda. Tal vez lo peor haya sido que el país fracasó en el intento de recuperar la categoría de mercado emergente el mes pasado, lo cual lo dejó en el nivel de “frontera” junto con países como Mauricio, Sri Lanka y Kazajistán.


La Argentina de Mauricio Macri comienza a perder brillo.

Los bonos internacionales del país se cuentan entre los de peor desempeño en los mercados emergentes en las últimas tres semanas, el peso sigue bajando a niveles récord y esa volatilidad cambiaria llevó a una de sus mayores empresas de energía a desistir de una venta de deuda. Tal vez lo peor haya sido que el país fracasó en el intento de recuperar la categoría de mercado emergente el mes pasado, lo cual lo dejó en el nivel de “frontera” junto con países como Mauricio, Sri Lanka y Kazajistán.

No se suponía que las cosas ocurrieran de esa forma. Un favorito de los inversores en mercados emergentes desde que llegó al poder en diciembre de 2015 con la promesa de reanimar la economía, bajar la inflación y revertir regulaciones que trababan los negocios, a Macri ahora le cuesta cumplir esas promesas luego de un incremento de los precios de los activos. Para colmo de males, hay una nueva amenaza: Cristina Fernández de Kirchner es candidata a una banca en el Senado, lo que hace surgir la posibilidad de que la ex presidenta, en extremo impopular entre los inversores, haga un retorno político.

“Estamos en un punto en que el gobierno tiene que lograr resultados concretos en relación con sus objetivos”, dijo Michael Roche, un estratega de renta fija en Nueva York de Seaport Global Holdings. “Sin duda sería desalentador si gran parte de los votantes aún quisieran volver al manejo férreo de la economía”.

El nivel de endeudamiento es lo primero en lo que piensan los inversores en la actualidad luego de que el gobierno sorprendiera a los observadores al vender un bono a 100 años a mediados de junio, con lo cual se sumó a un pequeño club de países en vías de desarrollo que han convencido a los compradores de bonos de darles crédito a un siglo.

La venta centenaria de US$2.750 millones elevó la emisión de deuda internacional en dólares en el primer semestre de 2017 a US$10.200 millones, por encima de las estimaciones iniciales del programa de financiamiento del gobierno de US$7.000 millones para todo el año. El plan aún permite la emisión de US$2.600 millones en euros o francos suizos y US$3.000 millones en los mercados locales en lo que queda del año. Eso se suma a US$19.000 millones de ventas de bonos soberanos en 2016, cuando Macri devolvió a Argentina a los mercados globales de capital después de 10 años de disputa legal con acreedores.

El rendimiento adicional que exigen los inversores para tener bonos argentinos en lugar de bonos del Tesoro de Estados Unidos subió 25 puntos básicos desde la venta de bonos, a 436 puntos básicos, el más alto en tres meses, a las 10:55 en Buenos Aires.

“Fue mucha oferta, y nadie lo esperaba”, dijo Edwin Gutierrez, jefe de deuda soberana de mercados emergentes en Londres de Aberdeen Asset Management Plc, quien dijo que el fondo no participó en la venta de bonos a 100 años luego de que los rendimientos se apartaran del objetivo inicial de 8,25 por ciento. “Cuando dicen que han terminado por el año, no hay que creerles”.

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