Opinión
El portal de internet, que cerró sus puertas recientemente, no murió por ser un elefante blanco como la mayoría de las «.com», de hecho fue de las pocas sobrevivientes. TERRA murió porque el mundo y el consumo digital mutaron vertiginosamente y TERRA no encontró su espacio donde habitar.
A muchos nos sorprendió el anuncio de cierre de TERRA.
El portal ícono de la “era digital”, nacido en 1999, cerró sus puertas a fines de junio, con 18 años recién cumplidos. Aquí les dejo un In memoriam de su promesa al mercado en sus inicios.
No es sorpresa que una empresa nacida en el boom de las «.com» haya muerto, de hecho es más raro que alguna siguiera viva, más si tomamos en consideración que el año 2000 Terra compró lycos en 12.500 millones de dólares para venderla 4 años más tarde por migajas.
Lo que sí es raro es que un portal que contenía más de 8 millones de visitas diariamente haya cerrado sus puertas.
Cuando uno ve en perspectiva y se pregunta cuál es la definición de producto de TERRA…
¿Es un noticiero?
¿Es un portal de entretenimiento?
¿Es un buscador de contenido?
¿Un proveedor de mails?
Ahí es donde comienzan las dudas y uno dice, claro, TERRA no tenía bien definido su negocio, por lo cual lo más obvio es que quebrara, pero tengo mis sospechas que si les hubiese preguntado hace un par de años, ¿es TERRA exitoso?, creo que muchos me hubiesen contestado que si.
TERRA no murió por ser un elefante blanco como la mayoría de las «.com», de hecho fue de las pocas sobrevivientes.
TERRA murió porque el mundo y el consumo digital mutaron vertiginosamente y TERRA no encontró su espacio donde habitar.
Esta pregunta la repito frecuentemente: ¿cuántas páginas web visitas diariamente? Saquemos la cuenta, una o dos de noticias, quizás la del banco o la de la línea aérea, algo de gusto específico en mi caso el deporte, puede ser algo relacionado al trabajo, algún buscador para encontrar algo específico, ¿algún shopping? y eso es todo.
Hoy la información no se busca en un portal, está en whatsapp, facebook, twitter, instagram…
Me hago esta pregunta a mí mismo y se las hago también a ustedes, ¿estamos realmente preparados en nuestros negocios y en nuestra vida para la velocidad con la que mutan las realidades y los contextos?
Hoy estamos obligados a mirarnos el ombligo y a su vez levantar la cabeza y mirar afuera, para ver si la ropa que estamos usando es adecuada para el clima cambiante.
Al menos a mi me dio para pensar, fue mi cable a TERRA.
Ronny Majlis
