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Wall Street fue tóxico: Hillary Clinton admite que dar charlas a gigantes financieros fue un error

Wall Street fue tóxico: Hillary Clinton admite que dar charlas a gigantes financieros fue un error

La ex primera dama asume la responsabilidad de lo que calificó como un “error” en “What Happened”, sus memorias sobre la campaña que saldrán a la venta este martes. En el libro y en una entrevista televisiva antes de su lanzamiento, Clinton dijo que no piensa volver a ser candidata pero que no se retirará de la vida política.


La ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton apuntó a su disposición a dar charlas en firmas de Wall Street y la mala “visión” generada por estas presentaciones con honorarios muy altos como un factor que contribuyó a su derrota frente a Donald Trump en las elecciones de 2016.

Clinton asume la responsabilidad de lo que calificó como un “error” en “What Happened”, sus memorias sobre la campaña que saldrán a la venta este martes. En el libro y en una entrevista televisiva antes de su lanzamiento, Clinton dijo que no piensa volver a ser candidata pero que no se retirará de la vida política.

“Como política activa, se acabó. Ya no seré candidata”, dijo Clinton en una entrevista con Jane Pauley de CBS emitida el domingo. “Pero no terminé con la política porque literalmente creo que el futuro de nuestro país está en juego”.

A diez meses de su derrota, la ex secretaria de Estado y primera dama dijo que todavía lo está asimilando. “Creo que soy buena, pero eso no significa que sea complaciente o resuelta con respecto a lo que pasó. Sigue siendo muy penoso”, dijo en la entrevista.

Después de enfrentar oleadas de críticas por asumir poca responsabilidad o una responsabilidad equivocada por su derrota, Clinton, de 69 años, hizo un esfuerzo claro en el libro por explicar los errores que “me consumen internamente”. Bloomberg News obtuvo un ejemplar del libro antes de su lanzamiento oficial.

‘Relatos salvajes’

Un error que describe Clinton en el libro fue su decisión de dar charlas pagas en firmas de Wall Street al abandonar el departamento de Estado en 2013. Si bien sus discursos en compañías como el banco de inversión Goldman Sachs Group Inc. y otras empresas se proponían ser “interesantes” para su público, no valieron la pena, escribió. Sin embargo, dieron a sus adversarios -primero, el senador por Vermont Bernie Sanders durante la competencia por las primarias demócratas y luego Trump- municiones para utilizar en su contra.

“Mis adversarios hicieron circular relatos salvajes de las cosas terribles que yo seguramente había dicho a puertas cerradas y que siendo presidenta estaría para siempre en el bolsillo de los tenebrosos banqueros que habían pagado mis honorarios por dar charlas. Tendría que haberlo visto venir”, escribió Clinton. “Cuando sabemos que estamos haciendo algo y sabemos que no hay otra cosa detrás de eso y ciertamente nada siniestro, es fácil suponer que los demás lo verán de la misma forma”.

A la larga, fue un “error”, dijo.

“Sólo porque muchos funcionarios públicos cobraban abultados honorarios por dar charlas, no debí suponer que estaba bien que yo lo hiciera”, escribió Clinton. “Sobre todo después de la crisis financiera de 2008-2009, tendría que haberme dado cuenta de que la “percepción” sería mala y haberme mantenido alejada de todo lo que tenía que ver con Wall Street. No lo hice. Es mi culpa”.

Ahora, viendo a Trump, Clinton dijo que está enojada por el lugar que ha dado a directivos del sector financiero, como los ex ejecutivos de Goldman Sachs Steven Mnuchin, actualmente secretario del Tesoro y Gary Cohn, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca.

“Cuando vi en el noticiero que formó su equipo con banqueros de Wall Street después de haberme acusado constantemente de ser su títere, casi arrojo el control remoto contra la pared”, escribió Clinton.

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