Opinión
La central geotérmica, desarrollada por Enel Green Power y ENAP, es un ejemplo que buscamos como empresa pública. Con este proyecto, entregamos a Chile una solución energética limpia y sustentable, capaz de abordar las necesidades de consumo de más de 165 mil hogares chilenos y que utiliza el calor de nuestra tierra.
La primera planta geotérmica de Sudamérica, Cerro Pabellón, ya está operando y es en nuestro territorio, en la comuna de Ollagüe (Región de Antofagasta). Se trata de un hito histórico que, esperamos, marque la senda para nuevos proyectos que potencian el uso de recursos propios para generar energía eléctrica, con el calor de la tierra del cordón volcánico, la fuerza del viento o la radiación solar que se extiende a lo largo del país.
La inauguración de esta central geotérmica es, por cierto, un paso histórico para ENAP. Estamos cumpliendo con el mandato que se nos encomendó en la Agenda de Energía, de convertirnos en un actor clave en la diversificación de la matriz energética y de posicionarnos como verdaderos articuladores de soluciones para el futuro energético sostenible de Chile.
Este proyecto viene a coronar un esfuerzo país de más de 100 años y no hubiera sido posible sin la determinación del Estado, que a través de ENAP, impulsó esta tecnología durante los últimos 50 años. El aporte de la compañía fue clave en la etapa más riesgosa del proyecto, la de exploración, cuando ningún privado estaba dispuesto a invertir.
En estos casi cuatro años, logramos fortalecer financieramente a ENAP, abordamos con pasión y convicción el desafío de convertirnos en un nuevo actor en el rubro de la generación eléctrica y hoy contamos con la nueva Ley de Gobierno Corporativo –que incluye la capitalización por US$ 400 millones–, lo que nos permite pensar en nuevos negocios, apuntando a la sustentabilidad y al desarrollo energético del país en el largo plazo.
Es así como en Magallanes, junto al gobierno regional, seguimos trabajando por impulsar el primer proyecto eólico de la Región, un nuevo hito en materia de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), que nos permitiría aprovechar la fuerza del viento para generar electricidad, transformando al sistema eléctrico de dicha región en el con mayor aporte de ERNC en su matriz.
Junto con ello, seguiremos buscando nuevas oportunidades y alianzas estratégicas, ya sean públicas o privadas, que nos permitan articular soluciones y cumplir con nuestro rol de empresa pública, incorporando nuevas fuentes de generación, en diálogo con las comunidades y con respeto al medio ambiente. Queremos más proyectos como Cerro Pabellón, que aportan al desarrollo del país con energía sustentable y chilena.
Marcelo Tokman R.
Gerente general de ENAP
