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Chile sigue siendo la economía más competitiva de América Latina a pesar del bajo crecimiento y perder ranking crediticio Polémica sobre reformas no impactó ranking

Chile sigue siendo la economía más competitiva de América Latina a pesar del bajo crecimiento y perder ranking crediticio

Según el Foro Económico Mundial, en los últimos diez años los factores fundamentales de la competitividad y el crecimiento han empeorado en la región. De acuerdo al informe , diez años después de la crisis financiera mundial las economías siguen corriendo el riesgo de sufrir nuevos impactos y no están preparadas para la próxima oleada de innovación y automatización.


Chile se mantiene un año más firme en su posición de líder en competitividad en América Latina y el Caribe, seguido de Costa Rica, que da un enorme salto al superar a Panamá y México, mientras que Argentina gana doce posiciones y pisa el acelerador, según el informe Competitividad Global publicado hoy.

El estudio, elaborado anualmente por el Foro Económico Mundial, revela que Chile se mantiene en el trigésimo tercer puesto del ránking mundial compuesto por 137 países, pero mejora su puntuación global en competitividad.

Nuestro país mantiene el puesto a pesar del bajo crecimiento y haber perdido la nota crediticia. La agenda reformista del gobierno parece no haber afectado la competitividad de la economía. El año pasado ya había mejorado del puesto 35.

En Chile la evaluación la hace la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, que lidera Ignacio Briones.

Ranking global

A nivel global el país más competitivo del mundo es por noveno año consecutivo Suiza, seguido de EE.UU., que sube una posición y desplaza a Singapur al tercer puesto.

Holanda y Alemania se mantienen en el cuarto y quinto puesto, respectivamente, por delante de Hong Kong, que es el gran ganador este año al mejorar tres posiciones.

Suecia baja un puesto hasta el séptimo lugar, al igual que el Reino Unido y Japón, los dos siguientes en el ranking, en tanto que Finlandia se mantiene firme en el décimo puesto.

En América Latina y el Caribe este año destaca el avance de Costa Rica, que pasa de la posición 54 a la 47 al escalar siete puestos, y desplaza a Panamá al tercer lugar en el ranking regional.

El país centroamericano empeora ocho puestos y baja a la posición 50, donde le pisa los talones México, que se mantiene en el puesto 51 del ranking mundial.

Algo más lejos, en el puesto 66, se sitúa Colombia, que ha empeorado cinco puestos en comparación con el índice de 2016-2017.

Los expertos del Foro Económico Mundial indican en su informe que la competitividad en Argentina se ha visto impulsada por una mejor actuación en los requisitos básicos.

En particular los indicadores apuntan a «una renovada confianza en las instituciones públicas y privadas».

El país mejora en la adaptación tecnológica, la sofisticación empresarial y la innovación, lo que apunta a un «proceso de reconversión en Argentina y refleja nuevas fuentes de crecimiento», indican los economistas del Foro.

El ranking latinoamericano y caribeño -y casi el mundial- lo cierran Venezuela, que mejora tres puestos hasta el 127, y Haití, que figura en la posición 128 pero que no tiene dato comparativo porque el año pasado no fue incluido en el análisis.

Según el Foro Económico Mundial, en los últimos diez años los factores fundamentales de la competitividad y el crecimiento han empeorado en la región.

En opinión de sus economistas, se han «deteriorado requisitos básicos como las instituciones, como se ha visto en la decaída de las instituciones democráticas en Venezuela y los escándalos de corrupción en toda la región».

Los expertos del Foro subrayan además que las amplias diferencias en el ránking entre los distintos países de América Latina y el Caribe «contribuyen a la desigualdad regional».

«La actuación pobre y la falta de progresos en América Latina a la hora de cerrar las brechas con respecto a los líderes mundiales se asocian con una productividad baja, una elevada informalidad, una insuficiente diversificación de las exportaciones y un insuficiente crecimiento para generar empleo y financiar la creciente demanda de más y mejores bienes públicos», sostienen.

Para el Foro Económico Mundial, dirigido por el alemán Klaus Schwab, la región debería reforzar su capacidad de adaptarse a condiciones internacionales cambiantes y redescubrir nuevas fuentes de crecimiento sostenible, basadas en «una agenda de competitividad coherente que fomente el emprendimiento y el surgimiento de nuevas empresas innovadoras»

Según el Informe Global de Competitividad 2017-2018, diez años después de la crisis financiera mundial las economías siguen corriendo el riesgo de sufrir nuevos impactos y no están preparadas para la próxima oleada de innovación y automatización.

Según datos de los últimos diez años, el informe destaca tres áreas concretas de mayor preocupación. Entre ellas se encuentra el sistema financiero, en el que los niveles de «robustez» aún tienen que recuperarse del impacto de 2007,y que incluso están bajando en ciertas partes del mundo.

Esto resulta especialmente preocupante dado el importante papel que el sistema financiero deberá desempeñar para facilitar la inversión en innovación relacionada con la Cuarta Revolución Industrial.

Otra de las principales conclusiones es que la competitividad se ve reforzada si se combina cierto grado de flexibilidad en el mercado de trabajo con una protección adecuada de los derechos de los trabajadores.

Ahora que un gran número de puestos de trabajo podría verse amenazado por la automatización y la robotización, será fundamental crear las condiciones para poder resistir el impacto económico y apoyar a los trabajadores durante los periodos de transición.

«Los países que mejor se preparen para la Cuarta Revolución Industrial y, simultáneamente, refuercen sus sistemas políticos, económicos y sociales serán los que triunfen en la carrera de la competitividad del futuro», declaró Schwab.

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