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La fórmula de Eyzaguirre para cuadrar un alza de 3,9% en gasto público con meta de reducir déficit estructural Presupuesto busca asegurar legado en Educación y Salud

La fórmula de Eyzaguirre para cuadrar un alza de 3,9% en gasto público con meta de reducir déficit estructural

El ministro de Hacienda proyecta un crecimiento «con cautela» de 3% para el próximo año, pero dice que «podría ser más», tras sorpresivo Presupuesto 2018. Ayer expuso ante la comisión especial mixta de presupuestos del Senado, donde encontró escepticismo entre algunos parlamentarios. Moody’s señaló que no hay señales en ese Presupuesto de que “la razón de deuda de PIB se vaya a estabilizar en los próximos dos a tres años”.


El ministro de Hacienda salió este lunes a detallar el Presupuesto 2018, anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet por cadena nacional la noche del pasado domingo y que no dejó indiferentes a los analistas.

El erario, que fue tildado de «sorpresivo» por el candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, y hasta de «poco prudente y muy irresponsable» por el ex Mandatario Sebastián Piñera, contará con un aumento del gasto de 3,9%, por encima del 3% esperado por el mercado.

En ese escenario, Nicolás Eyzaguirre sostuvo que el presupuesto fue confeccionado sobre la base de las proyecciones, donde “con cautela hemos proyectado un crecimiento de 3% para el próximo año, pero podría ser más”. Para este año, en tanto, el titular de Teatinos 120 mantuvo su proyección de 1,5% para fines de 2017.

Respecto al déficit fiscal efectivo, indicó que llegará a 2,7% este año y caerá a 1,9% en 2018, debido a las mejores expectativas para el cobre. Aseguró además que el déficit estructural pasará de 1,7% en el año en curso a 1,5% en 2018.

En su intervención en el Congreso, Eyzaguirre indicó que el Gobierno “terminará con una economía en recuperación” y que la política fiscal “hizo lo que tenía que hacer. La deuda neta irá bajando conforme mejore el ciclo”.

Bachlelet señaló el domingo que el crecimiento en 2018 podría duplicar al de 2017, tras el alza de precios del cobre, una mayor confianza empresarial y de los consumidores, además del repunte de la bolsa.

El ingreso adicional le permite ampliar las promesas de una educación superior gratuita al 60 por ciento de los estudiantes, aumentar el salario de los maestros y acelerar la construcción de hospitales.

Sin embargo, con la rebaja de la calificación del país por parte de S&P Global Ratings y Fitch Ratings en los últimos dos meses, debido a los crecientes niveles de deuda, muchos esperaban que mantuviera un control más estricto de los gastos.

Reacción de Moody’s

El presupuesto pareció no impresionar a la agencia clasificadora de riesgo Moody’s.

Dijo que no hay indicios de que “la razón de deuda de PIB se vaya a estabilizar en los próximos dos a tres años”.

La agencia cree que ese ratio es factor clave para la nota crediticia.

Reconoció que hay “claras señales de recuperación económica”, pero sus proyecciones de crecimiento de entre un 2,5 y 3 por ciento están por debajo de lo que estima el Ejecutivo, aunque admite que «una tasa de crecimiento cercana al 3% podrá contribuir de manera importante a un déficit fiscal efectivo menor al esperado en 2017”.

Moody’s estima que “la trayectoria de la clasificación de Chile dependería de la capacidad de respuesta del próximo Gobierno de enfrentar el doble reto de tasas de crecimientos menores a las históricas” y la “continua alza de la deuda pública y externa”.

El informe plantea que el presupuesto presentado por la Presidenta Michelle Bachelet refleja «la decisión de las autoridades de continuar un ajuste gradual y de asignar una elevada prioridad al gasto en educación, salud e infraestructura».

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