El entidad internacional destacó el trabajo del Banco Central, que «típicamente ha llevado a cabo una política monetaria contracíclica tal como lo hacen los países industriales», a diferencia de sus pares, donde «el dilema de política monetaria sigue acechando a muchos bancos centrales de la región».
El Banco Mundial puso como ejemplo a Chile cuando de política monetaria se trata.
En el contexto de una desaceleración de seis años (incluyendo una contracción del 1,3 por ciento el año pasado), y la esperada recuperación para este 2017 en Latinoamérica y el Caribe (LAC), la organización internacional señala que «desafortunadamente, las necesidades de la región de aumentar el gasto en capital físico y humano probablemente se vean limitadas por recursos fiscales escasos», añadiendo que «una de las principales preocupaciones macroeconómicas de la región proviene de una posición fiscal débil en la mayoría de los países», según señala en su informe «Política monetaria: dilema en América Latina y el Caribe».
Es en ese escenario donde pone al Banco Central de Chile como un ejemplo para la región, «dada la frágil situación fiscal, una fuente de preocupación para el futuro cercano radica en que habrá poco espacio para políticas fiscales contra cíclicas, necesarias para estimular el crecimiento y/o apoyar los esfuerzos de reconstrucción. Esto
naturalmente tiende a poner más responsabilidad en la política monetaria con fines de macro estabilización».
Indica al respecto que la mejor manera para hacer frente al dilema es «tener un banco central independiente, niveles bajos de dolarización, y un marco de política monetaria creíble (típicamente construido a lo largo de varios años) lo cual inspire confianza en los mercados y prevenga que una depreciación moderada de la moneda en tiempos malos se convierta en una gran fuente de inestabilidad. Este es el caso de Chile, que típicamente ha llevado a cabo una política monetaria contracíclica tal como lo hacen los países industriales».
Eso en contraste con el resto del continente, donde señala que «el dilema de política monetaria sigue acechando a
muchos bancos centrales de la región».
Añade que «este ‘ciclo dentro del ciclo’ también puede observarse en Colombia, Perú, y Uruguay. En contraste, Chile redujo su tasa de política de forma inmediata ni bien se produjo el shock negativo en los términos de intercambio».
