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Las ambiciones de Amazon de entrar al negocio financiero son una amenaza para la banca Informe de McKinsey

Las ambiciones de Amazon de entrar al negocio financiero son una amenaza para la banca

Los gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google de Alphabet Inc. y Facebook Inc., ya han comenzado a invadir actividades financieras tradicionales como los pagos, dijo McKinsey. En Asia, empresas como Alibaba han logrado el mayor avance. Las startups digitales en China han captado enormes porciones de la cuota de mercado de los bancos, incluido el 25 por ciento de los préstamos de consumo no garantizados y el 12 por ciento de las ventas de fondos de inversión común.


Los bancos de todo el mundo han pasado los últimos años preparándose para la competencia de startups tecnológicas pequeñas y ágiles. Y resulta que la verdadera amenaza podría ser Jeff Bezos.

Las instituciones financieras han eludido la amenaza de las empresas de tecnología financiera al incorporar algunas de sus innovaciones a través de asociaciones y equipos de codificación internos, según McKinsey & Co. En su informe anual de la banca, McKinsey dijo que el sector necesita continuar su transformación digital para proteger el hasta 40 por ciento de ingresos que está en riesgo para 2025, y prepararse para la competencia de las llamadas compañías de plataforma, como Amazon.com Inc. de Bezos.

«Pensábamos que las empresas de tecnología financiera serían la principal amenaza digital», dijeron los autores del informe. En cambio, ha quedado claro que las empresas de comercio electrónico como Amazon y Alibaba Group Holding Ltd. «están remodelando una industria tras otra, desdibujando los límites de sector, en su búsqueda de ser todo para todas las personas».

Bezos, el fundador y máximo ejecutivo de Amazon, convirtió a la compañía en la mayor firma minorista en línea del mundo. Mientras sigue extendiendo el alcance de Amazon, la compañía con sede en Seattle ha mantenido conversaciones con los reguladores bancarios sobre la innovación financiera, de acuerdo con las divulgaciones de lobby revisadas por American Banker. Y ya cuenta con una rama de préstamos para pequeñas empresas, la que ha otorgado más de US$3.000 millones a más de 20.000 comerciantes de su plataforma de comercio electrónico.

Los gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google de Alphabet Inc. y Facebook Inc., ya han comenzado a invadir actividades financieras tradicionales como los pagos, dijo McKinsey. En Asia, empresas como Alibaba han logrado el mayor avance. Las startups digitales en China han captado enormes porciones de la cuota de mercado de los bancos, incluido el 25 por ciento de los préstamos de consumo no garantizados y el 12 por ciento de las ventas de fondos de inversión común.

«Hay compañías que tienen cientos de millones de clientes, ofrecen una gran experiencia al cliente y negocian en una moneda que recompensa los ingresos, pero no necesariamente el crecimiento de la ganancia», dijo en una entrevista Asheet Mehta, uno de los autores del informe de McKinsey. «Están bajo presión para seguir aumentando los ingresos y los servicios financieros son un gran grupo al que pueden recurrir. Estamos empezando a ver eso».

En la visión de McKinsey para el futuro, las compañías tecnológicas reordenarán el comercio global en ecosistemas en los cuales los gigantes ofrecen una variedad de productos y servicios a través de un único portal. Los bancos aún tendrán oportunidades en este nuevo contexto, porque los clientes confían en ellos y tienen grandes series de datos sobre transacciones minoristas y corporativas, según la firma consultora.

La industria bancaria mundial, que tuvo un rendimiento sobre el capital (ROE) del 8,6 por ciento el año pasado, podría compensar la pérdida de ganancias generada por la competencia de precios asociándose con compañías de plataforma y generando más ingresos a partir de sus datos. Los bancos que vayan más allá y creen sus propias plataformas podrían elevar su ROE al 14 por ciento, según el informe. El ROE es una medida de la rentabilidad.

Los ejecutivos bancarios en Asia y en partes de Europa y América Latina están mucho más preocupados que sus homólogos en Estados Unidos, dijo Mehta. Si bien los ejecutivos de bancos estadounidenses a menudo mencionan la fuerte regulación como una barrera a la entrada de las empresas de tecnología, la posición de los reguladores podría evolucionar con el tiempo y crear un campo de juego más nivelado, según el informe.

Incluso sin eso, a medida que los gigantes tecnológicos despliegan sus ecosistemas de consumo en EE.UU., podrían ofrecer cosas como transacciones transfronterizas y servicios de nómina a través de proveedores establecidos, dijo Mehta.

«No hay ninguna razón por la que no puedan ofrecer depósitos», dijo Mehta. «Podrían tener proveedores bancarios en su centro comercial, como hacen con muchos otros comerciantes. Si alguien quisiera no tener un estatuto bancario, esa es una forma en que uno podría hacerlo».

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