El proyecto de ley, una vez aprobado, obliga a la renovación total del directorio, Solari incluido. Si bien el Gobierno no quiere negociar ningún canje, como la salida del ex ministro PS, los tiempos que establece el recambio presionarán la pronta búsqueda de reemplazantes. Las apuestas comienzan a sonar.
En el verano de 2014, Jorge Atton anunciaba su retiro. El histórico ejecutivo de Telefónica del Sur, director de un sinfín de empresas y cercano a Sebastián Piñera, dejaría su cargo como Subsecretario de Telecomunicaciones para darse un descanso, según comentó en ese entonces, un break después de 40 años ininterrumpidos de trabajo. “Quiero retirarme en este buen momento. Tuve la suerte de haber estado en este Gobierno, que será reconocido en el tiempo, y ahora mi gran objetivo es no trabajar en ningún cargo público ni privado nunca más”, dijo al diario La Tercera en febrero de ese año.
Pero la predisposición del ex gerente de la telefónica de los Luksic podría dar un vuelco. Estos años se mantuvo activo en varios directorios, pero al radar del Gobierno entró nuevamente en julio del año pasado, cuando la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, lo incluyó en la propuesta de nombres que envió al Parlamento para reemplazar a algunos directores de TVN. Como representante de la oposición, el ingeniero electrónico de la Universidad Austral parecía un buen nombre para sumarse al canal. Atton aterrizó en la estación televisiva junto a otros dos representantes de la derecha en la mesa, el ex vicerrector de la UDD y ex subsecretario de Obras Públicas de Piñera, Lucas Palacios, y la periodista y ex directora de La Segunda, María José Gómez.
Y hoy su nombre cobra una nueva vitalidad en medio de la crisis de TVN. El Parlamento zanjará el 7 de noviembre la capitalización de la señal que busca inyectarle US$ 65 millones a dicho canal, repartidos en US$ 47 millones para la caja y otros US$ 18 millones a la señal cultural que se crearía, según el compromiso presidencial. Pero hay una condición que data desde el origen del proyecto, que lleva por estos días a que Atton sea protagonista de varios comentarios de la televisora. Una vez aprobado el salvataje, un artículo transitorio que se incorporó a mediados de año establece que, inyectado el capital, debe renovarse todo el directorio, Ricardo Solari incluido, por supuesto. Así, pese a las versiones que circularon sobre el canje que buscaría hacer la oposición, exigiendo la salida del ex ministro PS del canal, Solari tendría totalmente asumido que sus días en TVN avanzan contrarreloj.
“El Presidente de la República, y a través los mecanismos establecidos en las modificaciones que la presente ley introduce en la ley N° 19.132, deberá proponer al Senado un nuevo Directorio de la Empresa dentro del término de 120 días, contados desde la entrada en vigencia de este cuerpo normativo. Mientras no se encuentre constituido el nuevo Directorio, la administración continuará radicada en el directorio que se encuentre en funciones al momento de la entrada en vigencia de esta ley. Durante ese tiempo, los referidos directores mantendrán el derecho a percibir la dieta determinada de conformidad a las reglas vigentes al momento de su designación. El mandato de aquel directorio se entenderá expirado de pleno derecho con la constitución del nuevo Directorio”, indica el artículo segundo transitorio de la propuesta emanada desde el Ejecutivo.
Dentro de la derecha la figura de Atton genera simpatía y también inspira respeto en la industria, aunque su perfil está ligado más bien a lo técnico antes que al día a día de la tele. Junto a los otros representantes de la derecha en la mesa, ha tenido una relación fluida con Hernán Larraín padre, en medio de las negociaciones por las platas de TVN. Y pese a que no es una cara conocida dentro de los ejecutivos de la cotidianidad de la pantalla chica, existen dos tesis respecto al rol que podría jugar en el canal público.
Si bien tiene sentido que estuviera a la cabeza de la mesa, altas fuentes de la industria señalan que también existen versiones en torno a la opción de que asuma la presidencia ejecutiva. La razón radicaría en que existen críticas a casi un año de la llegada de Jaime de Aguirre a la estación. Los resultados de rating del canal y su performance financiera no han repuntado todo lo esperado. A De Aguirre “le falta sentido de urgencia”, indican. Atton, que también trabajó en destrabar temas administrativos en el Gobierno, tendría mejor ecuación para el cargo, en medio de la seudoquiebra del canal.
Como subsecretario, de Atton se destaca el haber avanzado en temas como la neutralidad de redes, la baja sustantiva de los cargos de acceso en celulares y el avance para la mejora de las redes de comunicación en medio de catástrofes.
Jorge Atton tiene aceptación entre los empresarios. “Me hace todo sentido que Jorge se haga cargo de TVN”, dice uno de sus colegas en mesas de directorio. El tema sería cómo cuadrar los plazos para que aterrice en dicho canal, con los manifiestos desacuerdos que ha mostrado para un punto clave al interior de La Moneda: la creación de la señal cultural. Al interior del Gobierno insisten, y aunque ha sido una tesis ampliamente viralizada, en que no está en veremos la plata para el canal cultural. El proyecto debe votarse con ambas partidas.
El escenario más probable que barajan en el oficialismo es que la capitalización pasará a comisión mixta y nuevamente a Sala para revisar los informes. Con todo, al proyecto le falta un par de semanas para destrabarse. Fines de noviembre es una fecha tentativa para que vea humo blanco. Una vez que se publique la ley, entonces comenzarán a correr los 120 días para conformar una nueva mesa. Los cuatro meses se cumplirían justo en febrero, solo dos semanas antes del cambio de mando. Si Bachelet debe proponer al sucesor de Solari para ratificación en el Senado, ¿propondría a Atton, que se ha mostrado abiertamente en desacuerdo con el proyecto del canal cultural?
En La Moneda el aprobar este último punto parece clave, pues es la única promesa de campaña que la Presidenta de la República realizó en relación con la televisión pública. Atton, en un estilo frontal que lo ha caracterizado en sus diversos roles, dijo el 29 de septiembre del año pasado, al diario La Segunda, que la idea de armar un canal cultural en TVN se convertiría en una “mochila de plomo” para la señal estatal. En la misma entrevista dijo que el canal debía enfocarse en “dar un mensaje a la sociedad”.
Pero quienes apoyan que un hombre como él se haga cargo de TVN, agregan que conoce de cerca el proyecto de capitalización. En efecto, este surgió en el Gobierno de Sebastián Piñera y tras su llegada a la señal pública ha sido parte de su Comité Económico. Las mismas fuentes agregan que, si Bachelet ya aceptó una vez proponerlo como parte de la mesa, esta vez no tendría razón para excluirlo de la nómina, pues había criticado antes de entrar a TVN el proyecto de capitalización y no fue razón para marginarlo.
El estilo directo de Atton también se ha dejado ver en otros directorios. En entrevista con La Tercera, y en su rol de director de Enel, manifestó que “los italianos ya aprendieron la lección”, en el marco de la Operación Elqui y los fallidos intentos anteriores de la firma por reestructurar sus operaciones en Chile, que habían sido criticados por él.
Pero quien llegue a hacerse cargo de TVN sentirá el peso de la mochila en las cifras del canal. A junio, sus pérdidas acumuladas llegan a $51 mil millones, a lo que se suma más “carga”. En la era Solari, y como medida desesperada para hacer caja, la empresa realizó una serie de leasebacks de sus edificios, incluyendo su sede de Bellavista 0990 y los equipos del canal. Los compromisos suman $ 33 mil millones. Además de las pérdidas, el mayor deterioro de la estación televisiva en los últimos cuatro años se ha observado en la caja de la compañía. En la cuenta de “efectivos y equivalentes al efectivo”, la empresa registra $ 7.134 millones, versus los $ 34.033 millones que informaba en junio de 2014, a pocos meses de que el nuevo directorio recibiera la posta de TVN. Las partidas más afectadas, en tanto, han sido las de las reservas de la firma. Hace cuatro años, el canal registraba $ 24 mil millones de depósitos a plazos y más de $ 9 mil millones en bonos corporativos. Las partidas hoy se ubican en los $ 6.586 y $ 270 millones respectivamente.
Si es Atton o no quién arribe a TVN, lo cierto es que a estas alturas la señal necesita, más que un presidente, un mago que revierta su destino.
