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Para Andrónico Luksic no había opción: o se metía las manos al bolsillo o Canal 13 se cerraba US$ 42 millones será el total que tendrá que inyectar para mantenerlo a flote

Para Andrónico Luksic no había opción: o se metía las manos al bolsillo o Canal 13 se cerraba

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Esa era la situación que enfrentaba y que lo obligó a comprar el 33% del medio aún en manos de la Pontificia Universidad Católica por US$10 millones. Fuentes revelan que había urgencia para cerrar un aumento de capital en pos de financiar apremiantes deudas a corto plazo que enfrenta el canal y una drástica reestructuración que es inevitable en los próximos meses.


Por años se ha dicho en el mercado que la entrada del grupo Luksic a Sudamericana de Vapores es el peor negocio en la historia de la poderosa familia.

Pero la decisión de Andrónico Luksic de comprar el control de Canal 13 (66%) hace siete años, podría quitarle el título.

Ayer, la Universidad Católica confirmó que venderá el 33% de su participación en la señalada estación televisiva a la sociedad de Luksic, Medios TV, por US$ 10 millones.

Cabe mencionar que este es un negocio personal del mayor de los Luksic y no parte de Quiñenco, el holding que agrupa a las empresas de la familia.

En agosto de 2010, el mayor de los herederos del magnate llegó a un acuerdo de compra por el 67% de Canal 13, en US$55 millones. En su momento se informó que el monto de la venta era para pagar la deuda financiera de la estación.

Desde entonces, con la excepción de un par de años, el canal ha generado nada más que pérdidas.

Ya desde hace unos meses la UC buscaba vender el tercio que aún tenía en su poder. Durante ese periodo había pedido a Luksic que le ayudara a encontrar un comprador. Este lo evaluó y los puso en contacto con Citigroup en Nueva York, con los cuales son socios en Banco Chile.

Fuentes que conocen el proceso revelan que solo hubo una oferta y que el precio era muy bajo. Muy inferior a los US$ 10 millones que terminó pagando el empresario.

Las mismas fuentes afirman que para Andrónico no había opción: o se metía las manos al bolsillo o Canal 13 se cerraba.

Tal era la situación que enfrentaba y que lo obligó a comprar el 33% del medio aún en manos del Vaticano. Había urgencia para cerrar un aumento de capital en pos de financiar apremiantes deudas a corto plazo que enfrenta el canal y una drástica reestructuración, que en el 13 admiten que es inevitable y que incluye recortes de personal.

Lo anterior porque, además de los US$10 millones que pagó a la UC, Luksic inyectará US$32 millones para costear la referida reestructuración. Cabe recordar que en los últimos dos años ha habido una serie de cambios en el directorio y en la plana ejecutiva para tratar de revertir la crisis.

Desde el canal confirman que la decisión fue adoptada “a la luz de la compleja situación financiera que atraviesa la industria, los altos costos del actual modelo de desarrollo de la televisión comercial abierta, las inversiones que requiere el sector para emprender proyectos de futuro, sumadas a las sostenidas pérdidas que en lo particular afectan a Canal 13”.

El gerente general de TV Medios, Rodrigo Terré, parte de la familia Luksic, puntualizó que los recursos «permitirán que la empresa haga frente al plan de reestructuración que se está ejecutando y cuente con los fondos que requiere para llevar adelante su operación, además de disminuir endeudamiento de corto plazo”.

La decisión de la venta fue adoptada en sesión extraordinaria del directorio el viernes.

Al interior de Canal 13 se resignan a que parte de la reestructuración implica, como se señaló, recortes de personal. La cifra podría llegar a más de 300.

«Estábamos hasta el cogote. La alternativa era cerrar el canal, y eso Andrónico no estaba dispuesto a hacerlo», revela una fuente cercana al empresario.

En el mercado dicen que la situación es similar a la que la familia enfrentó con Sudamericana de Vapores. A la naviera han tenido que inyectarle más de US$ 1.500 millones para mantenerla a flote. Solo una serie de fusiones y el spinoff de SAAM han logrado que la empresa comenzara a mostrar cifras positivas, aunque no lo suficiente para borrar todas las pérdidas. Cualquier otro holding, sin las espaldas de los Luksic, habría ya tirado la esponja.

El contrato de compra con la PUC establece participaciones para el Vaticano en el caso que, de aquí al 2020, TV Medios venda a un tercero todo o parte del canal, o si muestra un incremento en su valor patrimonial durante ese período.

La transacción pone fin a los casi más de 60 años de participación de la Iglesia católica en televisión abierta.

Industria en crisis

No está de más mencionar que lo que enfrenta Luksic lo está viviendo la industria entera en Chile.

TVN apenas tiene fondos para llegar a marzo y depende de que el Congreso apruebe el proyecto de ley del Gobierno, el que inyectaría los fondos necesarios (US$ 48 millones) para evitar su quiebra. Sin embargo, los votos aún no están.

En los últimos meses las familias Martino y Diez, junto a los Cueto, inyectaron US$ 10 millones a UCV para obtener control y evitar su quiebra.

Turner, por su parte, habría inyectado cerca de US$ 20 millones y el Mega, el canal de Carlos Heller –parte de la familia Solari, controladora de Falabella–, recientemente habría comenzado a sentir el rigor de la crisis que vive la industria. A junio de este año, y luego de dos años de números positivos, la estación obtuvo pérdidas por $455 millones para el primer trimestre de 2017.

Un director de uno de los canales rivales del Mega señala que una clara señal de la crisis que vive la industria es que, en su mejor momento, el canal que dominaba el rating solo generaba utilidades anuales de $1.433 millones (US$2 millones en el primer semestre de 2016).

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