Es un día clave. Hoy a las oficinas de BTG llegarán los sobres con las ofertas por la concesión del Canal del Fútbol (CDF), un negocio que asegura el traspaso de los derechos por al menos una década de la estación, la única señal de la televisión chilena que gana plata y que pertenece a la ANFP (80%) y al empresario Jorge Claro con un grupo de socios (20%).
El proceso se ha alargado más de lo esperado. Los oferentes manifestaron su intención de estirar la presentación de ofertas vinculantes hasta hoy, luego que el plazo inicial se pensara para fines de octubre. Todo, con miras a cerrar el traspaso antes de fin de año, objetivo que se ve con cierta dificultad.
Hoy los asesores financieros del proceso, BTG, tendrán en su poder las ofertas, pero ellos no intervendrán en la evaluación. Esto, pues definir quién se queda con el canal dependerá de las 32 voluntades de los clubes de Primera A y B. Serán sus presidentes quienes deberán votar por una oferta que los satisfaga. ¿La recompensa? Un jugoso bono que sería de US$ 2 millones y otras regalías, como participación en las utilidades que ofrecerían los operadores interesados.
El valor del canal se ha empinado rápidamente por sobre US$ 1.000 millones, que serán pagados en varios años, excepto la participación de Claro, que debe ser cancelada en cash.
En medio de las brutales cifras, los trabajadores del CDF viven un momento particular. El sindicato de casi 200 personas se encuentra en plena negociación colectiva. Y algo asoma como clave en medio de las conversaciones: los colaboradores del canal piden participación de los trabajadores en las utilidades que genere la venta del 20% del grupo GTV (ligado a Claro).
El sindicato del CDF está siendo asesorado por la Federación de Trabajadores de la TV (FetraTV), el abogado Roberto Celedón Fernández y por la Fundación Sol.
