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Consejo del Banco Central votó de forma unánime mantener la Tasa de Política Monetaria en la reunión de noviembre

Consejo del Banco Central votó de forma unánime mantener la Tasa de Política Monetaria en la reunión de noviembre

En la minuta de la última reunión, publicada este miércoles, señala que «mantener la TPM era coherente con un escenario base en que la economía continuaba con una recuperación gradual apoyada por las mejores condiciones externas».


Nuevamente el el Consejo del Banco Central acordó, de forma unánime, mantener la Tasa de Política Monetaria en 2,5%, según reveló esta mañana el emisor en la minuta de la última reunión, llevada a cabo el pasado 14 de noviembre.

La nueva sorpresa inflacionaria de octubre y la recuperación de la economía fueron los temas claves, aunque aún ronda la posibilidad de un recorte de tasa, todo en el marco del análisis del equipo de estudios del BC, que señaló que «la economía seguía débil, especialmente los sectores asociados a la construcción, lo que se reflejaba en velocidades de expansión que se mantenían por debajo del crecimiento potencial».

De acuerdo al documento, un Consejero destacó que en el último mes se habían ido debilitando los riesgos a la baja para la inflación, pese a que aún no habían desaparecido totalmente.

En ese sentido, señaló que «esto era producto tanto de una nueva sorpresa inflacionaria, ahora en sentido inverso, como de una trayectoria para la economía que se había mantenido dentro del escenario previsto, a lo que sumaba que se consolidaba un mejor escenario externo. Destacó que, en este contexto, las expectativas de inflación a dos años no tenían mayores cambios y que la curva de mercado postergaba y reducía la probabilidad de una baja en la TPM por un plazo relativamente breve, dominada probablemente por las perspectivas de un mejor escenario real a mayor plazo».

Otro Consejero indicó que en el último mes «se acumulaban noticias que sugerían un mejoramiento de las condiciones externas, cifras de actividad que ratificaban la perspectiva de una recuperación gradual, aunque desigual, de la actividad económica, y una inflación que compensaba en parte la sorpresa inflacionaria previa, pero no cambiaba necesariamente el balance de riesgos a la baja para la inflación en el corto plazo».

Ante eso, señaló que la opción de «mantener la TPM era coherente con un escenario base en que la economía continuaba con una recuperación gradual apoyada por las mejores condiciones externas, a lo que se iba sumando
una aceleración del consumo y una recuperación de la inversión, aunque partiendo de una base algo más baja debido al negativo dato previsto para la formación bruta de capital fijo en edificación y obras en el tercer trimestre,
pero con el impulso de mejores expectativas de consumidores y empresas. En este escenario, aunque la inflación se mantendría por debajo del 2% en su indicador global y subyacente durante casi todo el 2018 —por un peso algo más apreciado y la persistencia de shocks sobre precios más volátiles—, se recuperaría en el 2019, una vez que la disipación de estos efectos dejara lugar al impacto de un cierre gradual de brechas de actividad. Destacó que
este era un escenario que descansaba significativamente en un aumento del dinamismo económico respecto de lo observado en los últimos meses y lo que se preveía hasta comienzos del 2018».

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