Publicidad
Sebastián Claro deja un recado a ambos candidatos tras su salida del Banco Central: «Los discursos importan, no son inocuos, las críticas sin límites, las ridiculizaciones, sí importan» Se refirió indirectamente a su postura contrapuesta en el consejo con Pablo García, que generó tensión en el mercado

Sebastián Claro deja un recado a ambos candidatos tras su salida del Banco Central: «Los discursos importan, no son inocuos, las críticas sin límites, las ridiculizaciones, sí importan»

Quien hasta este miércoles fue consejero y vicepresidente del Banco Central señala que «muchas veces me da la impresión de que hay una percepción de soluciones fáciles y rápidas que genera cierto desconcierto», ante la crisis que se ha generado frente a las instituciones y la campaña presidencial. Respecto a su paso por el emisor, donde fue el consejero más joven en llegar al ente rector, reconoció que los bancos centrales «han mantenido políticas monetarias expansivas por muchos años, y ha pasado que los precios de los activos han empezado a sobrevalorarse, como en acciones, bonos, viviendas, terrenos», apuntando a la volatilidad de los mercados postcrisis sub prime, que coinciden justamente con su periodo de 10 años en el BC. Da además su diagnóstico frente a las demandas de la ciudadanía, que «finalmente van a generar una tremenda frustración si es que el país no es capaz de crecer más rápido».


El economista más joven en asumir como consejero del Banco Central, Sebastián Claro, dejó este pasado miércoles su cargo, donde ocupó además el cargo de vicepresidente, luego de que terminara su periodo de 10 años en la entidad emisora, y revista Qué Pasa lo entrevistó, donde discutió su paso por el BC, su evaluación de la economía y la tarea de los bancos centrales, e incluso un análisis sobre el estado de la política actual previo a las elecciones presidenciales del próximo 17 de diciembre.

Claro, que asumió como consejero con 35 años propuesto previamente por la administración anterior de Michelle Bachalet, llegó al cargo solo un tiempo antes de que se desencadenara la crisis subprime en 2008.

En ese sentido, Claro señala que «fueron meses muy tensos con mucho trabajo en equipo, tratando de descifrar los fenómenos que estaban ocurriendo». Pese a esto, indicó que los efectos aún persisten y que «como la recuperación ha sido lenta en las principales economías del mundo, los bancos centrales han mantenido políticas monetarias expansivas por muchos años, y ha pasado que los precios de los activos han empezado a sobrevalorarse, como en acciones, bonos, viviendas, terrenos».

Indicó que eso ha generado mucha volatilidad en los mercados y un alza sostenida de precios. «La duda que se ha generado es si la política monetaria debe o no prestar atención a este aumento tan sostenido cuando la inflación todavía no se recupera totalmente», indicó.

Claro destacó la independencia del Banco Central, reconociendo que «tiene la flexibilidad y parte de la planificación estratégica busca encontrar aquellos puntos que puedan ser importantes para proyectarse y renovarse. El profesionalismo del banco es un sello muy particular. Hay que trabajar sobre eso y cultivarlo».

En ese sentido, recalcó que debe mantener el nivel de profesionales y no caer en el cuoteo político al que se suele hacer referencia por la nominación de los consejeros.

Señala que «el método ha funcionado. El mundo político ha sido muy responsable en asegurar que las personas que pertenecen al consejo sean serias, competentes, autónomas de pensamiento e independientes de juicio. Todos tenemos nuestras visiones, pero cuando formamos parte de un banco no venimos con posiciones».

Al respecto, se refirió a su propio caso, ya que fue nominado por una administración ligada a la centro izquierda mientras Claro era reconocido como un economista más cercano a la centroderecha. «El nombramiento fue sorpresivo y no lo busqué. Agradezco a la presidenta Bachelet y al entonces ministro Velasco, porque haber nombrado a una persona joven requería cierta audacia y ellos fueron audaces. Ahora esa juventud, debo ser honesto, para mí nunca fue un tema, nunca lo sentí como algo particular ni un peso especial».

Diferencia en el consejo

Indirectamente, también se refirió a la constante tensión debido a las posturas contrapuestas del propio Claro con el consejero Pablo García, quien en algunas reuniones anteriores fue el único en votar por recortar la tasa de política monetaria.

«Mientras esas diferencias se mantengan en el ámbito técnico no veo mayor problema. El límite es cautelar que el banco es el que toma las decisiones. Debemos potenciar el rol colectivo, más que la opinión personal», señaló al respecto.

Frente a la economía y el proceso de recuperación tras un largo periodo de enfriamiento, Claro señala que «más que enfatizar la dependencia de esta recuperación a un resultado electoral en particular, el Banco Central ha enfatizado que el desempeño económico no es independiente de las políticas económicas. Y, por lo tanto, políticas más amigables con el crecimiento van a facilitar esa recuperación y, más importante, van a permitir sostenerla en el tiempo».

Preocupación por la «soluciones fáciles»

Si bien no tomó una postura frente las próximas elecciones, debido a que está recién saliendo de la solemnidad e independencia del Banco, apelando a la prudencia, dice que «soy un convencido de que Chile ha hecho tremendos progresos en la última década, puede ser que mucho de lo que se observa sea consecuencia de ese mismo éxito y sin entrar en el debate, a mi sí me preocupa que se vaya perdiendo la idea de que las políticas públicas si no toman adecuadamente los efectos sobre los incentivos que tienen, si no se hacen cargo de que existen restricciones presupuestarias, entonces vamos a entrar en problemas».

Ante esto, fue claro en enviar un mensaje a ambas candidaturas que pasaron a segunda vuelta, indicando que «obviamente que, en tiempos de elecciones, muchas veces se exageran los puntos. Los discursos importan, no son inocuos, las críticas sin límites, las ridiculizaciones, sí importan y van generando percepciones y realidades», agregando que «hay políticas que se ven muy bien en el corto plazo, pero están condenadas al fracaso. Muchas veces me da la impresión de que hay una percepción de soluciones fáciles y rápidas que genera cierto desconcierto».

En cuanto a su receta, destacó que no hay que dejar de lado que Chile tiene un desafío fiscal importante, ya que «las cuentas fiscales se han ido deteriorando en el tiempo, siguen siendo sólidas en Chile, pero de la tasa a la cual ha ido aumentando el déficit, hay que hacerse cargo. Veo un deterioro en la convicción de que las cuentas fiscales ordenadas son extremadamente importantes para el desarrollo económico».

Por otro lado, señala que «muchas de las necesidades legítimas que existen, finalmente, van a generar una tremenda frustración si es que el país no es capaz de crecer más rápido».

Publicidad

Tendencias