Opinión
La OCDE hace varios años ha advertido a Chile que debe focalizar esfuerzos en una estrategia de fortalecimiento y desarrollo de las regiones, una mirada territorial del crecimiento, para aprovechar las potencialidades particulares locales, avanzar hacia un crecimiento inclusivo y para contribuir a reducir las brechas que hoy son una piedra de tope en el camino al desarrollo.
El Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera (OES-UFRO), realizó un análisis del crecimiento económico a nivel regional para los años 2014-2016, y de las brechas territoriales observadas (diferencia entre la región que más creció en un período y la que menos creció en ese periodo). El informe analiza el crecimiento de las regiones del país de acuerdo a las cifras del Producto Interno Bruto Regional (PIB), según datos del Banco Central de Chile.
En 2014, la brecha regional de crecimiento llegó a los 12,5 puntos porcentuales (p.p.), donde la Región de Atacama fue la de menor crecimiento (-7,1%), en tanto la Región de Los Lagos fue la que más creció con un 5,4%. En 2015, la brecha anotó 8,1 p.p.; donde la Región de Tarapacá registró el menor resultado con una variación de -0,6% en su PIB; en tanto que la Región del Maule anotó la mayor expansión con un 7,5%. Y finalmente, para 2016, la brecha llega a los 8,0 p.p.; donde la Región de Antofagasta registró el menor resultado con una variación de -2,9% en su PIB; en tanto que la Región de La Araucanía anotó la mayor expansión con un 5,0% anual. Se aprecia que las brechas territoriales de crecimiento muestran una tendencia a la baja durante el periodo, aunque siguen siendo consideradas aún altas.
En los dos últimos años, La Araucanía destacó como una de las regiones de mayor crecimiento económico. Para 2015, la variación del PIB regional llegó a un 6,1%, ocupando el segundo lugar en el ranking de crecimiento entre las 15 regiones del país (incluida la Región Metropolitana). Mientras que para 2016, La Araucanía lideró el crecimiento regional con una expansión de 5,0% y se transformó en la región de mayor crecimiento del país.
Respecto a las brechas territoriales, La OCDE hace varios años ha advertido a Chile que debe focalizar esfuerzos en una estrategia de fortalecimiento y desarrollo de las regiones, una mirada territorial del crecimiento, para aprovechar las potencialidades particulares locales, avanzar hacia un crecimiento inclusivo y para contribuir a reducir las brechas que hoy son una piedra de tope en el camino al desarrollo (OECD Territorial Reviews: Chile 2009).
Avanzar hacia políticas con enfoque territorial en Chile requiere una mayor participación de los actores regionales en la planificación y coordinación de la agenda de desarrollo regional. A este respecto, los acuerdos de gobernanza y coordinación entre los distintos niveles de Gobierno y otros mecanismos tales como el desarrollo de capacidades, o el fomento de instituciones para la participación, ayudarán en este proceso de reforma, indica el mencionado reporte.
Patricio Ramírez
Coordinador
Observatorio Económico y Social
Universidad de La Frontera
