Dice que hay una «llamativa desvinculación» con las cifras que publica y las de Transbank
Equipo de estudios del banco señala que desde la segunda mitad del año las cifras no cuadran, y que aún no hay una razón clara, aunque barajan tres alternativas, una de las cuales podría generar controversia.
Podría haber una desvinculación en cómo los especialistas están midiendo la evolución de la actividad comercial.
Eso es lo que plantea el equipo de estudios del BBVA, en un informe a sus clientes enviado este miércoles. El documento señala que habría un desacople entre los datos que está entregando el INE en el índice de Actividad Comercial Mensual (IACM) y aquellos de compras realizadas con Transbank, situación que habría comenzado a despegarse desde julio.
Desde el grupo liderado por el economista Jorge Selaive señalan que, durante 2016 y los primeros meses de 2017, todas las cifras de compras hechas a través del sistema Transbank –que contabiliza las operaciones realizadas con tarjetas de crédito y débito en todo el territorio nacional– permitían, a través de la construcción de un indicador sencillo, adelantarse con gran precisión al IACM sin autos.
«Desde julio del presente año, el indicador construído con la información de Transbank se ha disociado del indicador entregado por el INE. Mientras este último ha mantenido tasas de crecimiento prácticamente planas dando cuenta de ‘resiliencia’ del consumo en el segundo semestre, los datos de Transbank reflejan un dinamismo diferente y significativamente más volátil», precisa el informe.
Cabe destacar que el INE levanta su información a través de encuestas a un grupo acotado de comercio, en tanto Transbank entrega cifras duras de ventas para todo el territorio nacional.
«Los datos de Transbank son un muy buen reflejo del dinamismo del retail, toda vez que el indicador se construye con big data», agregan desde el BBVA, aunque sostienen que este medio de pago deja fuera las compras hechas con efectivo y con tarjetas de asociadas exclusivamente a casas comerciales: «Es un muy buen termómetro del comportamiento de las ventas del retail. Por eso es llamativa la pérdida de correlación entre ambos indicadores a partir de julio», aseguran.
¿Las razones de esta disociación en las cifras? Desde el BBVA apuntan a tres factores que podrían estar marcando esta diferencia, siendo uno de ellos que las ventas de Transbank se trabajan en UF para conseguir la variación real, en tanto que el índice del INE trabaja con deflactores.
Otra alternativa que barajan es que el efectivo y/o las tarjetas asociadas a casas comerciales hayan ganado protagonismo en el segundo semestre del presente año, aunque califican que este fenómeno sería «peculiar».
Tampoco descartan que haya un cambio metodológico por parte del INE, que, de ser así, no ha sido informado.
Pese a esto, el BBVA proyecta que el IACM de noviembre crecerá entre 4,2 y 5,2%. El índice de ventas de supermercados, en tanto, prevé un aumento de 3,5% a/a y, en las ventas para la Región Metropolitana informadas por la CNC (Cámara Nacional de Comercio), estiman un rango entre 2,0% – 4,0% a/a, respectivamente.
No es la primera vez que el equipo de Selaive apunta al INE.
Hace un mes su equipo del BBVA publicó un informe que aborda la metodología de la medición de inflación. Advierte que, de continuar esta inusual volatilidad y las sorpresas, «se alimentará la inmovilidad en las decisiones de política monetaria y generará mayor volatilidad en el precio de activos financieros».
Ya en 2013, Selaive –entonces economista jefe del BCI– publicó un informe en que cuestionaba la calidad de las cifras de inflación que recogía el Instituto Nacional de Estadísticas y cómo la estaba midiendo. «Tiene indudables problemas de capturar calidad y obsolescencia dentro de la canasta del IPC», fue una de las conclusiones del documento.
