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¿Están los inversores preparados para el fin de la era del crédito barato y el alza de tasas que se viene? Inversores y operadores se preparan para otra semana agitada y volátil

¿Están los inversores preparados para el fin de la era del crédito barato y el alza de tasas que se viene?

Wall Street tuvo su peor semana en dos años, Europa sintió el golpe y en Chile la bolsa perdió todo lo ganado en el año. El consenso es que la era del crédito barato llegó a su fin y el mercado se está acomodando. Algunos de los «hedge funds» más grandes del mundo están advirtiendo a sus clientes que se preparen para un «remezón fuerte». Bloomberg señala que estamos frente a un «tira y afloja» entre acciones y bonos.


Los inversores se preparan para otro viaje lleno de baches esta semana, después que la volatilidad regresó con una venganza.

Wall Street tuvo su peor semana en dos años, Europa sintió el golpe y en Chile la bolsa perdió todo lo ganado en el año. Principales índices de Estados Unidos y Asia ya entraron en corrección, lo que quiere decir que están 10% por debajo de su máximo reciente.

Algunos de los «hedge funds» más grandes del mundo están advirtiendo a sus clientes que se preparen para un «remezón fuerte», aunque al cierre de esta nota mercados en Asia y Europa mostraban señales positivas.

Es un verdadero «test» de nervios para los mercados, ya que los 10 años de dinero barato han terminado.

La semana pasada se esfumaron US$ 4 trillones de valor bursátil alrededor del mundo, y la bolsa chilena no fue la excepción.

Bonos vs. acciones

El tira y afloja entre acciones y bonos está en el corazón de los turbulentos mercados financieros. El informe de inflación de EE.UU. de esta semana podría ser la clave para la próxima fase.

Los ojos del mercado estarán a la espera de los datos de precios al consumidor de Estados Unidos, el miércoles, con cierta inquietud. La presión sobre las acciones ha emanado del mercado del Tesoro, donde los rendimientos se dispararon a un máximo de cuatro años en medio de la preocupación de que la Reserva Federal pueda acelerar su programa de aumento de tasas.

El consenso es que la era del crédito barato llegó a su fin y el mercado se está acomodando.

Aparentemente cada vez que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años se acercaron a un máximo de cuatro años la semana pasada, los inversores en acciones entraron en pánico, temiendo el espectro de una mayor inflación y un ritmo más agresivo de alzas de tasas de la Reserva Federal.

Ya sea que quiera decir que los bonos del Tesoro están en un mercado bajista o no, el aumento en los rendimientos para comenzar en 2018 ha dejado a los inversores revaluando el valor de las acciones y los bonos corporativos. Las ganancias fueron fáciles cuando el rendimiento a 10 años se negoció en su rango más estrecho en medio siglo, la inflación se mantuvo moderada y la volatilidad en los mercados financieros alcanzó niveles sin precedentes. Las ganancias son más difíciles cuando las tasas bajas, un eje de la recuperación posterior a la crisis, comienzan a desaparecer.

Déficits de Trump

Otro factor preocupante es el enorme déficit fiscal que se le viene a Estados Unidos. El propio director de Presupuestos de Donald Trump lo admitió este domingo y señaló que podría resultar en un salto en las tasas de interés.

El presupuesto aprobado incluye US$ 300 mil millones de gasto adicional. A eso hay que agregar el recorte tributario que se aprobó hace unas semanas.

FMI pone paños fríos

Las fuertes oscilaciones en los mercados financieros mundiales en los últimos días no son preocupantes, ya que el crecimiento económico es sólido, dijo el domingo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien igualmente sostuvo que se siguen necesitando reformas para evitar futuras crisis.

Christine Lagarde sostuvo, en una conferencia sobre negocios globales y tendencias sociales en Dubái, que las economías también se ven respaldadas por la gran cantidad de financiación disponible.

“Soy razonablemente optimista debido al panorama que tenemos en este momento. Pero no podemos sentarnos a esperar que el crecimiento continúe de forma normal”, indicó Lagarde en sus primeros comentarios públicos sobre los movimientos del mercado desde las turbulencias que se produjeron la semana pasada.

También repitió un pronóstico del FMI, emitido el mes pasado, que apunta a un crecimiento de la economía mundial del 3,9 por ciento este año y al mismo ritmo en 2019, lo que, en su opinión, ofrece una buena oportunidad para implementar las reformas necesarias.

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