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Concentración de proveedores del Estado: nada nuevo bajo el sol Opinión

Concentración de proveedores del Estado: nada nuevo bajo el sol

Miguel Caniuqueo
Por : Miguel Caniuqueo Fundador de www.compraspublicas.cl
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Hay muchas fundaciones cuyos estudios, análisis e informes son serios, responsables y por sobre todo nos entregan información valiosa. Velar por la buena utilización de nuestros impuestos, de los que muchas fundaciones hacen uso sin ningún control, es uno de los temas pendientes, pues, de seguir por este mismo camino, crear ONGs solo continuará siendo un muy buen negocio.


Recientemente, el Observatorio de Gasto Fiscal dio a conocer un ranking con los 10 proveedores que más les venden a los municipios de nuestro país.

Si bien es cierto la información entregada es correcta, el análisis sobre la concentración de proveedores en el mundo municipal realizado por esta ONG, no entrega ningún antecedente nuevo, fundamentalmente porque la información de quienes le venden al Estado está a disposición de todos y todas, es más, existen muchas plataformas gubernamentales y privadas (que no reciben ningún tipo de financiamiento) como “datosabiertos.chilecompra.cl”, donde en un clic podemos acceder a un ranking con los proveedores que más le venden al sector público, información que, por lo demás, la conocemos –a lo menos– desde el año 2008.

Cuando el meteorólogo nos entrega la información sobre cómo se comportó el clima en nuestro país, el profesional lo hace sobre la base de datos objetivos y nos muestra toda la información de las regiones. Señalar que una región del norte tuvo lluvias inesperadas y omitir que en el sur llovió en todas partes, es homólogo a dar a conocer un ranking de proveedores solo para un sector del mercado público, cuando el sistema integralmente se comporta de la misma manera, con niveles de concentración de proveedores (sobre todo en FFAA y Carabineros) incluso superiores a los del mundo municipal y fundamentalmente considerando que la información global de proveedores de todo el país está disponible para cualquiera.

Siempre son buenas noticias que se funden organizaciones que realicen control ciudadano a las instituciones públicas, la sociedad civil se fortalece, ganamos en acceso a la información y de esta manera podemos evaluar el comportamiento de nuestras autoridades. Sin embargo, genera una cuota de suspicacia cuando nacen ONGs con directorios rimbombantes, con financiamiento de fundaciones de las cuales no sabemos de dónde sacan los recursos y quiénes están detrás ellas.

Desde un tiempo a esta parte, el boom de creación de organizaciones sin fines de lucro ha sido explosivo, de 106 mil en 2006 pasamos a 234 mil el año 2016. De este universo, unas 33 mil ONGs se dedican a la investigación y educación.

En mi opinión, el mismo control ciudadano que uno quisiera tener con las instituciones del Estado, es el que también se les puede exigir a aquellas organizaciones que, finalmente, se financian con nuestros impuestos.

Cuando una organización nace a la vida pública con financiamiento que el mismo Observatorio declara en su Web (150 millones de pesos), es válido preguntarse cuál es el real aporte que se está realizando, quienes financian este esfuerzo y sobre todo: ¿por qué su directorio lo integran personas que han tenido directa relación con instituciones públicas?

Hay muchas fundaciones cuyos estudios, análisis e informes son serios, responsables y por sobre todo nos entregan información valiosa. Velar por la buena utilización de nuestros impuestos, de los que muchas fundaciones hacen uso sin ningún control, es uno de los temas pendientes, pues, de seguir por este mismo camino, crear ONGs solo continuará siendo un muy buen negocio.

Miguel Caniuqueo
@miguelCaniuqueo

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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