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Fernando Massú, nuevamente el mejor amigo de Ponce

Fernando Massú, nuevamente el mejor amigo de Ponce

En su largo recorrido como alto ejecutivo de bancos, estuvo en el momento justo para dar financiamiento a las sociedades cascadas en Santander, luego en CorpBanca y ahora en BTG. Los últimos créditos a dos de las referidas sociedades han captado el interés del regulador bancario.


En medio del calor de verano pasan cosas que se olvidan, sin dejar, por ello, de ser relevantes. En el mercado financiero también. No es personal el vínculo principal del presidente del Banco BTG, Fernando Massú, con el ex yerno de Pinochet y aún controlador indirecto de SQM a través de las sociedades cascadas.

En su largo recorrido como alto ejecutivo de bancos, estuvo en el momento justo para dar financiamiento a las sociedades Cascada en Santander, luego en CorpBanca y ahora en BTG.

El pequeño banco local, pero de grandes espaldas brasileñas, apostó sin miedo al futuro de la minera con US$ 10 millones (5 a Potasio y 5 a Calichera), quedando al límite en sus créditos relacionados, pues –con la institucionalidad chilena– a Massú le es permitido ser en paralelo director de SQM, como “independiente”, con los votos de Ponce, y conducir la entidad bancaria que le presta dinero.

El 26 de enero pasado, el gerente general de Potasio y Calichera, Ricardo Moreno, informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) la suscripción de contratos de crédito con los bancos Security y BTG, por US$ 27 millones y US$ 10 millones, respectivamente.

Para BTG son US$ 2 millones menos de lo acordado originalmente. Sin embargo, aunque parece bajo –para el tamaño todavía incipiente de BTG–, es determinante. De hecho, en agosto de 2017 se concretó la reestructuración de sociedades de los brasileños en Chile, incluyendo un aumento de capital que hoy ha duplicado el patrimonio efectivo neto a $ 140 mil millones. Cuando BTG conversaba con Ponce los posibles créditos de US$ 12 millones, el patrimonio llegaba a $ 70 mil millones.

En medio, un nombre que se reitera en el camino de créditos bancarios a las sociedades Cascada: Fernando Massú Taré, presidente del banco BTG Chile.

El ejecutivo –cuyo largo paso por distintas entidades financieras data de los 80– fue, entre 2003 y 2008, el máximo ejecutivo de la banca mayorista de Santander Chile, desde donde formó parte del equipo que aprobó créditos a las sociedades del holding manejado indirectamente por Ponce, según confirman fuentes que lo conocen.

En efecto, solo en 2017 terminaron de vencer y pagarse los financiamientos de dicha entidad a Julio Ponce, gracias a créditos por US$ 15 millones otorgados por otro banco pequeño, el Internacional, que lidera el ex gerente general de CorpBanca, Mario Chamorro.

Cabe recordar que Massú, antes de llegar a BTG en septiembre de 2016, era el gerente general del banco Itaú CorpBanca, nacido de la fusión del brasileño con el que controlaba Álvaro Saieh, hoy devenido en minoritario.

Aun más, fue Massú quien aprobó los polémicos créditos por más de US$ 150 millones que otorgó CorpBanca a las sociedades manejadas por Ponce, los que provocaron la intervención de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif), liderada por Eric Parrado, la que a fines de 2015 lo multó con US$ 30 millones por superar los límites de créditos a sociedades relacionadas. Esto, considerando que Rafael Guilisasti –entonces director de CorpBanca– había asumido en septiembre de 2015 como presidente de las referidas cascadas.

Finalmente, la Suprema ratificó anular la multa, al considerar que la Sbif no respetó el debido proceso. Pero la autoridad inició un nuevo proceso y ya formuló cargos. Itaú CorpBanca intentó detenerlo en tribunales, pero esta vez perdió. La Super debe determinar si confirma los cargos, así como el nivel de la multa.

La estela que dejaron los créditos a Ponce aprobados por Massú en CorpBanca, no le inhibieron de apostar otra vez por el polémico empresario. Los US$ 15 millones que entregará, con vencimiento en tres años más, constituyen una de las mayores operaciones de crédito del banco.

Cercanos a dicha entidad hacen hincapié en que las operaciones de crédito son totalmente legales y que las cascadas son sociedades independientes a SQM, por lo que no existe conflicto de interés.

La superintendencia está monitoreando la operación, concentrada específicamente en el límite de endeudamiento que tiene BTG con las cascadas, dado que Massú es director de SQM y, siguiendo la línea de la Sbif, tanto la minera no metálica como las sociedades que la controlan son parte de mismo grupo empresarial.

Todos bailan en la historia, pues CorpBanca provocó el cambio de una normativa de la Sbif en 2013, después que se conocieran los créditos que en forma indirecta entregaba a SMU. Esto, a través de un fondo de inversión creado justamente por BTG, entonces Celfin Capital –en 2010–, el que se financiaba con créditos de CorpBanca para concurrir a aumentos de capital de la supermercadista de propiedad de Saieh. La autoridad envió una circular a fines de ese año, precisando todavía más el espíritu de la norma, aunque nunca sancionó a la entidad bancaria.

Fuentes afirman que en el banco habría incomodidad con el tema, por la exposición al cuestionamiento del mercado y las autoridades, vitrina que ha crecido con la llegada del ex ministro de Sebastián Piñera, Rodrigo Pérez Mackenna, ex presidente del gremio de las AFP.

La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ofició en enero a Potasio, preguntando por el crédito con BTG.

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