El euro experimentaba volatilidad en los mercados de Asia
Los votantes castigaron a los principales partidos que han gobernado durante años de declive económico, aumento de impuestos y una ola de inmigración, lo que arroja dudas sobre la futura dirección política del país. Los partidos pro UE habían logrado contener las insurgencias populistas en las elecciones alemanas, francesas y holandesas en los últimos doce meses, pero en Italia sus defensas quedaron expuestas a una economía apenas mayor de lo que era cuando el euro se introdujo hace casi dos décadas.
Los grupos antiestablishment de Italia son los grandes ganadores en las elecciones del domingo y los votantes castigaron a los principales partidos que han gobernado durante años de declive económico, aumento de impuestos y una ola de inmigración, lo que arroja dudas sobre la futura dirección política del país.
Los resultados iniciales a partir de las 3 a.m. de la mañana del lunes sugirieron que el euroescéptico Movimiento 5 Estrellas y la Liga antimigrante se encontraban entre los ganadores, erosionando a grupos centristas, pero sin los votos para armar un gobierno.
Sin un solo grupo al mando de la mayoría, se necesitarán semanas de negociación antes de que se pueda designar a un nuevo gobierno.
Una coalición de centroderecha respaldada por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, de 81 años, era el grupo más grande, según las primeras proyecciones. Pero se pronostica que su bloque solo vencerá por poco a 5 Estrellas, cuyo líder, Luigi Di Maio, de 31 años, explotó la ira generalizada en una clase gobernante a menudo contaminada por escándalos de corrupción, para convertirse en el mayor partido independiente en el Parlamento por un amplio margen. «La victoria de Di Maio, Italia ingobernable», resumió el periódico de Turín La Stampa.
Los partidos pro UE han logrado contener las insurgencias populistas en las elecciones alemanas, francesas y holandesas en los últimos doce meses, pero en Italia sus defensas quedaron expuestas a una economía apenas mayor de lo que era cuando el euro se introdujo hace casi dos décadas. La crisis de refugiados de 2016, que vio a Italia en primera línea, ofreció una segunda línea de ataque. El resultado es un socio mucho más impredecible para los líderes europeos como Angela Merkel y Emmanuel Macron, ya que enfrentan la amenaza de una guerra comercial al tratar de reformar el bloque.
«El movimiento 5 Estrellas será fundamental para cualquier gobierno potencial», dijo Silvia Merler, analista del grupo de expertos Bruegel. «¿Se demostrarán responsables? ¿Escogerán abrir conversaciones con los demócratas o con la Liga del Norte? El futuro económico de Italia a corto plazo depende de eso «, añadió.
Otra capa de incertidumbre se presentó cuando el partido Forza Italia de Berlusconi fue superado por su principal aliado, la Liga liderada por Matteo Salvini, cuyo mensaje antiinmigración ayudó a difundir el atractivo de su partido desde el rico norte industrial hasta el deprimido sur. Esto parece haber arruinado las esperanzas del magnate de los medios de interpretar al hacedor de reyes, al marcar a un primer ministro si su partido ganaba más votos que la Liga.
De todos modos, el euro subió modestamente en las primeras operaciones asiáticas con la perspectiva de que prevalezca la corriente principal. Subió un 0,1 por ciento a $ 1.2327 a las 3:16 a.m. en Roma.
«Lo que los mercados deberían sentir es un ligero temblor de vacilación en el puntaje relativamente alto de 5 Estrellas, pero creo que lo que quitarán y absorberán es la fuerte sensación de que Italia tiene un Parlamento colgado», señaló Erik Jones, profesor de economía política internacional en la Universidad Johns Hopkins en Bologna.
Una vez que los resultados estén disponibles más tarde el lunes, la atención se trasladará al presidente Sergio Mattarella, quien está a cargo de la entrega del mandato para gobernar. Es poco probable que opte por la centroizquierda del Partido Demócrata del ex primer ministro Matteo Renzi, uno de los principales perdedores de la noche después de caer a un 20 por ciento de más del 40 por ciento de los votos en las elecciones europeas de 2014.
Ettore Rosato, jefe del grupo de PD en la Cámara Baja, expresó que si se confirmaran las encuestas de salida iniciales, «iremos a la oposición», lo que le costará al primer ministro Paolo Gentiloni y anulará las especulaciones sobre una posible gran coalición con Forza Italia, la opción preferida por los inversores y los socios de la Unión Europea de Italia.
En cambio, ahora se enfrentan a la posibilidad, aunque esbelta, de una alianza populista que tenga influencia sobre la tercera mayor economía de la zona del euro, lo que podría representar un desafío para los planes franceses y alemanes de integración europea y convertir a Italia en una nación firme contra los refugiados.
Tanto Di Maio como Salvini quieren deshacer una reforma del gobernante Partido Demócrata que elevó la edad de jubilación. Di Maio quiere contratar a 10 mil funcionarios para tomar medidas enérgicas contra las llegadas ilegales, y Salvini quiere frenar la inmigración desde el norte de África. Ambos han retrocedido en los planes para deshacerse del euro.
Aunque Di Maio y Salvini descartaron cada uno una alianza durante la campaña, sus posturas podrían cambiar en las maniobras que siguen a las elecciones. Salvini dijo en octubre que si la centroderecha no ganaba la mayoría, llamaría al cofundador de 5 Estrellas, Beppe Grillo.
Poco después de que la votación terminó el domingo por la noche, Alfonso Bonafede, candidato de 5 Estrellas para el puesto de ministro de Justicia, sonrió y eludió una pregunta sobre si el partido cambiaría su posición y lograría una alianza para formar un gobierno. «Pensaremos en esto solo cuando tengamos los números definitivos», dijo.
