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Tarifas de Trump a las importaciones: sigue la lógica política Opinión

Tarifas de Trump a las importaciones: sigue la lógica política

Actualmente hay poca discusión sobre que este tipo de restricciones al comercio es malo. En términos generales (y algo más técnicos), las medidas proteccionistas actúan como un shock de oferta negativo, disminuyendo la capacidad productiva de la economía, con un efecto de mayor inflación, menor actividad y un tipo de cambio más débil.


En los cursos de economía las distorsiones al comercio internacional son malas. Los consumidores, productores locales e importadores están peor, aunque el Gobierno a veces gana porque recauda más; pero en el agregado se produce una «pérdida social» por la asignación ineficiente de los recursos.

Este argumento resume la reacción tras el anuncio del gobierno de EE.UU. de imponer tarifas a la importación de acero y aluminio. La medida parece tener destinatarios claros: Canadá y México, con los cuales negocia una modificación de su tratado de libre comercio (NAFTA), representan el 25% de las importaciones de acero. Donald Trump recientemente ligó la aplicación de las medidas con el resultado de las conversaciones, como un «incentivo» para las contrapartes. El resto del mundo no se ha quedado tranquilo y ha anunciado la aplicación de medidas compensatorias a la importación de productos estadounidenses. El riesgo de una «guerra comercial» ha aumentado significativamente.

Actualmente hay poca discusión sobre que este tipo de restricciones al comercio es malo. En términos generales (y algo más técnicos), las medidas proteccionistas actúan como un shock de oferta negativo, disminuyendo la capacidad productiva de la economía, con un efecto de mayor inflación, menor actividad y un tipo de cambio más débil.

Pero, a pesar de esto, su aplicación es bastante transversal y de hecho lo es incluso para países desarrollados. Agrupando todas las medidas en contra de las importaciones (desde 2009, usando información del proyecto Global Trade Alert), dentro del Top 20 de mayor número están EE.UU., Alemania, Francia, Italia, España, Reino Unido y Holanda.

La idea detrás de medidas proteccionistas es proteger a grupos de interés; en el caso del reciente anuncio de EE.UU., Trump recalcó que con esto se dejaría de “robar” empleos locales en estas industrias y su país dejaría de “perder” en el comercio internacional con el resto. Uno de los mejores ejemplos históricos es la Política Agrícola Común en Europa, que comenzó a organizarse tras la Segunda Guerra Mundial (aunque solo se aplicó desde 1962) y que contribuye a que las tarifas en este grupo sean más del doble de las de EE.UU.

Al final del día, los gobiernos a veces aplican políticas redistributivas, aunque en el agregado no sean positivas. Uno de los principales errores de la visión de consenso entre los economistas y diplomáticos respecto al comercio internacional es el argumento de que las ganancias a nivel país permitirían compensar a los perdedores. En el caso de EE.UU., existe evidencia de que esto no ha ocurrido: solo como ejemplo, los trabajadores en estados más expuestos a la competencia de China han tenido pérdidas permanentes en términos de empleo e ingresos, lo que significa que la posibilidad de estos de moverse a otras industrias (como se asume en la discusión) no ha sido suficiente.

Las tarifas recientemente anunciadas no solucionan el problema que Trump busca nivelar. Sin embargo, su impacto a nivel global debiera ser acotado, aunque el riesgo es que una escalada del proteccionismo termine afectando principalmente a regiones más dependientes del comercio, destacando Asia (probablemente excluyendo China). Más que pronosticar el fin del periodo favorable a la toma de riesgo en el que estamos, estos anuncios refuerzan la recomendación de ser selectivo en la elección de activos para aprovechar el panorama global favorable.

Jorge Cariola
Economista Inversiones Security

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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