En los últimos 20 años, quienes señalan que preferirían un líder poderoso que no tenga que preocuparse de un Parlamento han aumentado, y Chile no es la excepción.
Cuando las democracias no cumplen con las expectativas, los personalismos y los populismos aparecen.
Tal como la popular canción «Cult of personality» de 1988, que señalaba «conozco tu enojo, conozco tus sueños», muchas personas decepcionadas del sistema político han pasado a preferir un líder que no tenga oposiciones.
Como se aprecia en el gráfico, en los últimos 20 años quienes señalan que preferirían un líder poderoso que no tenga que preocuparse de un Parlamento han aumentado, y Chile no es la excepción.
Según señala un artículo publicado por el World Economic Forum, firmado por el economista Francis Fukuyama, «los inmigrantes y las élites suelen ser los primeros en ser blanco de estos grupos», indicando que los populistas apelan a los ciudadanos «verdaderos» para reclamar su patria, a través de muros fronterizos y proteccionismo comercial, como se ha visto en el último año en EE.UU.
En el mismo texto, Fukuyama señala que «las democracias dependen de acuerdos de poder compartido, tribunales, legislaturas y medios libres e independientes para controlar el Poder Ejecutivo. Dado que estas instituciones obstruyen el libre dominio de los populistas, a menudo son objeto de ataques abrasadores».
«Este es especialmente el caso con la variedad derechista de populismo que se está extendiendo a través de los EE.UU. y Europa occidental y oriental», sentenció.
Fuente: World Economic Forum
