MERCADOS
Entre bromas, dijo que más vale dejar al marido si no tiene ganas. Más serio, fue escueto al ser consultado por ajustes en la línea de recambio en Cencosud, después que se supiera que con su pareja esperan un hijo.
Es un empresario diferente. Se saca una foto con la prensa, pequeños accionistas de la firma se retratan también con él. Como si fuera un rockstar.
Cuenta historias de sus conversaciones con el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, a quien le dijo que para qué se va gastar tanta plata en un túnel si es mejor mejorar la Aduana. Habla de cada detalle de la compañía, que no quiere casarse con el proyecto de Alto Las Condes dos, que Brasil es su mayor desafío, pero que no va vender nada que implique un retroceso en su presencia regional.
«Cencosud es de América Latina y lo seguirá siendo», asegura, y añade que él lo único que quiere vender, como parte de sus activos prescindibles, son terrenos que no ocupa. Eso aunque las exigencias del mercado y la misma información que ha entregado previamente la compañía, apuntan a un plan más amplio.
Se ríe de lo mismo a raíz de la posibilidad de que Cencosud retroceda en presencia regional. «Hace cuánto tiempo usted compra en Jumbo», le dice a un periodista. «Veinte años», le contesta. «Entonces en 30 años vamos a estar acá mismo sentados o quizás antes, en 29».
En relación con el más ambicioso proyecto de la firma, Costanera Center, Paulmann señaló que espera que la habilitación de las nuevas etapas del proyecto podría estar operativa en unos 18 meses, tras la luz verde de la Contraloría General de la República para que traspasen fondos al municipio de Providencia para las obras de mitigación.
Se explaya en cada pregunta que le hace la prensa, excepto cuando le consultamos si en el corto plazo existirán modificaciones en el plan de sucesión de la empresa. «Eso está en el ámbito de la vida privada», contesta, dejando una vez más en al aire qué sucederá cuando ya no esté al mando de la firma, más ahora que el patriarca del holding tendrá un hijo a sus 83 años.
«Siempre hay que tener ganas», manifiesta en torno a los múltiples proyectos de la firma. No le faltan, asevera, aunque no ve bien porque tiene cataratas (añadiendo que no va a operarse porque no le gusta que los médicos le metan cuchillo), aunque se levanta antes las 7 a.m. y duerme pasada la medianoche.
«Siempre hay que tener ganas», repite, «y cuando su marido deje de tener ganas, mejor busque otro». Se ríe.
El único plan hasta ahora conocido de la sucesión del fundador de la cadena de retail data de 2013. Entonces se reveló que «en caso de muerte o incapacidad permanente del actual administrador de la sociedad (Cencosud), don Horst Paulmann Kemna, un Consejo de Administración integrado por los hermanos Paulmann Koepfer (Manfred, Peter y Heike) se hará cargo del holding», estableciendo además líneas de sucesión hasta sus nietos.
La administración del conglomerado ha sido algo que, de manera constante, han preguntado los analistas de la compañía, incluso la acción ha sentido algún castigo por la falta de claridad al respecto.
Es sabido que Cencosud es una firma altamente centralizada en su dueño y que no hay decisión que no pase por Paulmann.
El plan entonces deberá ser en algún minuto modificado para incluir a su cuarto hijo –que aún no nace–en el documento. Se sabe que será hombre y que probablemente llevará su nombre, Horst.
