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Los viernes de Larraín: Hacienda anuncia nuevo ajuste fiscal del orden de US$4.600 millones MERCADOS

Los viernes de Larraín: Hacienda anuncia nuevo ajuste fiscal del orden de US$4.600 millones

«La semana pasada transparentamos la situación y ahora nos hacemos cargo del problema», señaló el secretario de Estado al presentar «Austeridad 2», el nuevo programa que incluye los US$500 millones anunciados hace algunas semanas y que hará frente a los US$5.600 millones en gastos que -de acuerdo al ministerio- no poseen financiamiento. La polémica sigue escalando luego de que los ex ministros Eyzaguirre y Valdés lo criticaran por «confundir y alarmar a la ciudadanía».


En medio de la polémica por los US$5.600 millones en gastos comprometidos que el viernes pasado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, alertó que no poseen financiamiento durante el periodo 2018-2021, este medio día realizó un nuevo anuncio en materia de ahorro fiscal, y tal como recalcó mucho, lo hizo con un ánimo de «transparencia».

A los US$500 millones en ahorro que había prometido en semanas anteriores, reduciendo gastos en viáticos o el uso de automóviles fiscales antiguos con tal de no renovarlos, este mediodía en Teatinos 120 se anunció el plan «Austeridad 2», que incluida la cifra anterior, significará un ahorro de US$4.600 millones durante el periodo, US$1.150 por año de administración.

El ministro ya había señalado que la administración de Michelle Bachelet tenía una serie de gastos no anotados, que si bien eran menores, eran de relevancia para las arcas fiscales, dando ejemplos como lo relacionado hasta ahora con la próxima cumbre de la Apec 2019 que se realizará en Chile.

Si bien no adelantó detalles del plan, Larraín indicó que los recortes irán de igual medida para todos ministerios.

«La semana pasada transparentamos la situación y ahora nos hacemos cargo del problema», señaló el jefe de la billetera fiscal ante la prensa, que nuevamente fue convocada a «la ruca» en las dependencias del ministerio de Hacienda.

En la oportunidad, además, anunció que este plan contará con la liberación de recursos de libre disponibilidad por parte del gobierno, autorizados por el Presidente, con tal de hacerse cargo de programas como las salas cunas universales para los trabajadores, listas de espera en salud, déficit hospitalario y gratuidad en los centros de formación técnica e institutos profesionales, sin descuidar el ahorro.

Aunque también sin detalles, Larraín confirmó recortes para programas estatales mal evaluados, asegurando a su vez que no se reajustará ninguna iniciativa que esté bien evaluada.

Consultado por cómo hará frente a aquellos US$5.600 millones, el jefe de la billetera fiscal canchereó: «Bueno, ahí está la magia».

En la instancia, además, aprovechó de anunciar que la próxima semana se enviará el proyecto de ley del Consejo Fiscal Asesor autónomo, que además pasaría a contar con recursos para su operación.

Eyzaguirre vuelve a la carga

Luego de que este jueves el ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés señalara que la alarma por los US$5.600 millones sin financiamiento «confunden y alarman a la ciudadanía», su sucesor durante el Gobierno de Bachelet, Nicolás Eyzaguirre, también saltó al ruedo.

Si bien la bomba que lanzó Larraín sobre el déficit desató la pública discusión con sus antecesores, el jefe de las arcas públicas con el correr de los días ha tratado de no incendiar la pradera política en el Congreso, calmando a las bancadas y a la comisión de Hacienda durante la semana,

El economista insistió en que «las cosas que no están en el Presupuesto o en el Tesoro Público no son gastos comprometidos, son presiones», refutando a Larraín, que el miércoles pasado en la comisión de Hacienda de la cámara baja indicó que eran lo mismo.

«Lo que ocurre año a año, hay presiones en algunos lados y se van gestionando», explicó el ex jefe de las finanzas públicas en conversación esta mañana con Radio Cooperativa, agregando que «no fue la mejor forma» de dar a conocer el problema.

«Si el ministro Larraín hubiese hecho un llamado a los ex ministros de para buscar formas de consensuar el cómo necesitamos bajar el déficit fiscal, habríamos estado todos disponibles. Pero partir diciendo por la prensa que hay US$ 5.500 millones de gastos comprometidos no financiados no es la mejor forma», sentenció Eyzaguirre.

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