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Era #MeToo llega a Iconiq, una de las firmas de inversionistas de Silicon Valley, al conocerse causa por agresión sexual MERCADOS

Era #MeToo llega a Iconiq, una de las firmas de inversionistas de Silicon Valley, al conocerse causa por agresión sexual

Iconiq Capital, famosa por atender a exponentes de la realeza de Silicon Valley como Sheryl Sandberg y Mark Zuckerberg, despidió a su responsable de bienes raíces, John Sauter, en febrero a raíz de que una verificación de antecedentes realizada por un potencial inversor sacó a relucir una acusación por haber agredido sexualmente a una mujer casi tres decenios atrás, según personas familiarizadas con el tema.


En un momento en que el movimiento #MeToo hace furor, los grandes inversores comienzan a analizar con más detenimiento a quienes se encargan de manejar su dinero. Una de las firmas de gestión patrimonial más importantes de Silicon Valley acaba de mostrar lo que puede ocurrir de aquí en más.

Iconiq Capital, famosa por atender a exponentes de la realeza de Silicon Valley como Sheryl Sandberg y Mark Zuckerberg, despidió a su responsable de bienes raíces, John Sauter, en febrero a raíz de que una verificación de antecedentes realizada por un potencial inversor sacó a relucir una acusación por haber agredido sexualmente a una mujer casi tres decenios atrás, según personas familiarizadas con el tema. El tribunal que manejó la causa ordenó que fuera desestimada, pero los ejecutivos de Iconiq temieron que mantener a Sauter afectara las relaciones con los clientes, dijo una de las personas.

Esta situación pone de relieve el dilema que se está gestando para el sector financiero. Los inversores se ven movidos a llevar a cabo averiguaciones de antecedentes más rigurosas sobre los administradores de fondos, pudiendo remontarse a décadas que van más allá de la existencia de los propios empleadores. Personas allegadas a Sauter dicen que éste sostiene que su despido violó leyes de California que impiden a los empleadores considerar viejas causas desestimadas.

“Se presentarán más situaciones de este tipo a medida que los asignadores analicen en mayor profundidad y hagan más preguntas”, dijo Andrew Borowiec, director ejecutivo de la Investment Management Due Diligence Association, que asesora a grandes inversores. Esto obligará a las firmas de inversión a tomar decisiones difíciles.

“Es algo muy nuevo y las variables involucradas son tantas que resulta difícil saber qué hacer en una situación como ésta”, dijo Borowiec.

Sauter, de 52 años, no accedió a hacer declaraciones, al igual que Iconiq, mencionando una política de no hablar públicamente de cuestiones relacionadas con el personal.

Cultura del secreto

En los últimos 12 meses, los bancos y los gestores de patrimonio permanecieron en gran medida indemnes en tanto el movimiento #MeToo se expandía por Hollywood, la política, las empresas de tecnología y los medios, exponiendo a hombres poderosos que maltrataban a las mujeres. Esto se debe en parte a la cultura del secreto que reina en el sector financiero, consagrada en contratos de empleo por los cuales las denuncias no pueden hacerse públicas.

Y durante años, los grandes clientes inversores eludieron las cuestiones difíciles relacionadas con la mala conducta sexual. Este mes, la organización de Borowiec publicó una encuesta a inversores institucionales -como fondos institucionales, administradoras de pensiones, bancos privados y compañías de seguro- conforme la cual casi el 90 por ciento no había investigado específicamente el acoso sexual al asignar dinero.

La asociación exhorta ahora a los inversores a llevar a cabo verificaciones de antecedentes más rigurosas. Al hacerlo, “saldrán a la luz más indiscreciones”, dijo Borowiec.

La situación de Sauter plantea interrogantes respecto de lo que ocurriría al salir a la luz incidentes de décadas atrás. California y San Francisco, donde tiene su sede Iconiq, han sancionado en los últimos años medidas que limitan qué información pueden llegar a tener en cuenta las compañías al hacer averiguaciones sobre su personal. La idea es permitir que las personas resuelvan las acusaciones penales y eventualmente encuentren un trabajo productivo. No se encontraron otras causas semejantes durante la carrera de Sauter.

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